Más de 2.000 periodistas y comida típica española: la cumbre de Granada, desde dentro
- El Palacio de Congresos de Granada se convierte en una pequeña ciudad con periodistas de todo el mundo
- Para sobrevivir a las maratonianas horas de trabajo, la organización de la cumbre ha contratado a un catering
Cualquier persona que venga al Palacio de Congresos durante la cumbre europea que se celebra en Granada podría sentirse como si estuviera en una reunión de “eurofans” esperando a ver en las pantallas al artista que representa a su país en el evento musical.
Pero en lugar de fanáticos de Eurovisión, el sótano del Palacio de Congresos de la ciudad andaluza está plagado de los más de 2.000 periodistas que se han acreditado para cubrir este evento histórico, además de los miembros del catering y azafatos que trabajan en esta cita.
Para poder tener monitorizados a todos los líderes que participan en la cumbre, la organización reparte una lista con las fotografías, nombres y cargos de todos ellos, desde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hasta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, o la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, entre otros.
El sótano del edifico se ha convertido en estos dos días en una pequeña ciudad en la que se mezclan muy diversas culturas y a la que hay que acceder con una acreditación colgada de un cordel amarillo después de pasar varios controles de seguridad.
Un lugar desde el que periodistas de todo el mundo informan sobre cada paso que se da y cada decisión que se toma en este encuentro histórico.
Periodistas de diferentes partes del mundo
Mientras algunos hacen directos desde una zona en el centro de la sala adaptada para las televisiones, los compañeros de radio se encierran en pequeñas cabinas insonorizadas, aunque la mayoría de los periodistas trabajan desde las mesas repartidas a lo largo del sótano.
Decenas y decenas de mesas pegadas unas a otras en las que se pueden escuchar todo tipo de idiomas: alemán, sueco, español, inglés e incluso chino.
Yu (nombre ficticio) es una de las periodistas que ha venido a cubrir la cumbre europea. Trabaja para la agencia de noticias china Xinhua y vive en Ginebra. Ya está acostumbrada a seguir este tipo de eventos, pero asegura que “es bueno ser testigo de todo lo que pasa en este tipo de reuniones”.
“Como periodistas, nos tenemos que centrar en lo que dicen los líderes y, sobre todo, si hay algún anuncio nuevo. Cada vez se centran en diferentes asuntos”, comenta esta periodista asiática.
Además, Yu explica que es normal trabajar con periodistas de distintos países. “Esto es una cumbre europea, por lo que la mayoría de medios que vienen son europeos, pero trabajamos todos juntos. Los de televisiones, agencias de noticias y fotógrafos”, añade.
En otra mesa, un poco más apartada del resto, se encuentra Wiktor Nummelin, el corresponsal en Bruselas de la agencia de noticias sueca TT. Junto a él está sentado el resto de corresponsales suecos.
“Ayer mi trabajó se centró en Ucrania, al estar aquí Zelensky, su discurso a los otros líderes, el ataque que dejó a muchas personas muertas en Ucrania…”, afirma este periodista. “Creo que todos estábamos listos para hacer algo sobre Armenia y Azerbaiyán, pero al no aparecer ni Turquía ni Azerbaiyán no llegó a ser una gran historia”, comenta.
Nummelin detalla que en este tipo de cumbres cada periodista tiene que centrarse en el líder de su país. “En el caso de que esté pasando en Suecia, tendremos que preguntar al primer ministro sobre el tema”, añade.
Este periodista cuenta que, aunque ya lleva dos días en Granada, solo ha tenido tiempo para ver el Palacio de Congresos. Eso sí, asegura que ha tenido la oportunidad de comer buena comida. “Es una ciudad que está bien. Es una de las buenas cosas de que se celebren cumbres en este tipo de sitios. Mucha gente se quedará después para disfrutar de la ciudad”, añade.
Barra libre de café y comida típica española
Para sobrevivir a las maratonianas horas de trabajo, la organización de la cumbre ha contratado a un catering que ofrece comidas y bebidas a los periodistas. A la hora de comer, la mayoría de ellos abandona temporalmente su lugar de trabajo para coger una bandeja y volver a sentarse.
Cuentan con un menú variado para reponer fuerzas. Entre los platos favoritos del primer día estaba la tradicional tortilla española, así como paella marinera, que también contaba con una versión vegetariana.
El segundo día no han faltado ni la ensaladilla rusa ni el pollo al jerez, pero en la mayoría de las bandejas el plato que no escaseaba era de las hamburguesas con queso.
Uno de los espacios más concurridos durante todas las jornadas ha sido la esquina en la que se encuentran las máquinas de café. Cafés solos, con leche y capuccinos, pero también una gran variedad de tés para los menos fanáticos del café.
Un escenario bastante diferente al de la cumbre de la OTAN celebrada hace más de un año en Madrid, en la que los cafés costaban tres euros.
Difícil cruzarse con los líderes
Aunque los jefes de Gobierno y de Estado de los países de la Unión Europea están a tan solo unos metros de la sala de periodistas, es complicado cruzarse con ellos.
La mayoría de las veces los profesionales de la comunicación les observan a través de pantallas por las que se emite su llegada al Palacio de Congresos, donde a la entrada hacen breves declaraciones. También ofrecen las ruedas de prensa o imágenes de las fotos y saludos oficiales
Una planta por encima del lugar en el que se encuentran los medios de comunicación están las salas para las ruedas de prensa, a las que solo algunos medios pueden acceder cuando comparecen los líderes.
Además, para poder facilitar información de última hora por la sala de prensa se pasean de vez en cuando miembros de las delegaciones de los diferentes países. Los periodistas van formando pequeños círculos alrededor de ellos y después vuelven corriendo a sus posiciones para plasmar en sus artículos las nuevas informaciones.