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El 'puente imposible' en Kosovo: ¿Qué hay de nuevo en los Balcanes?

  • Informe Semanal muestra la realidad de Mitrovica en Kosovo, que junto a Serbia aspira a formar también parte de la UE

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Informe Semanal - El puente imposible

El catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Belgrado, Milan Krstic, recuerda a Winston Churchill desde su aula. "Los Balcanes producen más historia de la que son capaces de digerir", dice. Desde que el estadista británico pronunciase esa frase ha pasado casi un siglo, pero sigue sirviendo para explicar por qué es tan complejo mantenerse al día sobre la actualidad en la zona.

En particular, con los últimos acontecimientos entre Serbia y Kosovo. El domingo 24 de septiembre, un asalto armado en el norte de Kosovo por parte de separatistas serbios acababa con un policía albano-kosovar y tres paramilitares serbo-kosovares muertos. La zona de la tercera ciudad de Kosovo, Mitrovica, es especial.

Conflicto entre Serbia y Kosovo

La antigua Yugoslavia estaba compuesta por seis repúblicas: Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Macedonia. A ellas se añadían dos regiones autónomas: Voivodina, con mayoría de población húngara, y Kosovo, que tiene más del 90% de ciudadanos de etnia albanesa, lo mismo que ahora. En 2008, Kosovo, siguiendo una pauta de la ONU y de la OTAN, se proclamó independiente. Desde entonces KFOR, militares de la OTAN, velan por su statu quo.

Los "disturbios" del 24 de septiembre reflejan que la situación está lejos de haberse normalizado. Kosovo acusa a Serbia de querer escindir su zona al norte de Mitrovica -de mayoría serbia-, y anexionarla a Belgrado, lo mismo que hizo Putin con la región de Donbás, en 2014.

Informe Semanal ha entrevistado al presidente serbio, Alexandar Vucic, y a la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, así como a su primer ministro, Albin Kurti. Tanto Osmani como Kurti atribuyen a Vucic que su proximidad con Putin estaría sirviendo para dar alas a sus sueños hegemónicos de la Gran Serbia.

Kurti reitera que los paramilitares serbios no son sino una "reedición del grupo Wagner", y que él no habla con Putin desde hace un año y medio. Sin embargo, por toda la capital serbia se han desplegado gigantescas pintadas con la leyenda "cuando el ejército serbio vuelva a ocupar Kosovo". Y se pueden leer en los lugares neurálgicos, algo que hace difícil creer que no cuenten con el visto bueno oficial.

¿Qué hay de nuevo en los Balcanes?:

Una pared pintada donde se puede leer "NATO GO HOME" (OTAN, VETE A CASA"). ÁNGELA RODICIO

Son parte de las razones para haber hecho saltar las alarmas y preocupar a la comunidad internacional y a los serbios y kosovares que miran de cerca los últimos acontecimientos. El fantasma de las guerras que asolaron la zona y Europa en la década de los años 90 continúa impreso en la memoria colectiva.

El primer ministro de Kosovo, Kurti, establece un paralelismo entre la desintegración de la Unión Soviética, y la de Yugoslavia. Los países que han recogido la antorcha de ambas entidades extintas, Rusia y Serbia, están ahora en manos de dos políticos descendientes de aquellas culturas: Putin en Moscú, y Vucic en Belgrado. Putin es un hijo del KGB, y Vucic fue el ministro de Información de Slobodan Milosevic, quien acabó en el Tribunal de Justicia de La Haya.

Yo cubrí ambos procesos, el de la Unión Soviética primero, y después el de Yugoslavia, para TVE. Mi regreso a los Balcanes en los últimos días, fue literalmente con rechazo. Me negaba a recrear la atmósfera de pesimismo y oscurantismo de entonces. Debo confesar que he vuelto con la aprensión que trataba de evitar.

¿Qué hay de nuevo en los Balcanes?:

Parte de un monumento donde puede leerse "BROKEN REPUBLIC" ("REPÚBLICA ROTA"). ÁNGELA RODICIO

Las nuevas fronteras de los Balcanes, débiles

Las nuevas fronteras de los nuevos países en los Balcanes son débiles. Y los prejuicios, rencores y acusaciones mutuas, me han devuelto a aquellos años. En los jóvenes que se apresuran a responder centrándose en la necesidad de paz. Sus esperanzas contra la vieja política que subraya todo lo que no funciona.

Cuando se convocan manifestaciones en Belgrado contra el gobierno, los asistentes se cuentan por decenas de miles, en su mayoría jóvenes. En Kosovo, donde más del 95% quiere formar parte de la Unión Europea, las quejas se centran en la corrupción económica, ansiando pertenecer al club de los Veintisiete.

Una vez, en Sarajevo, un profesor contó que los Balcanes son "la alfombra" bajo la que se ocultan los temas no resueltos en Europa.