Los conservadores ganan las elecciones en Nueva Zelanda con un mayor respaldo del esperado
- El Partido Nacional volverá a gobernar el país después de seis años en la oposición
- En 2020 arrasó al frente de los laboristas la ex primera ministra, Jacinda Ardern, quien dimitió el pasado enero
El conservador Partido Nacional, encabezado por Christopher Luxon, ha ganado las elecciones legislativas en Nueva Zelanda.
Luxon, de 53 años, ex consejero delegado de la aerolínea neozelandesa Air New Zealand entre 2012 y 2019, ha agradecido "el voto por el cambio", que llevará a su formación al poder tras seis años en la oposición.
"Las cifras de esta noche apuntan que el (Partido) Nacional podrá liderar el próximo gobierno", ha dicho Luxon en la ciudad de Auckland ante una multitud de seguidores que gritaban con entusiasmo "De vuelta al buen camino", según la cadena pública neozelandesa TVNZ.
"A todos los que habéis votado a Nacional, no os vamos a defraudar, y a todos los que no nos habéis votado tampoco os vamos a defraudar", ha prometido Luxon, que entró en el Parlamento hace tres años.
Su formación se ha alzado con el 39,1% de los votos, mientras que el Partido Laborista, del saliente primer ministro neozelandés, Chris Hipkins, quien relevó a Ardern en el cargo, ha obtenido un 26,8%, según la Comisión Electoral.
Se trata de un giro radical con respecto a los comicios de 2020, en los que arrasó al frente de los laboristas la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, quien dimitió el pasado enero.
"Por desgracia, los resultados demuestran que no ha sido suficiente", ha dicho Hipkins, admitiendo la derrota electoral y afirmando que ha llamado a Luxon para felicitarle por la victoria. "Desde el fondo de mi corazón muchas gracias", ha dicho Hipkins a sus correligionarios en un discurso recogido por Radio New Zealand.
El Partido Nacional podría formar Gobierno con la formación ACT
Por su parte, la formación libertaria ACT, que formará alianza con los conservadores en un potencial gobierno en minoría, se ha alzado con el 9% de las papeletas, mientras que los aliados tradicionales de los laboristas, el Partido Verde y el Partido Maorí, presentan el 10% y el 2,5%, respectivamente.
El partido NZ First, de corte nacionalista, obtiene el 6% de los sufragios, mientras que el resto de las formaciones, así como los votos nulos y en blanco representan el 5%, de acuerdo con los primeros resultados.
Esto significa que los conservadores lograrían 51 de los 120 escaños que tiene el Parlamento, de modo que, sumados a los 12 del ACT, podrían formar una alianza para gobernar en mayoría sin tener que recurrir a NZ First como se vaticinaba inicialmente, contando con un porcentaje inferior de apoyo para el Partido Nacional.
En la campaña los conservadores habían prometido bajar los impuestos y reducir el gasto público para luchar contra la inflación, mientras que los laboristas, afectados por el desgaste tras seis años en el poder, habían prometido combatir el incremento del coste de la vida y apoyar a las familias más vulnerables.
Los comicios en Nueva Zelanda, con casi 5,1 millones de habitantes, están marcados principalmente por el impacto de la inflación (6%) en el coste de vida, el acceso a la vivienda, la criminalidad, la crisis climática y el protagonismo de China en su política exterior.