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El riesgo para las tropas españolas si Hezbolá atacase la frontera libano israelí: "Estarían en una situación delicada"

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Los soldados españoles de la base Miguel de Cervantes vigilan el sureste del Líbano
Imagen de archivo de una patrulla española en la base Miguel de Cervantes en Marjayoun, Líbano

En la base 'Miguel de Cervantes', cerca de la localidad de Marjayún, al sureste del Líbano, la calma es tensa. Los 650 militares españoles desplazados para mantener la paz en la región vigilan con cuidado la presencia de Hezbolá en la zona y están en alerta ante los posibles movimientos de los milicianos sobre Israel.

La situación en el país fronterizo con Israel es complicada desde hace años. Con una grave crisis económica, política y social, la región se ha convertido con el paso del tiempo en un polvorín.

Ahora, tras la guerra abierta entre Hamás e Israel, Hezbolá ha aprovechado para realizar decenas de ataques con cohetes sobre el norte del país israelí y ha puesto en alerta a las tropas españolas.

Patrullando desde los puestos habituales

El objetivo de la misión española pasa por vigilar el cese de hostilidades entre Hezbolá e Israel, acompañar y asistir a las Fuerzas Armadas libanesas en el sur del país y vigilar la separación entre ambos países en la denominada Línea Azul.

Tras los últimos acontecimientos y el lanzamiento continuado de cohetes de la milicia sobre suelo israelí, el objetivo se ha complicado y han tenido que extremar las preocupaciones.

"Están patrullando con especial atención desde los puestos habituales, tomando todas las medidas de precaución y seguridad", aseguró durante la semana la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, preguntada por el destacamento español.

A pesar de ello, asegura que la situación es "difícil" y causa "preocupación" lo que está pasando en la región.

En un tuit de las Fuerzas de Naciones Unidas desplegadas en Líbano publicado a última hora de este viernes, el jefe de la misión y comandante Aroldo Lázaro, ha asegurado que "tras los acontecimientos de los últimos días, la situacion se mantiene estable pero volátil".

"Afortunadamente la situación no ha escalado a un conflicto. Nuestra meta principal es evitar una confrontacion entre Líbano e Israel y estamos trabajando para asegurarnos de que esto no pase", ha añadido en un video en inglés.

Desplegado desde 2006, el contingente español llegó a contar con un máximo de 1.100 militares. Ahora se mantiene desde 2012 entre 600 y 700 personas.

Desde el sábado, en varias ocasiones se han tenido que refugiar en los búnkeres de la zona. Pero por el momento, no ha habido ningún problema más allá de ese, según confirmó Robles en una entrevista en el Canal 24 Horas.

Preguntados por la situación del destacamento, Defensa es hermética y mantiene tranquilidad a la espera de como se desarrollan los acontecimientos.

Una "zona muy delicada" y con "riesgo considerable"

"Están en una zona de conflicto cumpliendo una tarea bajo bandera ONU de intentar mantener la estabilidad de una zona muy delicada y con un riesgo considerable de que unos u otros puedan iniciar una escalda de violencia. En el contexto actual, todo depende si finalmente Hezbolá se decide a abrir un nuevo frente en el norte de Israel. Evidentemente, si eso ocurriese, incrementaría el riesgo", analiza en una entrevista en RTVE.es el experto en Relaciones Internaciones y codirector del Instituto de Estudios Sobre Conflictos y Acción Humanitaria, Jesús Núñez.

Comparado con otros momentos, aunque la tensión es real en la zona, "no hay violencia generalizada" y el contingente de la ONU cumple con su tarea de mantenimiento de la paz, aunque siempre se podría complicar, pero jamás podrían iniciar un ataque.

"No tienen mandato para ir más allá que de informar sobre lo que ocurre y, en todo caso, defenderse si son directamente atacados. Pero en ningún caso tienen mandato para imponer la paz y usar la fuerza, salvo que vaya directamente contra ellos", añade Núñez.

Los militares españoles realizan patrullas a pie y en vehículo

Mientras tanto, los militares españoles realizan patrullas a pie y en vehículo, para vigilar permanentemente la línea que separación entre Líbano e Israel y con precaución por si Hezbolá se entromete en el conflicto. Todas las acciones están dirigidas a garantizar el cumplimiento de la resolución 1701 de Naciones Unidas, que se aprobó para resolver el conflicto bélico entre Hezbolá, Líbano e Israel y con la que se busca evitar que se llegue a situaciones que puedan conducir a una escalada de tensión entre las partes.

"No sería la primera vez que Hezbolá, que tiene mucha más capacidad bélica que Hamás, emprende un ataque. Si se hiciera eso, nuestras tropas estarían en una situación delicada", coincide el Almirante Ángel Tafalla.

Si Hezbolá decidiese imitar el movimiento de Hamás de realizar una incursión terrestre, en poco tiempo serían neutralizadas, explica Tafalla.

"Si realizasen una invasión del norte de Israel pasando la frontera terrestre, en poco tiempo se moverían unidades acorazadas y mecanizadas. No veo mucha posibilidad de que eso ocurra, pero sí de que lancen cohetes y en eso sí que nuestras tropas están en medio y hay que tener cuidado", avisa Tafalla.

La presencia de las tropas, prorrogada hasta agosto de 2024

Aunque se consideraba que la misión de la ONU estaba prácticamente consolidada en la zona, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas prorrogó el mandato de la fuerza de mantenimiento de la paz en el Líbano (FINUL) hace dos meses hasta el 31 de agosto de 2024.

Esa consideración de la ONU puede cambiar y decidir ampliar aún más la estancia en la región. Una situación claramente negativa para Tafalla.

"Ahora no es momento de retirarse, pero cuanto todo esto se calme, habría que replantearse la presencia allí. Ni Israel, ni Líbano ni Oriente medio son nuestra prioridad. Nuestra prioridad es el norte de África, que está bastante revuelto ahora. No sé qué hacemos, ni que pintamos ahí. Lo que pasa es que llevamos muchísimos años y hemos adquirido una responsabilidad de estar al mando, pero a medio plazo deberíamos replantearnos nuestra presencia", crítica Tafalla sobre una misión en la que, desde el inicio, han fallecido quince militares españoles.