50 años de la crisis del petróleo: ¿un espejo en el que mirarse?
- Los apoyos a Israel en la Guerra del Yom Kippur provocaron la reacción de la OPEP
- En unas semanas el precio del crudo se cuadruplicó
El 16 de octubre de 1973, el mundo vivía la primera gran crisis relacionada con el petróleo. Lo que entonces surgió como respuesta de los países árabes de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) a la guerra del Yom Kippur y al apoyo que Estados Unidos y potencias occidentales habían dado a Israel, acabó convirtiéndose en el germen de una crisis que acompañaría a las economías occidentales durante prácticamente toda la década.
"Lo que sucedió es que, en el año 71, Estados Unidos llegó a su máximo de extracción y, a partir de ahí, se dieron cuenta de que no tenían ninguna capacidad excedentaria ni de control. En cambio, los países árabes fueron conscientes de que tenían la sartén por el mango para incrementar o reducir la oferta sin que nadie pudiera compensársela", asegura a RTVE el científico del CSIC y autor de la obra 'Petrocalipsis: Crisis energética global y cómo (no) la vamos a solucionar', Antonio Turiel.
Desde ese instante, y con el conflicto árabe-israelí como botón rojo, la historia se cuenta sola. En unas semanas el oro negro llegó a multiplicar su valor por cuatro, pasando desde los casi 3 dólares el barril hasta los cerca de 12 dólares. Un avance en precios que se tradujo, gracias al efecto dominó, en inflación y estancamiento económico global.
Octubre de 2023: ¿A las puertas de una nueva crisis?
Aunque hoy toca hablar también de alza de precios y dudas sobre el panorama energético, apuntar a una renovada crisis del petróleo es complicado. Sin embargo, esquivar la bala no significa salir airosos: "De hecho, la situación ahora es peor que la de entonces. Aquí ya llevamos meses que los países de la OPEP están actuando de manera conjunta con Rusia. Llevan meses recortando la producción por un motivo muy simple, los precios muy bajos no les convienen, pero no por un tema de enriquecimiento sino por inversión", aclara Turiel.
Hace unas semanas, el secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, ponía cifras a esa inyección económica: 14 billones de dólares hasta 2045. Números que para la Organización evitarían un caos en un mercado que apunta a una paulatina extinción. Por ello, si bien es cierto que no se espera un relajamiento importante en las cotizaciones del oro negro, tampoco se debe dar por hecho que este recurso supere los 100 dólares por barril de forma sostenida.
Para el experto, “la razón por la cual a ellos les interesa que los precios se mantengan razonablemente altos es porque piensan que así se va a incentivar la búsqueda y explotación de nuevos yacimientos. El problema es que muchos de esos yacimientos ya son excesivamente caros como para que la economía mundial se lo pueda permitir”. Umbral de dolor que en el actual contexto económico supone que “si el precio supera los 100 dólares entonces, seguramente, se va a inducir una recesión mundial”, asevera.
Subidas desde el arranque del conflicto
Lo cierto es que, acudiendo al principio de acción reacción, recoger este lunes los precios del petróleo es recorrer una senda ascendente desde que se agitó la tensión en Oriente Próximo.
Mientras que el petróleo Brent de referencia en Europa suma más de un 6% desde el pasado 7 de octubre, hasta dejar su referencia por encima de los 90 dólares por barril, el Texas estadounidense hace lo propio elevando su temperatura por encima del 4%.
Fotografía que puede ir in crescendo, mientras el planeta sigue sin bajar a tierra de forma contundente sus planes de transición energética, denuncia Turiel.
“El problema no es que nos quedemos sin petróleo, el problema es que ahora queda menos. La caída empezó en 2005 y si se gestiona correctamente esto debería ser lo suficientemente lento para desarrollar una transición ordenada y no un sálvese quien pueda. Además, hay que contar con otros problemas como el cambio climático que indican que debemos acabar con el petróleo más deprisa aún que lo que marcan los límites geológicos”, indica.
Sea como fuere y frente al reflejo hoy de una crisis improbable, quedan por conocer próximos movimientos en el tablero como el que puede dar Irán. Importante pieza que ya estaba volviendo al mercado y con cuya implicación se podría redimensionar el dibujo de un planeta en tensión.