Aragonès convocará una mesa de partidos para abordar su propuesta de referéndum acordado: "Es viable, posible y legal"

• Señalan que un referéndum puede "dejar de tener fuerza política" si es visto "como un instrumento de parte"
• Aragonès convoca una mesa de partidos para abordar las distintas posibilidades de un referéndum

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, recibe el informe de los expertos

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha defendido este lunes que un referéndum en Cataluña "es viable, posible y legal" tras recibir el informe de los expertos convocados el pasado abril por el Govern para establecer una base a una hipotética propuesta de consulta por parte del Ejecutivo catalán. En este sentido, ha anunciado que convocará una mesa de partidos catalanes, una vez acaben las negociaciones sobre la investidura de Pedro Sánchez, para abordar las diferentes vías para un referéndum pactado.

Tras una reunión extraordinaria del Govern para abordar las conclusiones del texto, Aragonès ha defendido que "el informe deja muy claro que un referéndum sobre la independencia de Cataluña es posible, viable, es legal y puede ser la solución compartida al conflicto político con el Estado".

En este informe señalan que la única vía para lograr "una solución estable" al conflicto catalán pasa por un acuerdo con el Estado en el que "todas las partes puedan defender su posición", según ha explicado en una rueda de prensa el coordinador del Consejo Académico para el Acuerdo de Claridad -como se conoce a este grupo de académicos-, Marc Sanjaume-Calvet.

Puede "dejar de tener fuerza política" si se ve como "de parte"

Desde la Generalitar, Sanjaume ha advertido de que un referéndum puede "dejar de tener fuerza política" si es visto "como un instrumento de parte" que el resto de actores implicados no se ven llamados a emplear.

Aragonès encargó hace seis meses a un consejo de académicos seleccionado por el Ejecutivo catalán que elaborase un informe que le serviría de base para diseñar su propuesta de acuerdo de claridad, siguiendo la vía canadiense con el Quebec.

El informe apunta que los referendos en un territorio subestatal son la fórmula más habitual en política comparada internacional para resolver conflictos territoriales, opción que tendría la "ventaja de permitir identificar con precisión las preferencias de la ciudadanía de Cataluña sobre la cuestión planteada". En el caso catalán, se trataría de un referéndum solo en esta comunidad autónoma, aunque los expertos señalan que se podría votar en toda España.

El presidente catalán ha informado de que encargará un informe al Instituto de Estudios del Autogobierno, vinculado a la Generalitat, para que aclare cuál debe ser el "instrumento jurídico concreto" para llevar a cabo las propuestas del informe.

Cinco fórmulas para el referéndum

El informe plantea cinco fórmulas para un referéndum de autodeterminación pactado con el Estado: sugiere, por ejemplo, un referéndum en Cataluña sobre la conveniencia de que el Parlament apruebe iniciar un proceso de reforma constitucional que podría incluir la independencia, o una consulta de "ratificación" de un eventual acuerdo político que no necesariamente sea sobre la independencia.

Otras de las fórmulas planteadas es un referéndum en todo el Estado sobre si hay que autorizar a Cataluña a votar sobre su independencia; una votación estatal de ratificación de los términos de la desconexión, o bien dos consultas paralelas en Cataluña y en todo el Estado.

Sanjaume ha señalado que existe "una conexión directa entre legitimidad y viabilidad", y, aunque no ha entrado a valorar las opciones planteadas, ha dicho que un referéndum en el que vote el conjunto del Estado podría "bloquear" el conflicto. Este caso se daría, ha dicho el politólogo, si una mayoría a nivel estatal rechaza "una demanda mayoritaria en Cataluña", lo que provocaría "una tiranía de la mayoría" estatal sobre "la minoría territorial".

El consejo está formado por expertos en Ciencia Política y Derecho, con nombres como Mar Aguilera, Eva Anduiza, Marco Aparicio Wilhelmi, Pau Bossacoma, Elisenda Casañas, Lesley-Ann Daniels, Josep Lluís Martí y Astrid Barrio, un nombre este último que levantó ampollas en el independentismo por su postura contraria a la independencia catalana.

ERC ha aprovechado la publicación del informe para pedir que en las negociaciones de investidura haya un acuerdo no solo sobre la amnistía, sino también sobre las condiciones de un referéndum, la mejora de la financiación y el traspaso de las Cercanías.

Aragonès: "Batallaré para ganar el referéndum"

Precisamente, Aragonès ha defendido este lunes que el referéndum es el mecanismo de votación más "sencillo y diáfano" y que más se ha llevado a cabo en otras partes del mundo. "En el el Consejo Académico para el Acuerdo de Claridad hay personas que se han manifestado de forma clara en contra de la independencia de Cataluña, pero creen que debe resolverse democráticamente", ha dicho en una entrevista en 24 horas de RNE, donde también ha recordado que un referéndum acordado puede contar con el acompañamiento de la UE.

Así, ha asegurado que su objetivo ahora es "acordar unas reglas del juego" para dejar que "la ciudadanía de Catalunya pueda decidir su futuro" y se ha mostrado "dispuesto a perder el referéndum". No obstante, ha asegurado que "por supuesto batallaré para ganar" el referéndum, pero que si gana el 'sí' el resto de las partes también deberán aceptarlo.

24 horas - Pere Aragonès, presidente catalán: "Yo estoy dispuesto a perder el referéndum" - Escuchar ahora

En este sentido, ha señalado que hay "una mayoría constante con una aspiración nacional" y que "quiere cambios", por lo que si no se le da respuesta puede desembocar en una "tensión política y polarización".

"En una democracia no se puede mantener permanentemente un territorio con una mayoría de la sociedad que plantea una discrepancia profunda en relación a la soberanía", ha expresado. Además, ha criticado que "un conflicto de esta naturaleza no se puede resolver a través del Código Penal", en referencia a los delitos de sedición.

Preguntado por las negociaciones para una posible investidura de Pedro Sánchez, Aragonès ha dicho que quiere un "acuerdo bueno". Más allá de la amnistía y del avance en las negociaciones "para resolver el conflicto político", pone el foco en la escasa financiación estatal del servicio de Rodalies de Catalunya, del cual pide el traspaso. Además, apunta a "la reducción del desequilibrio fiscal y financiero que sufre" la región.