Sonsoles Ónega: "La televisión no puede sepultar mi carrera literaria"

• La escritora y periodista ha ganado el Planeta con la novela histórica Las hijas de la criada
• El finalista Alfonso Goizueta, de 23 años, el premiado más joven en la historia del galardón

La periodista, escritora y presentadora Sónsoles Ónega interviene tras recibir el LXXII Premio Planeta

Sonsoles Ónega, 45 años, estrella televisiva de Atresmedia y flamante ganadora del Premio Planeta 2023 por Las hijas de la criada, afronta con tablas la leonina vorágine promocional que arranca desde el minuto cero en el que se falla el galardón y decenas de entrevistas se solapan a contrarreloj. Son el aperitivo de la gira que llevará en tándem por todo el país al ganador y al finalista, Alfonso Goizueta, mientras ambas novelas se publicarán el 8 de noviembre.

Para Ónega, el reconocimiento es casi una culminación de un camino de fondo "suma de muchos fracasos" donde se presentó a "todos los premios habidos y por haber" con los seis libros que tiene publicados, más un esfuerzo en el que estuvo a punto de "tirar la toalla" durante la génesis de la novela histórica ganadora.

"Ha sido extenuante aunque no podía dejar de escribir, pero me planteé que la televisión no podía sepultar mi carrera literaria. Siempre he escrito pero no sabía donde podía llegar y la pena que arrastro es no poder dedicarle el 100% de mi tiempo, aunque he sido inmensamente feliz como periodista en la calle", explica con energía, casi como si quisiera devorar el momento, y ajena a las críticas sobre la traza más comercial del premio del millón de euros, que hace dos ediciones catapultó a Carmen Mola, el seudónimo bajo el que se parapetaban tres escritores y guionistas.

"Ganar la confianza del lector es muy complicado"

En mitad de la vorágine, Sonsoles Ónega se desdobla en sus vocaciones. Con una larga carrera televisiva, en la actualidad presenta "Y ahora Sonsoles" en Antena 3 (perteneciente al Grupo Planeta) pero ha pasado por CNN+, Cuatro y Telecinco donde fue corresponsal de tribunales.

"La verdad es que no me quiero victimizar, pero han sido años difíciles profesionalmente de mucho cambio y la tentación de darme un respiro siempre ha estado ahí". Su popularidad para el publico está certificada pero es consciente de que el impulso del premio dispara sus pasos en la escritura aunque con salvaguardas.

"Me he dado cuenta de que vender un libro y ganar la confianza del lector es una cosa muy complicada porque es muy fácil perderla. En eso se parece mucho a la tele donde tienes que seducir a los espectadores. Siempre piensas que con la siguiente novela no vas a gustar y van a dejarte de leerte. El creador siempre está muy expuesto".

La semilla de Las hijas de la criada, que presentó a concurso bajo el nombre de Gabriela Montes y el título ficticio de Otoño sin ti, creció de una noticia en prensa y del tema central que hila sus obras. "Es una novela parecida a las anteriores, desde luego, a Mil besos prohibidos o a Después del amor en las que se impone el destino. Tener una voz literaria reconocible para mí ha sido una obsesión".

En esta ocasión atraviesa una saga familiar gallega a través del tiempo donde aborda los secretos escondidos que voltean la vida y rescata la labor titánica de las mujeres del mar.

"Durante los tiempos de documentación de esta novela, sin buscarlo me encontré con que la mujer de la industria gallega en el mar no había sido justamente tratada ni reconocida y probablemente fueran las que mandaban las fábricas, pero no constan en ningún lado".

¿Cómo encara ganar el premio mejor dotado económicamente y más mediático? "La proyección del Planeta es ridículo no reconocerla. Espero aprovecharlo a tope y apuntalar mi carrera literaria", se despide mientras corre hacia la siguiente entrevista.

Goizueta, el premiado más joven: "Espero no defraudar"

De Alfonso Goizueta sorprende su apabullante precocidad: con 17 años publicó su primer libro que recorría los episodios más reseñables de la diplomacia europea, y con 23 ha quedado finalista del Planeta con La sangre del padre donde vuelca su fascinación por el mito de Alejandro Magno. Goizueta se ha convertido en el ganador más joven en la historia del premio (200.000 euros).

"Creo que soy bueno inventando historias", dice sobre un libro de 600 páginas, que considera su debut, arrancó en pandemia y tardó tres años en culminar escribiendo a mano. "Con el premio estoy abrumado es que no me lo creo y espero, sobre todo, no defraudar", reflexiona con seguridad en sí mismo.

El escritor e historiador Alfonso Goizueta EUROPA PRESS-LORENA SOPENA

La sangre del padre aflora su veta de historiador donde rellena con ficción los huecos sobre la vida del monarca macedonio de la que existen pocos datos, y recrea desde su juventud, tras el asesinato de su padre, hacia el viraje "del alma" como general en la conquista de Persia.

"Al final hay muchos 'alejandros'. Uno mucho más introspectivo y filosófico, que piensa mucho más en las dudas que tiene, en la soledad en la que se encuentra en la juventud, que es mucho más que el guerrero poderoso que aparece en otras obras".

Interesado en los resortes del poder-"estoy especializado en historia política", Alfonso Goizueta también tiene un podcast, La torre del faro, donde abre espacio al debate sobre literatura o música. Con un sin fin de proyectos bullendo en su cabeza, la novela histórica, seguirá, sin embargo, siendo una prioridad.

"Es un género que me gusta y un estilo en el que me veo cómodo porque me divierte mucho. De repente, coger un personaje histórico que además tiene una vida de novela, es impresionante".