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Bruselas condena el ataque al hospital de Gaza: "Los hechos deben esclarecerse y los responsables deben rendir cuentas"

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La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, interviene durante un debate sobre el conflicto palestino-israelí.
La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, interviene durante un debate sobre el conflicto palestino-israelí.

La Unión Europea ha condenado este miércoles el ataque al hospital Al Ahli Araba en Gaza, donde han muerto al menos 500 personas y de cuyo bombardeo se acusan mutuamente Israel y Hamás.

"No hay excusas para atacar un hospital lleno de civiles. Los hechos deben esclarecerse y los responsables deben rendir cuentas", ha sentenciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en su discurso en un debate sobre la situación entre Israel y Gaza ante el pleno del Parlamento Europeo.

Von der Leyen ha pedido "redoblar los esfuerzos para proteger a los civiles de la furia" de la guerra y ha señalado el "terror de Hamás" como origen de esta "nueva espiral de violencia".

Paralelamente, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, han señalado que los ataques a civiles, así como los cortes de agua, alimentos y otros suministros básicos, van en contra del derecho a internacional.

Borrell: "Condenar una tragedia no nos debería impedir condenar otra"

En la misma sesión plenaria, Borrell ha afirmado este miércoles que "condenar una tragedia no nos debería impedir condenar otra" en el conflicto entre Israel y Palestina. "Demostrar nuestra piedad por los muertos, víctimas de los ataques terroristas, no nos debería y no nos lo hace impedir el demostrar también nuestro sentimiento por otros muertos", ha subrayado.

Borrell ha instado a los Veintisiete a actuar de acuerdo a cuatro principios: "La firmeza, la humanidad, la coherencia y una actitud política proactiva frente a este conflicto", según ha enumerado en su intervención ante la Eurocámara. Además, ha apelado a la "voz de la razón" para ir más allá de los "sentimientos al rojo vivo" para condenar las muertes de civiles inocentes tanto israelíes como palestinos.

Los palestinos "también son víctimas de Hamás"

Al margen de que se aclare la autoría del bombardeo al hospital, Borrell ha reiterado que "el derecho a la defensa, como todos los derechos, tiene límites" y ha señalado como tal el "derecho internacional humanitario".

Para el alto representante la "firmeza" que ha reclamado a la UE empieza con "la clara condena de Hamás", una "organización terrorista" que ha estado "boicoteando" los intentos por la paz y que "no se le puede identificar con el pueblo de Palestina". Según ha afirmado, podría haber atentado contra Israel por motivos "estratégicos".

Los palestinos "también son víctimas de Hamás", ha recordado Borrell, que ha incidido también en la necesidad de "pedir la liberación de los rehenes" israelíes.

Presión a Israel por la falta de agua y suministros en Gaza

Sobre la "humanidad", Borrell insistido en que todas las guerras tienen "sus reglas" y se ha dirigido al gobierno israelí: "Cortar el agua y los suministros básicos de una población no es compatible con el derecho de la guerra".

"No podemos hacer responsables a todos los gazatíes de las acciones criminales de Hamás", ha clamado también tras recordar que ya hay más de 3.000 muertos en Gaza y al menos una cuarta parte de ellos son niños.

Así, Borrell ha instado a redoblar la presión internacional para que Israel permita la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y ha apelado a la "coherencia" de los Veintisiete con la acción coordinada con la UE, y en este punto ha aplaudido la decisión de la Comisión Europea de casi triplicar su ayuda a los palestinos.

En esto mismo ha insistido antes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una rueda de prensa tras una reunión celebrada este martes por videoconferencia: "Creemos que es muy importante hacer posible el acceso humanitario para las personas que lo necesitan, garantizar que tienen acceso a agua, a electricidad, a comida, a los medicamentos que necesitan".

Michel ha manifestado que el bombardeo contra un hospital en Gaza "está mostrando la situación dramática sobre el terreno para la gente que está ahí". "Un ataque contra civiles no está en línea con el Derecho Internacional", ha zanjado.

El presidente del Consejo Europeo ha explicado las distintas vías de acción que los líderes de los Estados miembros han acordado ordenar a sus ministros de Exteriores y embajadores.

"Primero, estamos decididos a asegurar que habrá una monitorización constante, con intercambio de información entre nosotros, intercambios de evaluaciones. Se necesitará un máximo de coordinación para asegurar que estamos extremadamente unidos en este tema muy importante", ha afirmado.

En segundo lugar, sobre la acción humanitaria, el político belga ha declarado que los líderes de la UE también quieren coordinarse "mucho" con Naciones Unidas y "mostrar que son consecuentes, coherentes", un mensaje en línea con las palabras este miércoles del alto representante.

"Relanzar" la solución de los dos Estados

Durante su intervención en la Eurocámara, Borrell ha advertido también Tel Aviv de que "la paz entre los países árabes de Israel, que es una buena noticia, no trae consigo automáticamente la paz entre Israel y Palestina" y mientras que esta última no se consiga, "no habrá ejército suficientemente poderoso para garantizar la paz de Israel".

Por ello, ha pedido llevar a la práctica los acuerdos de Oslo, que ya cumplen 30 años, y que aún no se han aplicado. Desde entonces "el número de colonos en los territorios ocupados se ha multiplicado por tres. Y el espacio del posible Estado palestino se ha ido reduciendo", ha señalado.

En este sentido, Borrell ha indicado que está desplegando todos sus esfuerzos en "relanzar" un proceso que pueda conducir a retomar la solución de los dos Estados, al igual que están haciendo muchos países de Naciones Unidas.

Por último, ha insistido en la importancia de evitar el conflicto se extienda regionalmente —hacia la frontera con el Líbano— y globalmente —como un choque "entre el mundo musulmán y el mundo cristiano", con los problemas de seguridad que eso implicaría.