El blindaje finlandés
- Finlandia está reforzando sus más de mil kilómetros de frontera con Rusia aumentando el blindaje desde la invasión a Ucrania
- Los finlandeses han apoyado mayoritariamente entrar en la OTAN; están convencidos de que la “agresión viene del Este”
- Ya puedes ver el preestreno de 'Finlandia: la defensa en el ADN' en RTVE Play
Finlandia cuenta con 800.000 reservistas. El número de personas que ha pedido hacer prácticas militares se ha multiplicado tras la invasión de Rusia a Ucrania.
Turo Oraste, oficial, nos explica que, cuando empezó, tenía a mucha gente que le cuestionaba por qué pasaba su tiempo libre en los ejercicios…”Después del ataque ya nadie me preguntaba por qué estaba participando como reservista. Me animaban. Me preguntaban cómo podían sumarse”.
En las instalaciones militares de la isla de Santahamina, por cierto, donde está realizando su servicio militar el famoso jugador finlandés de la NBA Lauri Markkanen, hemos comprobado como los reservistas están realizando un entrenamiento avanzado de asalto en áreas urbanas.
Actualmente hay 280.000 reservistas que saben el lugar exacto al que tienen que dirigirse y qué deben hacer caso de empezar un conflicto armado. Juho Tiainen, jefe de zona, nos comenta que mostrar tu fuerza ya es usar la fuerza. “Cuando los potenciales enemigos vean que somos un pueblo muy activo, que estamos entrenando, que tenemos esta capacidad, aumentará el respeto. Y podemos decir que nos convierte en un objetivo menos atractivo".
En la OTAN, sin referéndum
El 4 de abril del 2023 Finlandia entró en la OTAN sin referéndum, veintiocho años después de ingresar en la Unión Europea. Rompía con una amplia tradición de neutralidad de siete décadas. Según el periodista Raine Tiesalo no supuso ningún conflicto.
“Cuando empezó la guerra de Ucrania, los políticos se dieron cuenta, de que era la oportunidad de escuchar lo que pensaba la gente. De repente, en unos meses, la opinión pública cambió mayoritariamente a favor de la adhesión a la OTAN. El cambio fue radical”
La nueva ministra de Exteriores, del partido conservador Coalición Nacional, Elina Valtonen venía defendiendo durante años el ingreso en la Alianza. Cree que para Finlandia es su lugar natural, para un país europeo que es una democracia estable desde hace más de cien años.
“Elina Valtonen, ministra de Exteriores: “La guerra que Rusia lleva contra Ucrania es una guerra que Rusia empezó contra todo occidente, y nuestra forma de vida"“
“Necesitamos darnos cuenta de que la guerra que Rusia lleva contra Ucrania es una guerra que Rusia empezó contra todo occidente, y nuestra forma de vida, definida por: democracia, el imperio de la ley, derechos humanos y también -por descontado - el respeto a que la gente pueda escoger su forma de vida y mantener su privacidad”.
Finlandia es uno de los ocho países de la OTAN que destina un 2% de su riqueza anual a defensa. Un presupuesto aumentado en los últimos años por la reciente adquisición de 64 cazas F-35.
El portavoz del ministerio de Defensa, Kristian Vakkuri también considera lógica la entrada en la Alianza, tras la agresión a Ucrania. “No es un deseo contra nadie. Desde el punto de vista de Finlandia, se trata de cómo maximizar nuestra seguridad de cómo contribuir a la estabilidad en nuestra región.”
Desde el Ministerio aseguran que la zona fronteriza está resguardada. La línea divisoria con Rusia alcanza los 1.340 kilómetros, con un sinfín de lagos entre los dos países. En la zona de Imatra se ha comenzado a construir un muro para reforzar la frontera que pretende extenderse hasta los 200 kilómetros.
El recuerdo de “Talvisota”
La memoria de las familias finlandesas está marcada por el intento de invasión de la Unión Soviética a Finlandia de 1939, llamada la “Guerra de Invierno” o “Talvisota”. Conflicto que tuvo lugar en unas condiciones extremas, con temperaturas que llegaron a alcanzar los -43 grados.
Murieron más de 100.000 soldados rusos. Tras la contiendo, en el tratado de paz, Moscú consiguió anexionarse territorios finlandeses como el itsmo de Karelia. Ello supuso el éxodo, abandonado sus hogares, de 422.000 finlandeses. Un auténtico trauma histórico. Por ello, tanto temor a la expansión del país vecino.
En el Día de los Veteranos, Rainer Kolin que participó en la guerra mundial con 14 años, nos comenta “Estamos bien. Por que ahora somos miembros de la OTAN. Ya no estamos solos”.
“Alli Korva, 101 años: “Un país tan pequeño, al lado de uno tan grande... me lleva a pensar en lo positivo que ha sido entrar en la OTAN"“
Alli Corva, tenía 17 años al empezar la Guerra de Invierno. Pertenecía a la organización femenina de las Lottas, que realizaban misiones de vigilancia aérea. Hoy tiene 101 años. También dice sentirse aliviada, después del susto de la invasión de Ucrania. “Yo tenía la misma sensación, y pensamos que sería maravilloso unirnos rápidamente a la OTAN, por seguridad y para evitar estar solos. Un país tan pequeño, al lado de uno tan grande... Me lleva a pensar en lo positivo que ha sido entrar en la OTAN”.
60 búnkeres operativos en Helsinki
Desde 1954 es obligatorio en las ciudades finlandesas que, cuando se edifique un inmueble de más de 2.500 metros cuadrados, también se construya un refugio antiaéreo. En Portada ha tenido la oportunidad de entrar en dos de los mayores búnkeres de Helsinki, donde ahora están las piscinas de Itäkeskus y el polideportivo de Merihaka.
En la capital hay 60 grandes refugios. Para el jefe de planificación de Defensa Civil, Jari. J. Markkanen la protección de la ciudadanía está garantizada: “Queremos proteger a nuestra gente de todo tipo de situaciones: Explosiones, derrumbes, sustancias radioactivas o incluso guerra química”.
Sorprende adentrarse por los distintos tipos de acceso a estos equipamientos subterráneos y también que haya varias puertas. “El túnel que nos lleva hasta la primera puerta es angulado. Es decir, cuando la onda expansiva avance, tendrá que hacer zigzag. El impacto ya no será tan fuerte. Y estas puertas son tan pesadas, que incluso podrían alcanzar hasta la onda expansiva de una explosión nuclear”.
El polideportivo de Merihaka puede albergar a 6.000 personas. Hay muchas pistas de floorball (hockey pista), también salones para la vida social y hasta espacios donde celebrar fiestas de cumpleaños. “Para la gente será más fácil venir a estos refugios durante el tiempo de guerra. Si hay una explosión fuera del refugio, no tendrán tanto miedo, porque ya habrán estado aquí. Han estado jugando aquí. Han estado bañándose en la piscina. Ya no será más un lugar especial. Les resultará un espacio familiar”.
Disidentes rusos que piden libertad
“Talvisota” o Guerra de Invierno también es el título de una obra de teatro que se está representando en Helsinki y el autor es un conocido dramaturgo ruso, Mihail Durnenkov, que ha huido de su país hacia Finlandia para preservar su libertad de expresión. “Como artista, yo siempre estaré en el lado humano. Contra el sistema. Dejé mi país porque quería preservar esa libertad. Yo no puedo respirar sin esa libertad para hablar”.
“Mihail Durnenkov, autor ruso: “Yo veo esta contienda como una guerra entre el pasado y el futuro"“
Empezó a escribir obras contra la guerra después de la invasión de Crimea, en el 2015. Su visión fue premonitoria. “Si Putin gana la guerra, habrá repercusiones hacia todo el resto del mundo y no solo en Ucrania. Él no parará. La Unión Soviética nunca murió. No lo ha hecho todavía. Yo veo esto contienda como una guerra entre el pasado y el futuro”.
Durnenkov da clases en la escuela pública finlandesa-rusa, que, como otros cuatro centros de la capital, enseñan finlandés y ruso desde pre-escolar. El ruso es la tercera lengua más hablada del país.
Este reportaje de actualidad, que ha recordado las guerras de los abuelos, acaba con unas las palabras de dos mujeres jóvenes, una finlandesa y otra rusa, que ahora vive en Finlandia después de huir de su país por la invasión. Las dos anhelan lo mismo. Que, por sus hijas, llegue pronto la paz.
Niina Komi, responsable de la gasolinera Teboil de Imatra espera que Rusia pare la guerra: “Quizás algún día cada nación pueda ser amiga de las demás, Esto es muy importante para mí. Porque estamos muy cerca de la frontera rusa. Espero que mi hija no tenga que ver esta guerra. Y que quizás pueda vivir en paz con los vecinos”.
Ksenia Timshina, huyó de Rusia y hoy regenta un café en el centro de Imatra. “Creo que mi hija llegará a ser una ciudadana del mundo. Yo quiero que sea libre. Que pueda viajar libremente donde quiera. Que pueda hablar libremente en varios idiomas. Y que pueda…ser bienvenida en cualquier sitio. Aunque tenga raíces rusas”