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Análisis | Elecciones en Argentina

Javier Milei, el bolsonarismo a la argentina: "Genera mucha incertidumbre, no se sabe qué está dispuesto a hacer"

  • Las propuestas del candidato ultraliberal provocan desconfianza entre los empresarios
  • Milei ha matizado su discurso y el alcance de alguno de sus proyectos estrella, como la dolarización

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Javier Milei, candiato de La Libertad Avanza a la presidencia de Argentina. REUTERS/Agustin Marcarian
Javier Milei, candiato a la presidencia de Argentina

Javier Milei, candidato a las elecciones presidenciales en Argentina, ha pasado de ser considerado un excéntrico sin experiencia política ni opciones que hacía campaña con una motosierra para llamar la atención, a favorito en las encuestas.

Incluso en un país como Argentina, patria de un fenómeno político como el peronismo, Milei es un candidato difícil de clasificar por sus propuestas extremas, al que analistas consultados por RTVE.es emparentan con Donald Trump o Jair Bolsonaro. Sin embargo, con el aumento de sus expectativas, Milei ha tenido que matizar el alcance de alguno de los proyectos que más incertidumbre generan, y que no se sabe si tiene intención de cumplir en caso de llegar a la Casa Rosada.

Entre el conservadurismo y la extrema derecha ultraliberal

Con su victoria en las primarias, Javier Milei (Buenos Aires, 1970, economista y profesor) ha alterado un ecosistema político en el que dos grandes partidos, el Justicialista (peronismo) y la Unión Cívica Radical (radicalismo), han ordenado tradicionalmente la política argentina, dando cabida en su seno a tendencias diferentes, en ocasiones muy alejadas entre sí. Mauricio Macri, presidente entre 2015 y 2019, llegó al poder con un partido propio, Propuesta Republicana, pero aliándose con el radicalismo.

"En Argentina la discusión era peronismo-antiperonismo, en los últimos años kirchnerismo-antikirchnerismo. No se solía hablar de derecha-izquierda. Milei ha cambiado eso", explica a RTVE.es Cecilia Rodríguez, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Burgos e investigadora del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca.

Las promesas del candidato, que enmarca siempre en la defensa de la "libertad" (La Libertad Avanza es el nombre de su partido) se alejan de lo habitual. Defiende recortar hasta el mínimo el papel del Estado (de ahí la motosierra), con medidas como la desaparición del Banco Central y de 11 ministerios, entre ellos los de Salud, Trabajo, Ciencia y Mujeres. También propone abandonar el peso y dolarizar la economía.

Su agenda social combina la oposición al aborto con declaraciones a favor de la libre identidad de género, la venta de órganos, o la legalización de las drogas. A lo que añade el negacionismo del cambio climático y una desconfianza en la comunidad científica.

En conversación con Jimena Blanco, directora para las Américas de Verisk Maplecroft, una empresa que realiza análisis de riesgo global, y Mariano Machado, analista principal de la firma para el Cono Sur, hemos intentado situar a Milei en el espectro político.

"Está correctamente ubicado en el conservadurismo", dice Machado. En este sentido, podría compararse con el peronismo de derechas de Carlos Menem.

La novedad es el énfasis en un proyecto liberal individual en extremo (el candidato se autodefine como "libertario", en la acepción estadounidense del término, que nada tiene que ver con la española). "Eso rompe con la facilidad para ubicarlo, porque si se dice conservador en América Latina en general y Argentina en particular, sigue habiendo proyectos colectivos y una gran mano ordenadora", añade Machado.

El marco en Argentina en este momento es triste. Ante la desesperación, alguien que plantee terminar con lo que existe tiene opciones.

"Es una extrema derecha bastante radicalizada", califica por su parte Cecilia Rodríguez.

Los choques continuos que ha sufrido la economía argentina desde los años noventa del siglo pasado, y la situación acutual, explican el éxito de este discurso. "El marco en Argentina en este momento es triste - se lamenta la investigadora del Instituto de Iberoamerica - Ante la desesperación, alguien que plantee terminar con lo que existe tiene opciones".

Similitudes y diferencias con Trump y Bolsonaro

Aunque Milei es un caso novedoso en Argentina, no le han faltado modelos en el continente, al norte y al sur.

"Milei se parece a Trump en el manejo de los medios, del show, en la manera de hablar, en que le da igual insultar a la gente", comenta Rodríguez.

Sin embargo, el hecho de estar al frente de un partido pequeño creado exclusivamente en torno a su persona diferencia a Milei de Trump (que, no lo olvidemos, utiliza como vehículo al Partido Republicano), y le asemeja a otros recién llegados a la escena política que se han hecho con el poder en la región. Por ejemplo, con el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, con el que a menudo se le compara.

"Comparten ese discurso de derecha de sostener incluso que el cambio climático es una mentira, de estar en contra del Estado, un poco contra todo lo tradicional", señala la investigadora del Instituto.

No obstante, Bolsonaro contaba con bases entre los evangélicos y los militares, mientras que el argentino carece de apoyos amplios. "Se parece más a Pedro Castillo en Perú, una figura débil, con los problemas de gobernabilidad que pueda traer", asegura Rodríguez.

Milei mete la dictadura en campaña

El candidato ha levantado también polémica por sus declaraciones sobre la represión durante la última dictadura (1976-1983). Afirmó que fue "una guerra" en la que se cometieron "excesos", parafraseando a Emilio Massera, uno de los miembros de la Junta Militar, condenado por crímenes de lesa humanidad.

Milei sigue así el discurso de su candidata a la presidencia, Victoria Villaruel, hija de militar y activista en favor de las víctimas de los grupos armados que operaron antes de la dictadura y que no han sido reconocidas por el Estado.

Al candidato, la polémica le sirve también para distanciarse del kirchnerismo, que convirtió la memoria histórica en una de sus prioridades.

"Siempre ha insistido un discurso minoritario que sostiene que fue una guerra de dos bandos y que no fueron tantos desaparecidos... Pero siempre fueron pocas voces - afirma Cecilia Rodríguez - Que ahora se les dé esta relevancia es preocupante".

"Le podría quitar votos en el futuro - evalúa Jimena Blanco - pero, este tema hoy está en segundo plano. La gente esta más preocupada por llegar a fin de mes".

Los riesgos de Milei: el "abismo" económico y la ingobernabilidad

Las expectativas de una victoria en primera o segunda vuelta han llevado a que muchos se pregunten ya por los riesgos de una presidencia de Milei. En primera lugar, por la posible repercusión económica de sus propuestas más rompedoras.

La economía argentina está parada al borde del abismo nuevamente. Cualquier cambio en la dirección del timón puede generar un resultado catastrófico.

"El sector privado tiene dudas, preocupaciones inmensas porque opera en un sistema macroeconómico altamente inestable", explica Jimena Blanco. "La economía argentina está parada al borde del abismo nuevamente. Cualquier cambio en la dirección del timón puede generar un resultado catastrofico".

"Los empresarios tienen miedo de que esto pueda explotar del todo", confirma Cecilia Rodríguez. "El escenario genera preocupación gane quien gane. Argentina está a punto de explotar. Pero despierta mucha incertidumbre que no se sepa realmente que está dispuesto a hacer Milei".

Para calmar los ánimos, el candidato ha matizado los plazos de algunos de sus proyectos, como la dolarización, y declara que requerirán hasta 35 años para implementarse. "Eso en Argentina son dos eternidades", ironiza Mariano Machado.

El segundo riesgo es el de la gobernabilidad. La Libertad Avanza no cuenta con implantación territorial en las regiones y municipios, ni el apoyo suficiente en el Congreso Nacional para aprobar leyes como las que se proponen. Si intenta gobernar por decreto, puede chocar con el poder Legislativo y con la Corte Suprema (tribunal constitucional).

"Sería un gobierno extremadamente débil, que a la vez propone reformas que requieren mayorías extremadamente altas, y una reescritura del contrato social casi completo. Si gana, será una tensión que durará toda la legislatura", opina Blanco.

Pero la mayor duda que tienen los argentinos es si Mieli realmente se propone hacer lo que dice. "Incluso la gente que le apoya cree que hay cosas que no va a hacer, que forman parte de su show", asegura Cecilia Rodríguez.

Los analistas de Verisk Maplecroft creen que no podrá. "En la región y en el país hemos visto que a veces se apela a agendas extremas para llegar al poder en un sistema presidencialista, pero a la hora de gobernar se negocia con el statu quo", recuerda Mariano Machado. Y Jimena Blanco apostilla: "como decimos en Argentina, la realidad se lo puede llevar puesto".