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El PP exhibe músculo territorial contra la amnistía mientras el PSOE negocia en silencio: "Las piezas encajarán"

  • Se cumplen tres meses del 23J y Sánchez sigue inmerso en una negociación que se alarga en medio de la discreción
  • El PP endurece el tono en contra de la amnistía que negocia el PSOE con los independentistas y ERC recupera el foco

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Moreno, Rueda y Aragonès en el Senado
Moreno, Rueda y Aragonès en el Senado

Cuando se cumplen tres meses de la celebración de las elecciones generales del 23J, España sigue sin saber si Pedro Sánchez reeditará un gobierno de coalición o si las urnas se volverán a colocar el próximo domingo 14 de enero. Y mientras el calendario sigue corriendo, cada partido mantiene sus líneas estratégicas ante lo que pueda venir. El PP sigue con la presión en cada espacio institucional- ayuntamientos, parlamentos regionales y Senado- y en la calle para cargar contra la amnistía que negocia el PSOE con los partidos independentistas, mientras que los socialistas han hecho del silencio y la discreción- ya lo avisaron- su estrategia para avanzar hacia una investidura que ven posible, sin explicar aún su posición concreta sobre esa hipotética amnistía.

El PP ha querido esta semana mostrar el músculo territorial obtenido en las elecciones autonómicas de mayo y hasta once presidentes han desfilado por el Senado para decir un 'no' rotundo a la posible amnistía a los encausados por el 'procés'. Todo el PP, en bloque, se conjura contra este posible acuerdo de Sánchez con ERC y Junts. A su juicio, esto supone "pedir perdón a los delincuentes", además de una "indignidad", "transacción infame", "inmoralidad", "ilegalidad", "humillación", "traición" y "felonía" contra España. La más dura en la Cámara Alta fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien dijo que "si esta indignidad triunfa, pronto no habrá españoles".

Varios 'barones' populares han avanzado también que irán a los tribunales para impedir posibles "agravios y discriminaciones" a sus comunidades si hay ventajas en financiación o condonación de deuda a Cataluña.

Pero además de en las instituciones, los 'populares' mantienen su presión contra la amnistía en la calle y anuncian nuevos "actos abiertos", como el que celebraron en Madrid a finales de septiembre, para cargar contra esa negociación de Sánchez: el primero será este domingo en Toledo y convocarán otros dos en Valencia y en Málaga.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, lamenta el "oscurantismo absoluto" con el que el PSOE está desarrollando la negociación para la investidura y ve capaz a Sánchez de pactar un referéndum "disfrazado de consulta no vinculante". Desde el PP dan por hecho que "la amnistía ya está pactada".

El PSOE cree que "hay tiempo": "Las piezas encajarán"

Tanto desde Moncloa como desde Ferraz trasladan el mensaje de que la negociación "fluye" y es "seria" y que la "voluntad por parte de todos es negociar", según fuentes a TVE, que siguen insistiendo en la "complejidad" de la misma.

Apelan constantemente a la discreción, trasladan el mensaje de que la investidura de Sánchez es "posible" y critican las prisas del PP "cuando estuvieron un mes pelando la pava", en referencia al tiempo que tuvo Feijóo para tratar de sacar adelante una investidura que finalmente fue fallida. Acusan también al PP de "intrumentalizar" instituciones como el Senado "donde pretenden llevar el argumentario de la calle Génova".

"Hay tiempo", insisten, hasta el 27 de noviembre para que el socialista cierre un acuerdo y reconocen que aunque desde el independentismo siguen sosteniendo en público posiciones de máximos- insisten en la amnistía, pero también en el referéndum- en Moncloa siguen confiados en que las conversaciones llegarán a "buen puerto" y Sánchez será reelegido presidente. "Las piezas encajarán", se muestran confiados.

De momento el PSOE no ha ofrecido el detalle alguno del tipo de amnistía que estaría dispuesto a aceptar, a pesar de que Sánchez dijo que, una vez escuchadas las posiciones de los grupos, "el PSOE fijaría posición". Sí insiste en que hay hasta 57 diputados que reclaman la medida de gracia, en referencia a los parlamentarios de Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG. En caso de que finalmente los 121 del PSOE aceptasen esa amnistía la cifra alcanzaría los 178, superando la mayoría absoluta para que Sánchez sea investido presidente en noviembre.

La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, ha señalado esta semana que una vez que se haya logrado el acuerdo, se darán "todas las explicaciones". "Discreción en los trabajos, transparencia en las conclusiones y cuando hayamos culminado los trabajos los contaremos a la opinión pública", aseveró en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, para volver a reiterar, como el PSOE hace en cada intervención, que "todo lo que se negocie estará en el marco de la Constitución".

Todo ello en una semana en la que el barómetro del CIS apunta a que el PSOE pierde intención de voto y se acerca a un empate con el PP.

ERC busca su protagonismo en la negociación frente a Junts

Otra de las claves políticas de esta semana apunta a ERC, con un presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tratando de buscar un protagonismo frente a Junts en la negociación.

El martes el 'president' lanzaba su propuesta de referéndum pactado, solo para Cataluña, con pregunta "clara" y "respuesta sí o no" como "única fórmula para resolver el conflicto" y el jueves acudía al Senado para abanderar, frente a todos los presidentes autonómicos del PP, la defensa de la amnistía y la autodeterminación de Cataluña.

Los republicanos tratan así de recuperar protagonismo tras varios meses en los que Junts y Carles Puigdemont han acaparado todos los focos como los actores principales para que Sánchez sea o no investido, dejando claro estos además que no renuncian a la unilateralidad en la búsqueda de la independencia, principal discrepancia con los republicanos para la consecución de un mismo objetivo.

Octubre: de la designación como candidato a los gestos y el silencio

Así las cosas, avanza octubre. La primera semana del mes estuvo marcada por la designación de Sánchez como candidato y el reconocimiento por su parte de que la amnistía, que por fin citó, estaba encima de la mesa de negociación y la segunda semana de este mes clave le tocó el protagonismo a las reuniones de Sánchez con los grupos parlamentarios, con gestos, llamadas y fotografías simbólicas para avanzar en su investidura.

Esta tercera semana de octubre el manto del silencio sobre los avances de dicha negociación ha marcado todo y los partidos se adentran ya en la próxima y última semana con la presión de unos y otros para lograr avances, conseguir sus condiciones o romper la baraja e ir a elecciones.

De llegar a noviembre sin acuerdo cerrado, la sombra de la repetición electoral empezará a hacerse cada vez más y más grande.