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Radiografía de la potencia militar israelí: una maquinaria capaz de arrasar Gaza

  • La presencia de población civil y rehenes dificultará la operación terrestre
  • Hamás dispone de una amplia red de túneles en el norte de la Franja: "No será un paseo militar"

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Análisis de la fuerza del ejército israelí
Un Merkava Mark IV israelí en un ejercicio en los Altos del Golán.

La respuesta de Israel al ataque de Hamás desde Gaza del 7 de octubre (en el que murieron 1.400 personas) se ha cobrado ya la vida de más de cuatro mil civiles palestinos y ha provocado un millón de desplazados. Tras los bombardeos, la siguiente fase, la invasión terrestre, parece inminente.

El objetivo de Israel sería, supuestamente, destruir a la organización palestina, aunque algunos miembros del gobierno han insinuado que podría ocupar permanentemente una parte de la Franja.

No hay duda de que Israel puede arrasar Gaza. Su capacidad militar no tiene rival en Oriente Medio. Dispone de las armas más modernas (de producción propia y estadounidense), y las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés; Tsahal, en hebreo) han demostrado su superioridad en el combate a lo largo de varias guerras. Lo que no está tan claro es el coste de una operación terrestre en vidas civiles y de combatientes, y cuál será la estrategia de salida.

Capacidad militar de Israel

El portal especializado en asuntos militares Global Firepower (GFP) sitúa a Israel entre los 20 países militarmente más poderosos del mundo, concretamente en el número 18, por detrás de países como Turquía, Egipto o Irán. El organismo elabora un índice que tiene en cuenta factores como la población, el número de efectivos, condiciones geográficas y otros.


El organismo también evalúa las fortalezas y debilidades de cada uno de los ejércitos. Así, el de Israel destaca por su fuerza aérea, terrestre y en los recursos humanos. Sin embargo, está lejos de las mayores potencias. Además, flaquea a escala naval, de ahí que las Fuerzas de Defensa hayan obviado la invasión de la Franja por mar.


En Israel el servicio militar es obligatorio para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, que después pasan a la reserva hasta los 40 años. Prácticamente toda la población adulta tiene formación militar. Según GFP, esto permite a Israel disponer de 3.744.000 soldados, un 42% de la población total. Es el séptimo país que más tropas cuenta con respecto a su población.

Actualmente, hay 173.000 israelíes en servicio y 465.000 en la reserva activa. Israel ha llamado a filas a 360.000 reservistas para la guerra con Hamás, en la mayor movilización desde la guerra del Yom Kipur (1973).

Qué va a usar Israel en la operación en Gaza

Junto a la frontera con Gaza ya se han concentrado 300.000 de estos reservistas. Y entre el material desplazado han podido verse tanques, obuses autopropulsados, vehículos blindados de combate y de transporte de tropas, y maquinaria para la labor de zapadores, como excavadoras, que se encargarán de derribar muros y retirar escombros.

"Israel necesita más tiempo para tener a sus fuerzas preparadas, a los reservistas encuadrados y adiestrados en las habilidades que hayan perdido ―explica Rodríguez Garat― y necesita inteligencia de la zona, desde espionaje tradicional hasta la entrada de comandos para saber a qué se van a enfrentar, para preparar el terreno".

Las cifras de los efectivos y medios con los que cuenta Hamás no están claras y se basan en la observación de sus acciones y en las declaraciones de sus dirigentes, en las que es difícil diferenciar qué es realidad y qué es propaganda.

El grupo afirma que dispone de 30.000 combatientes, pero no es seguro que todos cuenten con formación militar ni con el equipo necesario. Los milicianos no han exhibido hasta ahora más que armas ligeras y algunos lanzagranadas, y han demostrado haber aprendido de la guerra de Ucrania tácticas en el uso de drones comerciales.

"Hamás actúa en formato células, se reúnen para realizar una acción; a continuación se dispersan para que, si cae una célula, el resto no se vean comprometidas", ha explicado en TVE Francisco José Gan Pampols, teniente general retirado del Ejército de Tierra.

La organización dispone de cohetes artesanales como los Qasam, más baratos y que han demostrado que pueden saturar las defensas antiaéreas y alcanzar objetivos en Tel Aviv o Jerusalén.

Una potencia militar por tierra y aire, pero no por mar

La potencia de las Fuerzas de Defensa de Israel se palpa sobre todo en tierra. Aunque los tanques solo representan un 4% de todo su material terrestre, destaca uno: el Merkava. Este carro de combate, que Israel empezó a producir en 1974, estrenó su último modelo, el Merkava IV Barak, a mediados de septiembre. Incorpora inteligencia artificial que le permite procesar los datos de su entorno para tomar decisiones, como la neutralización de un enemigo, sin exponer a la tripulación.

La principal arma del Merkava (primera imagen) es un cañón capaz de disparar 48 veces, incluidos misiles LAHAT, con un sistema de apuntamiento vía láser. Los M113 (segunda) son vehículos de fabricación estadounidense e israelí para el transporte de personas, con un máximo de 11, incluidos conductor y comandante.

El M109 Doher (primera imagen) es una máquina de artillería autopropulsada de confección mixta (EE.UU e Israel) que necesita hasta seis artilleros. El MIM-104 Patriot (segunda) es un sistema de lanzacohetes múltiple con un precisión que varía entre el 50% y el 75%, en función del blanco y las condiciones externas.

La fuerza aérea israelí está compuesta de aviones y helicópteros de fabricación estadounidense (251 F16 y 176 UH-60A/L, respectivamente). También dispone de 36 cazas furtivos F-35 (de un total de 50 contratados), un modelo considerado el avión de combate más avanzado del mundo. La Marina, en cambio, solo dispone de 45 patrulleras, 5 submarinos y 7 corbetas.

El Ejército israelí utiliza tres modelos de F-16 de fabricación estadounidense. El modelo C (primera imagen), de un solo motor y monoplaza, está diseñado para ser un "caballo de batalla", mientras que el I o Sufa (segunda), está reconvertido en un 50% por la Fuerza Aérea Israelí. El caza F-16D (tercera) es un avión biplaza usado para entrenamiento.

El helicóptero utilitario militar UH-60 (primera imagen) es una de las aeronaves más usadas por Israel para tareas de apoyo, mientras que el F-35I (segunda) es un avión de combate polivalente, monoplaza y con capacidad furtiva, reconvertido por Israel. La nave M-346 (tercera) es un biplaza de entrenamiento.

Aparte de todo esto, Israel cuenta con un sistema de defensa antiaérea, la Cúpula de Hierro, que ha demostrado no ser tan impenetrable como se pensaba.

Conviene no olvidar además que, aunque no lo haya admitido públicamente, Israel posee la bomba atómica. El Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés) estima que dispone de unas 80 armas nucleares: 30 "bombas de gravedad" para ser lanzadas por aviones, y 50 para ser transportadas por misiles balísticos Jericó II, con un alcance de entre 1.500 y 3.500 kilómetros, que podrían alcanzar incluso Irán.

Con 2.623 dólares por habitante, Israel es el segundo país del mundo que más dinero gasta en sus fuerzas armadas respecto a su población, según SIPRI. El presupuesto militar para 2023 se estima en 24.300 millones de dólares.

Además de disponer de sus propios recursos, Israel es el mayor receptor de ayuda exterior de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial: 158.000 millones de dólares (unos 150.000 millones de euros) hasta la fecha, la mayor parte en asistencia militar (datos del Congreso de EE.UU. ). El objetivo de Washington es mantener la "ventaja militar cualitativa" de su principal aliado en Oriente Medio sobre los países vecinos.

Joe Biden ha mostrado su apoyo a Israel en esta nueva guerra con Hamás y le ha enviado más ayuda. Además, EE.UU. ha desplegado esta semana dos portaaviones en el Mediterráneo, el Dwight D. Eisenhower y el Gerald R. Ford, para, en palabras del secretario de Defensa, Lloyd Austin, "disuadir a cualquier actor estatal o no estatal que busque escalar esta guerra".

Un combate urbano "complicado"

Juan Rodríguez Garat, almirante retirado, asegura a RTVE.es que Israel "podría arrasar Gaza desde el aire", sin arriesgar un solo soldado. "Si no lo hace, es porque las Convenciones de Ginebra no lo permiten, y su opinión pública tampoco lo iba a permitir".

Si finalmente los solados israelíes entran en la Franja, "se van a encontrar una batalla en un entorno urbano que es bastante complicado y requiere una enorme superioridad de fuego, inteligencia y adiestramiento", asegura Rodríguez Garat. La superioridad requerida, según la experiencia de otras batallas urbanas, como la que mantuvieron fuerzas estadounidenses en Faluya (Irak), es de cinco a uno.

El almirante retirado explica que en Gaza hay zonas abiertas donde Israel podría usar sus carros de combate, pero en los espacios cerrados "tendrá que entrar la infantería casa por casa".

La capacidad de Hamás para enfrentarse a los tanques es "muy reducida", según Rodríguez Garat, y no se puede comprar a la de la milicia libanesa Hizbulá, que en 2006 destruyó una veintena. "Eso no significa que no puedan destruir un carro de combate, eso se puede hacer con cohetes, aunque no sean los más sofisticados, o con drones suicidas. No va a ser un paseo militar", advierte el almirante.

Según Gan Pampols, los cuarteles o instalaciones de Hamás están "mimetizados con la población civil", o bajo tierra. Todo el norte de la Franja está horadado por centenares de kilómetros de túneles, algunos a 40 metros de profundidad, en los que apenas cabe una persona.

Los túneles de Hamás y la presencia de rehenes dificultan las operaciones del Ejército israelí en Gaza - Ver ahora

John Spencer, responsable de estudios sobre guerra urbana del Instituto de la Guerra de la academia militar de West Point (EE.UU.), ha explicado en redes sociales que Hamás usa los túneles de dos maneras: a la defensiva, para ocultar y proteger sus puestos de mando, comunicaciones y armas; y de manera ofensiva, para llevar a cabo ataques sorpresa u ocultar lanzaderas de cohetes que pueden ser detonados a distancia.

Es en estos túneles donde Hamás y la Yihad Islámica pueden esconder a los rehenes secuestrados en territorio israelí y llevados a Gaza (203 según la última cifra de las autoridades israelíes; 250 según Hamás). "Los rehenes estarán escondidos y protegidos ―prevé Gan Pampols―. Son acciones que, de poder realizarlas, Israel llevará a cabo, incluso asumiendo un coste elevado de vidas".

La presencia de rehenes dificulta igualmente una tregua, advierte Rodríguez Garat. "La estrategia de salida es extremadamente complicada, aunque siempre se llega a ella - asegura - Mientras haya rehenes y Hamás diga que no los va a devolver, Israel tendrá que intentar rescatarlos y las hostilidades continuarán, aunque con una intensidad que se irá reduciendo".

La operación terrestre puede provocar aún más muertes entre la población del norte de Gaza, donde siguen operando hospitales y otras instalaciones civiles. La escalada de 2008-2009 duró 22 días, y en la de 2014 la tregua llegó tras 50 días de bombardeos. En solo dos semanas, la cifra de civiles palestinos muertos en esta guerra ya supera la de aquellas.

Documentación: Cristina Pozo García, Jaime Gutiérrez y José Á. Carpio | Infografías: Pedro Jiménez y Juanma Leralta.