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Análisis | Elecciones en Argentina

'Milei contra todos' o 'Todos contra Milei'

  • Miles de jóvenes apuestan por romper el tablero político tras años de decepciones
  • Con un discurso provocador, el economista ultraderechista se erige como gran favorito para las elecciones
  • Elecciones de Argentina 2023, en directo

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Javier Milei durante su discurso del cierre de su campaña en el Movistar Arena de Buenos Aires
Javier Milei durante su discurso del cierre de su campaña en el Movistar Arena de Buenos Aires

En un país acostumbrado a la discusión permanente hay un acuerdo generalizado: La campaña electoral de las elecciones generales de 2023 ha sido de Javier Milei.

Todo gira en torno a este economista que en pocos años ha pasado de ser un tertuliano polémico que subía la audiencia en televisión a ser el principal favorito para gobernar un país de 46 millones de habitantes.

Ya hace dos años sorprendió al entrar en el Congreso como diputado y desde entonces su campaña presidencial no ha parado hasta ganar las Primarias obligatorias del mes de agosto con el 30% de los votos.

Milei ha conseguido conectar con la juventud

Con unas formas deslenguadas basadas en la provocación como forma de llamar la atención, Milei ha captado el foco y ha sabido conectar con una juventud constantemente decepcionada con la clase política tradicional.

La consultora política Ana Paola Zubán señala que el 40% de los votantes tienen entre 16 y 35 años y que gracias a las redes sociales Milei los ha conquistado. “Entendió que la comunicación hoy es horizontal y no tan vertical como la que manejan los partidos tradicionales. Triunfó con la idea de romper todo, de resetear la política”, añade aunque el propio Milei sea el único activo de su campaña. Y eso quedó claro durante su cierre de campaña en Buenos Aires.

Según su equipo, asistieron 15.000 personas en las que abundaba la juventud y las ganas de romper el sistema actual. “Si quieres cambiar las cosas, solo puedes votar a Milei”, señalaba Marco, porteño de 24 años que blandía una motosierra de cartón, uno de los símbolos del candidato que juega entre el mesianismo y los dogmas ultraliberales.

Porque la demolición de lo establecido es el gran argumento del candidato de ‘La Libertad Avanza’. “Milei es disruptivo, te puede gustar o no lo que dice, pero lo cierto es que si quieres cambio es el único que puede conseguirlo, estamos hartos de los partidos políticos, hay que hacer tabla rasa con ellos”, aseguraba Leonel.

Acostumbrado a las polémicas, ideas como la liberalización de la venta de armas o de órganos, su oposición al aborto o negar el cambio climático y la brecha salarial de género no parecen incomodar a sus seguidores.

Estela, de 21 años, reconocía que no estaba de acuerdo con algunas propuestas pero justificaba a su candidato “por estar en campaña electoral” a las puertas de un pabellón en el que abundaban las banderas de un león despeinado. “¿No os preocupa que Milei sea un salto al vacío, a lo desconocido?”, preguntamos. “¡Pero cómo vamos a tener miedo si ya estamos remal, con todo lo que nos han hecho”, contestan a coro varios fanáticos que cantan sin cesar contra “la casta política”.

Sobre todo aquel icónico ‘Que se vayan todos’ popularizado por jóvenes en 2001 tras la crisis del corralito. Entonces, uno de los que cantaba era Horacio Pietragala, niño robado de la dictadura y hoy secretario de Derechos Humanos del Gobierno.

“Nosotros cantábamos esa canción y tenemos que reconocer nuestra responsabilidad en que la situación actual haya generado un desencanto entre los jóvenes de ahora, pero no podemos olvidar que la crisis que vivimos está vinculada a las políticas ultraliberales que impuso la dictadura, que se corrigieron con los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y que Mauricio Macri potenció de nuevo con su préstamo del Fondo Monetario Internacional”, afirma.

Su despacho está en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), considerado el mayor centro de tortura de la dictadura militar y reconocido hoy por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Aunque cree que en general la juventud asume y condena las atrocidades que se cometieron contra la oposición política, también reconoce que crecen la indiferencia y un negacionismo al que Milei puso incluso cifras.

En un debate televisado, rebajó de 30.000 a 8.753 el número de personas desaparecidas y aludiendo a lo que llamó “situación de guerra civil” generada por dos grupos terroristas, los Montoneros y las ERP, para justificar el golpe militar de 1976.

En la plaza de mayo de Buenos Aires cada jueves se reúnen las madres,el histórico colectivo que denunció las desapariciones de miles de jóvenes durante la represión. Una de sus referentes, Carmen Arias, explica a RTVE que “si gana ese señor, nos vamos hacia una guerra civil. Van a destruir todo porque lo dicen abiertamente”. A su lado, otra de sus lideresas, Irene de Chueque, advertía ante decenas de personas reunidas que de que como hicieron durante la dictadura, “las madres pondrán su cuerpo en medio si hace falta”.

Acostumbrado a las polémicas

Las polémica de Milei no parecen tener fin, ha calificado de aberración la justicia social e incluso varios miembros de su equipo han llegado a proponer la ruptura de relaciones con el Vaticano dirigido por un Papa argentino o incluso aprobar leyes para que un hombre pueda renunciar por contrato a ocuparse de un hijo.

Son ideas malas y peligrosas”, aseguraba la candidata conservadora Patricia Bullrich mientras que el aspirante peronista, y ministro de Economía, Sergio Massa, señalaba que en estas elecciones “se decide si un trabajador tiene derechos a vacaciones pagadas o si el que trabaja sea simplemente un esclavo al que tratan como mercadería”.

Desde su partido señalan que no, que simplemente “una nueva Argentina está naciendo, la gente se dio cuenta de que ya no podemos seguir más así. Solo queremos el futuro que deseamos tener”, explica la aspirante a senadora en la provincia de Buenos Aires, Diana Zonaro. Mientras, sus seguidores aguardan una gran victoria y sus críticos tienen miedo.

Si logra el 45% de los votos o el 40% con una diferencia mayor de 10 puntos al segundo, Milei será presidente a la primera. Si no, tendrá que medirse de nuevo en las urnas a peronistas o conservadores el 19 de noviembre en un escenario totalmente distinto pero muy polarizado. Según se mire: ‘Milei contra todos’ o ‘Todos contra Milei’.