Los sindicatos celebran un acuerdo para rebajar la jornada laboral que para la CEOE tendrá "impacto negativo"

• UGT y CC.OO. aseguran que "es absolutamente asumible por el sistema productivo" y urgen a implementarlo cuanto antes
• La patronal, en cambio, cree que limitará la actividad de las empresas, el crecimiento de la economía y la creación de empleo

Un camarero durante su jornada de trabajo, en Madrid

Los sindicatos y las organizaciones empresariales se han posicionado este martes en favor y en contra, respectivamente, sobre el acuerdo para rebajar la jornada laboral a 37,5 horas semanales, una medida incluida en el pacto de gobierno de coalición alcanzado entre el PSOE y Sumar y que se haría efectiva en caso de que Pedro Sánchez sea investido como presidente del Gobierno.

Desde UGT y CC.OO. han celebrado que se trata de "un paso necesario y positivo, que va en la buena dirección", si bien se han mostrado prudentes hasta conocer la letra de la misma. "Quedan escollos mínimos antes que habrá que salvar, y es evidente que el acuerdo con Junts, ERC, PNV y Bildu llevará más tiempo y generará nuevos compromisos", ha señalado el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en declaraciones a los medios.

Por su parte, las organizaciones empresariales CEOE, CEPYME y ATA han expresado su rechazo a las medidas, pues a su juicio "van a tener un impacto negativo para la actividad de las empresas, en especial de las pymes y autónomos, y por tanto para el crecimiento de la economía y la creación de empleo en España".

La reducción de la jornada laboral es una medida que los sindicatos venían reclamando en los últimos años y que podría hacerse realidad esta legislatura en caso de que Pedro Sánchez sea investido presidente del Gobierno. A falta de conocer los detalles, desde Sumar han confirmado que se abordará en el ámbito de la negociación colectiva, tanto con sindicatos como con empresarios.

Los sindicatos creen que es "absolutamente asumible"

Ante las críticas de los empresarios, Álvarez se ha mostrado convencido de que es una medida "absolutamente asumible por el sistema productivo", que las empresas lo pueden adaptar y "no tiene por qué generar ningún problema".

En este sentido, el líder de UGT ha confiado en poder pactar estos cambios con la CEOE: "Me gustaría que fuera un camino conjunto con las organizaciones empresariales", ha añadido. Desde Sumar ya han señalado que se llevará adelante, con o sin el apoyo de la patronal, como ha sucedido con otras negociaciones, por ejemplo, la subida del salario mínimo interprofesional.

Sin embargo, y a pesar de aplaudir estos avances, las organizaciones sindicales aseguran que hay que ir más allá, pues la jornada laboral lleva casi 40 años (desde 1984) en las 40 horas semanales. Desde UGT creen que el objetivo debe estar en las 35 horas semanales, mientras que en CC.OO. apuestan por acometer cambios claves para el futuro y por conseguir el pleno empleo.

"Hace falta estabilidad política, parece una utopía en estos momentos, pero es necesaria", ha reflexionado su secretario general, Unai Sordo, quien ha demandado al próximo gobierno que lidere en Europa una "oposición radical" a la vuelta a políticas de austeridad que en su opinión serían un "suicidio económico y político" un año antes de las elecciones al Parlamento europeo.

Los empresarios critican la "imposición"

Por su parte, las organizaciones empresariales han mostrado en un comunicado su rechazo a esta medida, que a su juicio se ha tomado "a espaldas de los interlocutores sociales y con un afán intervencionista evidente y que es un atropello al papel constitucional de los agentes sociales".

“Es un atropello al papel constitucional de los agentes sociales“

Según han recalcado, "existe la posibilidad de explorar nuevas fórmulas de reparto entre tiempo de trabajo y tiempo de descanso u ocio", pero "no como consecuencia de una imposición legal sino mediante la negociación colectiva".

Y han sostenido que la regulación de la jornada "debe tratarse sector por sector y empresa a empresa, analizando en cada caso si hay margen de productividad suficiente y las necesidades organizativas del empleador".

Además, las patronales han emplazado al gobierno a "respetar los pactos sociales alcanzados en el diálogo social", desde la Reforma Laboral hasta el V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva firmado el 10 de mayo por un periodo de tres años. "Lo contrario es un atropello al papel constitucional de los agentes sociales", han dicho.