El BCE mantiene los tipos de interés en máximos del 4,5% tras diez alzas consecutivas
- El supervisor es consciente de los efectos que estos aumentos están teniendo ya en la economía de la eurozona
- La inflación sigue siendo elevada y cerró septiembre en el 4,3%, una cifra aún muy por encima del objetivo del 2%
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido dar un respiro a la economía y ha puesto freno al proceso de subidas de tipo de interés que comenzó hace algo más de un año, con el fin de ver cómo evoluciona la inflación en las próximas semanas. Así, tras diez alzas consecutivas, el supervisor ha mantenido los tipos de interés en el 4,5%, consciente de los efectos que estos aumentos están teniendo ya en la economía de la eurozona, cuyo crecimiento está prácticamente estancado.
Esta nueva reunión del Consejo de Gobierno ha tenido lugar en Atenas (Grecia), en cumplimiento de la tradición de que el supervisor celebre una de sus reuniones anuales de política monetaria fuera de su sede central en Alemania. Han pasado 15 años, en plena crisis económica, desde la última vez que se reunió en el país heleno.
Sin embargo, aunque la sede sea distinta, el asunto a tratar ha sido el mismo que lleva centrando las reuniones del supervisor en el último año: cómo poner freno a una inflación que sigue desbocada y que en septiembre se situó en el 4,3% en la eurozona. Se trata de una cifra aún muy por encima del objetivo del 2% que prevé el BCE, pero que ha descendido en el último mes nueve décimas y anota ya la tasa más baja desde octubre de 2021.
Esto podría traducirse en que la subida de los tipos de interés ya está surtiendo efectos, después de llevar a cabo en los últimos meses el aumento más rápido de su historia: 450 puntos básicos en poco más de un año, pasando del 0% en junio de 2022 al 4,5% de septiembre de 2023. Está a solo a 25 puntos básicos de alcanzar el máximo registrado en octubre del año 2000.
En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantienen en el 4,5%, el 4,75% y el 4 %, respectivamente.
El proceso de subidas podría haber llegado a su fin
En septiembre, coincidiendo con la última subida de tipos, el organismo ya adelantó que el proceso de subidas se acercaba a su fin, si bien dejó claro que los tipos seguirían altos durante un periodo prolongado de tiempo, hasta que la inflación se situase en un nivel adecuado. Y de la misma manera se ha pronunciado este jueves, añadiendo que será así "durante el tiempo que sea necesario".
"Sobre la base de su evaluación actual, el Consejo de Gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE han alcanzado niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial al pronto retorno de la inflación al objetivo", ha recalcado la entidad en un comunicado, para después añadir que todo dependerá de "los datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria".
Así, el organismo no cierra la puerta a un nuevo aumento en próximos Consejos de Gobierno, teniendo en cuenta el complicado contexto internacional, donde a los efectos de la guerra en Ucrania se suman ahora las consecuencias del conflicto entre Israel y Hamás. “Esto podría derivar en que los hogares y empresas tengan menos confianza y eso podría incidir en el crecimiento aún más”, ha añadido la presidenta del BCE, Christina Lagarde.
En el caso de la Reserva Federal, los tipos se encuentran congelados en la horquilla del 5,25% y el 5,5%, su máximo nivel desde 2001. Todo ello, tras haber llevado a cabo once subidas desde marzo de 2022.
Las subidas de tipos ya se notan en la economía
Lo cierto es que los efectos de una política monetaria más restrictiva ya se están notando en la economía. En el segundo trimestre del año, el Producto Interior Bruto (PIB) de la eurozona creció un 0,1%, dos décimas menos de lo estimado en agosto por Eurostat.
Por otro lado, el euríbor volvió a subir en septiembre y cerró en el 4,149%, rozando así niveles récord de noviembre de 2008. El principal índice hipotecario en España registró en agosto su primera caída después de algo más de año y medio al alza, si bien ha vuelto a la senda ascendente y sigue haciendo mella en la cuota de las familias con hipoteca a tipo variable.
Según datos del mercado, quien tenga una hipoteca variable de 150.000 euros a 30 años y con un diferencial del 0,9% verá cómo su cuota se incrementa en 162 euros, 1.944 euros al año hasta la próxima revisión. Mientras que en el caso de una hipoteca de 300.000 euros, la subida media rondará los 323 euros mensuales, 3.887 euros al año.
Este repunte también se está sintiendo en la firma de hipotecas, que en agosto encadenó su sexta descenso de más de dos dígitos. En concreto, lo hizo en un 22,7%. Al mismo tiempo, la compraventa de vivienda sigue retrocediendo y acentuó su caída durante el mismo mes hasta perder un 14,4% en tasa interanual. En este caso, la venta de pisos suma siete meses consecutivos en negativo.
Las previsiones no son optimistas y los principales organismos económicos coinciden en una desaceleración de las economías de la zona euro este año y el que viene, mientras la inflación seguirá en niveles elevados. En este contexto, la decisión del BCE este jueves y la congelación -al menos por el momento- de los tipos de interés ayuda a alejar al fantasma de la recesión en los próximos meses.