'Regimento de Corazzieri': así es la guardia de honor de la Presidencia de la República italiana
- Es un cuerpo de elite que hunde sus raíces en el siglo XI y del que hoy forman parte 220 militares, todos varones
- Tienen que saber montar a caballo, en moto, practicar artes marciales, ser expertos tiradores y precisos artificieros
Los vemos siempre acompañando al jefe del Estado de Italia. Su imponente presencia, al menos 190 centímetros de altura, destaca en los actos oficiales. Son los famosos Corazzieri, los de la coraza, la guardia personal del presidente de la República.
Un cuerpo de elite que hunde sus raíces en el siglo XI y del que hoy forman parte 220 militares, todos varones, aunque ninguna normativa impide que puedan formar parte de ellos las mujeres.
Los requisitos son los mismos, altura, proporcionalidad física y versatilidad. Además de las labores de vigilancia y escolta tienen que saber montar a caballo, en moto, practicar artes marciales, ser expertos tiradores y precisos artificieros.
Actualmente, en la academia donde se preparan los agentes del Cuerpo de Carabinieros, del que forman parte los Corazzieri, hay mujeres que cumplirían los requisitos. Quién sabe si en el plazo de un año, el tiempo que dura la primera parte de su formación académica, veamos a una mujer vestir la coraza y formar parte de este exclusivo club.
Herederos de la famosa guardia pretoriana de la antigua Roma
Los orígenes de este cuerpo militarizado, nos explica el Coronel Rino Coppola, comandante del Regimiento de Corazzieri, van ligados al nacimiento de la casa Saboya, en el siglo XI, pero fue bajo el ducado de Emanuele Filiberto (1553-1580) cuando se constituyó como Guardia de Honor del Príncipe.
En cierto modo eran herederos de la famosa guardia pretoriana de la antigua Roma, en las formas y en la estética.
En 1630 pasaron a denominarse Compañía Coraza de su Alteza. Y acompañaban a los reyes en las batallas. De ahí nació la necesidad de que fueran altos, muy altos, y que, de entrada, asustaran al enemigo. Tenían que parecer gigantes subidos al caballo, el casco coronado por un penacho les daba aún unos centímetros más.
Desde entonces, el uniforme ha cambiado poco. Hay 10 modelos con 20 variantes pero en sustancia, sigue recordando a los tiempos en los que protegían el poder monárquico. Sólo la coraza que portan pesa entre siete y ocho kilos a los que hay que sumar otros dos kilos más que es lo que pesa el casco.
Entramos en el cuartel que ocupan en Roma a pocos metros del palacio del Quirinal, la residencia del presidente de la República. Está en la calle XX de setiembre, hasta eso tiene su propio significado porque la fecha conmemora el fin del proceso de unificación de Italia, cuando el estado pontificio renunció a Roma para recluirse, definitivamente, en el Vaticano.
Virtus in periculis firmior, la virtud se fortalece en el peligro
En cada estancia del cuartel se repite el lema de los Corazzieri: Virtus in periculis firmior, la virtud se fortalece en el peligro. Y lo primero que nos muestran, la joya de la corona, son las caballerizas. Los Corazzieri tienen 60 ejemplares, todos negros o marrón oscuro, la mayoría de raza irlandesa y altos, como mínimo de 175 centímetros.
Los propios militares del cuerpo se encargan de su cuidado y ellos mismos les colocan las herraduras. En las ceremonias oficiales, vemos en acción a los corazzieri montados a caballo ejecutando perfectas coreografías. Hoy un grupo de militares, apenas han pasado la veintena, entrena equitación en un campo de arena porque ser corazzieri también es esto.
Además del caballo se desplazan en moto. En el cuartel se alternan las más actuales con los modelos más antiguos. Siempre de la Marca Guzzi, típicamente italiana, modelo California, alta cilindrada, 1000 cc y tamaño XL, como les gusta precisar. Si han de acompañar a un jefe de estado extranjero movilizan cuatro motos, 12 en la fiesta de la república, 18 el día de la toma de posesión del presidente.
La visita al cuartel forma parte desde hace no mucho de las rutas turísticas de Roma, bajo estricta reserva. Una oportunidad de conocer la historia de estos militares que fueron fieles en su día a la monarquía y hoy lo son de la más alta institución de la República italiana.