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Vaticano

El Sínodo urge a garantizar que las mujeres tengan mayor presencia y responsabilidad en la Iglesia Católica

  • El Vaticano acogió desde el 4 de octubre esta reunión para reflexionar sobre temas sobre su futuro
  • El documento final pide un mayor estudio sobre las diaconisas, el celibato y no menciona a las personas LGTBIQ

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Una imagen del Sínodo celebrado en el en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Una imagen del Sínodo celebrado en el en el Aula Pablo VI del Vaticano.

El documento final del Sínodo que se ha aprobado este sábado urge a garantizar que las mujeres tengan mayor presencia y responsabilidad en la Iglesia.

"Es urgente garantizar que las mujeres puedan participar en los procesos de toma de decisiones y asumir funciones de responsabilidad en el trabajo pastoral y el ministerio. El Santo Padre ha aumentado significativamente el número de mujeres en puestos de responsabilidad en la Curia Romana. Lo mismo debería suceder en otros niveles de la vida de la Iglesia. El derecho canónico debe adaptarse en consecuencia", se lee en el documento.

El Vaticano acogió desde el 4 de octubre esta reunión, de las más importantes de la Iglesia Católica, para reflexionar sobre temas sobre su futuro.

Comienza en el Vaticano el Sínodo, el primero en el que mujeres tendrán voto

Asistieron 464 participantes, 364 con derecho a voto y por primera vez personas laicas - entre ellas 54 mujeres-, mientras que dos tercios eran obispos, que hasta este Sínodo eran los únicos que podían votar.

El documento - aprobado por más de dos tercios de la asamblea - está dividido en temas y propone de cada uno "convergencias", "cuestiones que abordarse" y "propuestas". Será la base para trabajar todo el próximo año ante la sesión final de octubre de 2024.

Uno de los apartados es el dedicado a "las mujeres en la vida y la misión de la Iglesia" y en el documento se constata que durante las sesiones las participantes, que por primera vez tuvieron voz y voto, afirmaron que "el clericalismo, el machismo y el uso inadecuado de la autoridad siguen marcando el rostro de la Iglesia" por lo que "es necesaria una profunda conversión espiritual como base de cualquier cambio estructural".

Aboga por profundizar sobre el celibato y aplaza el diaconado femenino

Por otro lado, la XVI Asamblea General del Sínodo sobre la Sinodalidad, convocada por el Papa Francisco, ha abogado por hacer una reflexión más profunda sobre la "obligación disciplinar" del celibato; ha apostado por el acompañamiento en temas como identidad de género y orientación sexual -sin mencionar a las personas LGTBIQ-; y ha aplazado decisiones sobre las que hay mayor desacuerdo como el diaconado femenino.

Cuatro españolas, entre las mujeres que han participado por primera vez en esta reunión.

Sobre el celibato, el texto señala que "todos aprecian su valor profético y el testimonio de conformación a Cristo" y apunta que "algunos se preguntan si su adecuación teológica con el ministerio presbiteral debe traducirse necesariamente en la Iglesia latina en una obligación disciplinar, sobre todo allí donde los contextos eclesiales y culturales lo hacen más difícil".

Respecto a las opiniones sobre el acceso de las mujeres al diaconado, son diversas, ya que para algunos es un paso "inaceptable", "en discontinuidad con la Tradición"; para otros restauraría una práctica de la Iglesia primitiva, y otros lo ven como "una respuesta adecuada y necesaria a los signos de los tiempos" para "renovar la vitalidad y la energía en la Iglesia". También están los que expresan "el temor de que esta petición sea expresión de una peligrosa confusión antropológica, aceptando que la Iglesia se alinee con el espíritu de los tiempos".

No se puede faltar al respeto a la dignidad de ninguna persona

Además, los padres y madres sinodales advierten de que "los cristianos no pueden faltar al respeto a la dignidad de ninguna persona" y en concreto se refieren a las personas homosexuales o a las que "a causa de su situación conyugal o identidad" se sienten "marginadas de la Iglesia".

En este sentido, invitan a acompañar, escuchar y no juzgar.

No obstante, no se cita en concreto ni al colectivo LGTBI ni las bendiciones de parejas del mismo sexo.

El documento pide "una recogida abierta" respecto a los migrantes

Respecto a los migrantes, el documento pide "una acogida abierta" ante las "actitudes cada vez más hostiles hacia los migrantes", y anima a respetar las tradiciones litúrgicas y las prácticas religiosas de los inmigrantes.

En esta línea, urgen a "combatir el racismo y la xenofobia, especialmente en los programas de formación pastoral" y a "identificar los sistemas que crean o mantienen la injusticia racial dentro de la Iglesia".

Denuncia pública de las injusticias

Por otro lado, se invita a la "denuncia pública" desde la Iglesia de "las injusticias, ya sean perpetradas por individuos, gobiernos, empresas o estructuras sociales", para luchar contra la pobreza y exclusión; y se precisa que la pobreza tiene muchos rostros, como el de los migrantes, las mujeres que sufren violencia, los ancianos abandonados, las víctimas de racismo o los trabajadores explotados, entre otros.

Igualmente, señala entre los vulnerables a los niños que aún no han nacido y a los "nuevos pobres": los que sufren la guerra o el terrorismo.

Precisamente, los padres y madres sinodales destacan que sus reuniones se han desarrollado en medio de "viejas y nuevas guerras, con el drama absurdo de innumerables víctimas" y aseguran que ha resonado en ellos "el grito de los pobres, de los que se ven obligados a migrar, de los que sufren la violencia o sufren las devastadoras consecuencias del cambio climático".