Coto al consumo rápido de ropa, que genera casi un millón de toneladas de residuos al año
- La industria textil es la segunda más contaminante después del petróleo, según la ONU
- Cada persona genera 20 kilos de residuos textiles al año
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La llamada fast fashion pone en el mercado prendas a bajo precio, atractivas para el consumidor, pero de escasa durabilidad. Usar y tirar se ha convertido en un modelo que origina toneladas de residuos. Se calcula que cada año generamos en Europa una media de casi 20 kilos por persona y año. Y la Unión Europea quiere poner freno.
La industria de la moda es una gran impulsora de la economía, representa un 2,8 % del producto interior bruto de España. Pero a nivel global es una de las que más contamina. Es responsable del 10 % de las emisiones de CO2 a la atmosfera y consume un 3% del total del agua de boca disponible. A pesar de ello, el consumo de ropa no para de crecer.
“Se tendría que reducir la producción la mitad“
“La industria de la moda ha creado un monstruo y para ponerle freno tendría que reducir la producción, por lo menos a la mitad”, explica Celia Ojeda de Greenpeace. Y añade sobre el informe sobre este tema: "además ha surgido un enemigo mayor que es la ultra fast fashion que utiliza en sus procesos de producción componentes tóxicos prohibidos por la Unión Europea".
“La industria de la fast fhasion contamina y explota a las personas y eso es lo que le permite poner en el mercado prendas a bajo precio”, sentencia Ojeda.
También las plataformas online contribuyen en la fiebre consumidora de moda. Simplemente apretando un botón se puede incluir en la cesta el pantalón que nos gusta o el abrigo último modelo. Las devoluciones gratuitas también lo ponen fácil. Al final, el impulso y la comodidad pesan y las ventas online crecen de forma exponencial. Suponen ya un 20% del total y se espera que supere el 50% en los próximos años.
La industria de la moda se defiende de las acusaciones. Ángel Asensio es director Moda España (Confederación de Empresas de Moda) asegura que ellos apuestan por ropa duradera y de calidad. Reclama a la Unión Europea que tenga en cuenta a la patronal a la hora de crear las nuevas directrices, para que no queden en desigualdad de condiciones con otras marcas de fuera de Europa: “El consumidor en este tema también tiene mucho que decir”.
Siguiendo el rastro
Ante este panorama de consumo y contaminación, la Unión Europea está planteando diferentes iniciativas. Recomienda que la ropa sea más duradera. En los próximos años, en la etiqueta tendrá que figurar la trazabilidad de la prenda, para que el consumidor pueda saber el alcance de sostenibilidad del producto que consume.
También se plantean iniciativas para luchar contra el aumento de los residuos textiles.
Y a partir del año 2025 será obligatorio para los ayuntamientos incorporar contenedores para la recogida selectiva de estos residuos. Actualmente, solo un 12 % de ropa se recoge de forma separada, la mayor parte se mezcla con el resto de la basura.
La recogida selectiva la hacen diferentes empresas. Moda Re es una de ellas. Es una empresa de carácter social impulsada por Cáritas que agrupa a diferentes iniciativas del sector textil. Solo ellos recogen al año 43 millones de toneladas de ropa usada. En 2020 elaboraron un informe sobre la recogida de ropa usada en España, donde se estimaba que casi un millón de toneladas de ropa usada iba a parar a los vertederos.
Visitamos la planta que tienen en la localidad de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). Allí llegan diariamente toneladas de ropa de segunda mano que se clasifica según su estado y que tiene diferentes destinos. Poco más de la mitad se considera ropa que se puede volver a utilizar. Pero de esta, solo un 6% se considera apta para su venta en España.
Y es que casi la mitad de todo lo que se recoge se vende a exportadores que lo comercializan en África. El otro 45% aproximadamente de ropa usada se considera un residuo. Una parte se usa para hacer textil de menor calidad como rellenos, y otra parte acaba en las incineradoras. Pero también hay residuos que acaban en África, inundando un mercado cada vez más saturado de restos textiles procedentes de Europa.
Un mundo de residuos
La Unión Europea también quiere que se aprovechen los residuos que se generan y que con las prendas desechables se pueda volver a fabricar nuevo hilo. De momento es muy poco el hilo que se fabrica a partir de ropa reciclada, pero hay diferentes iniciativasiniciativas. Albert Alberich, director de Moda Re asegura: “Este el melón que se ha abierto en la Unión Europea para que las prendas de segunda mano vuelvan a convertirse de nuevo en hilo”. “Las diferentes composiciones de los tejidos hacen que el reciclado no siempre sea fácil, pero se está trabajando en múltiples iniciativas conseguir hacer un reciclaje químico eficiente”, añade.
Para Celia Ojeda de Greenpeace la industria de la moda está replicando el modelo de recogida de residuos de la industria del plástico. “Es un modelo basado en el reciclaje que no considera la reutilización, sino que va a inundar aún más de residuos no solo los países europeos, sino también otros países de África o América, donde estos residuos están creando un gran problema de contaminación”, añade Ojeda.
Pero los residuos también están globalizados y España no se salva de ellos
En Molina de Segura (Murcia), la Guardia Civil ha descubierto un solar donde había acumuladas más de 800 toneladas de residuos textiles. Venían de Marruecos, de donde habían salido, posiblemente, como ropa de segunda mano. La persona investigada alquiló el local y durante meses fue dejando ahí estos residuos. Presuntamente, cobró de las empresas para llevarlos a una planta de tratamiento, pero en lugar de hacerlo los iba acumulando en este solar.
Ahora se está investigando a la empresa que abandonó los residuos. Según el Seprona, en otros terrenos, donde también había acumulado ropa, se produjeron incendios. Una forma rápida y barata de deshacerse de los desechos, pero con un coste ecológico importante.
“El usar y tirar ya no es un modelo“
Ante este panorama cada vez son más las iniciativas que proponen un consumo diferente de la moda. Las iniciativas de ropa de segunda mano se van abriendo camino. Una de ellas es la empresa Micolet, que desde Bilbao ponen en contacto vendedores y compradores de ropa de segunda mano a través de internet. En su página web cuelgan una media de 3.000 prendas al día. Héctor Viniegra Director de desarrollo de Micolet sentencia: “El usar y tirar ya no es un modelo. Nosotros y otras iniciativas somos los que vamos a ir definiendo la nueva industria textil del futuro”.