Ascienden a 45 los trabajadores muertos en el incendio de una mina de carbón en Kazajistán
- Continúa todavía la búsqueda de un último minero que se encontraría en las galerías subterráneas
- La compañía ArcelorMittal Temirtau ha llegado a un acuerdo con el Gobierno para ceder sus activos
Los trabajadores muertos en el incendio ocurrido este sábado en una mina de carbón en la región de Karagandá, en el centro de Kazajistán, han ascendido a 45, según ha informado este domingo el Ministerio para Situaciones de Emergencia. Continúa todavía la búsqueda de un último minero que se encontraría en las galerías subterráneas.
El incendio se declaró debido a una explosión de metano, de acuerdo con las autoridades y la compañía ArcelorMittal Temirtau, que ha precisado que en el momento del accidente en la mina había 252 operarios.
La Fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer las causas y circunstancias del accidente en virtud del artículo 277 del código penal sobre la violación de las reglas de seguridad durante trabajos de minería o construcción, aunque la comisión gubernamental ya ha responsabilizado a la compañía minera.
El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, ha ordenado al Gobierno suspender inmediatamente la cooperación con ArcelorMittal Temirtau -compañía que pertenece al gigante siderúrgico ArcelorMittal- y se ha desplazado este sábado a Karagandá.
La compañía cederá sus activos al Gobierno
Tokáyev, que recibió un mensaje de condolencias del presidente ruso, Vladímir Putin, declaró este domingo día de luto nacional.
ArcelorMittal Temiratu ha anunciado este domingo un acuerdo con el Gobierno kazajo para la cesión a la república centroasiática de los activos de la compañía minera, que ha garantizado que ningún trabajador será despedido.
Las autoridades locales han acusado en los últimos años a esa compañía de incumplir sus compromisos de modernización de las infraestructuras tras varios accidentes en sus instalaciones que se han cobrado la vida de decenas de trabajadores.
La tragedia más grave tuvo lugar en 2006, cuando 41 mineros murieron en un accidente en una de las minas propiedad de gigante Mittal, que posee en la cuenca hullera de Karagandá un total de 15 minas y otros activos que obtuvo durante la privatización postsoviética en la mayor república centroasiática.