"La niña del napalm": medio siglo de una imagen que sacudió al mundo
- "Carnicería de Vietnam", así se definió a aquella guerra en la que se bombardeó con napalm
- El 1 de noviembre se recuerda el inicio de la Guerra de Vietnam que se prolongó desde 1955 hasta 1975
El 8 de junio de 1972, Kim Phùc fue alcanzada por el napalm que el ejército estadounidense lanzó durante la guerra de Vietnam sobre la población civil. La niña corría desnuda con la piel abrasada gritando de dolor. Frente a ella, el fotógrafo Nick Út inmortalizaba ese instante que se convirtió en el símbolo de la atrocidad de la guerra.
La fotografía sacudió las conciencias de la comunidad internacional. La icónica imagen aceleró el final de la guerra de Vietnam y cambió la historia del fotoperiodismo para siempre.
Kim, Nick y el bombardeo de napalm
Aquel funesto 8 de junio de 1972, Kim jugaba con sus primos en las calles de Trang Bang. En esa aldea se habían apostado algunos equipos de televisión y otros tantos fotógrafos. Entre ellos Nick Út, un joven de 20 años que cubría el conflicto de Vietnam para la agencia Associated Press.
“Enfoqué y vi caer cuatro bombas, cuatro explosiones de napalm“
De repente, un humo negro y espeso lo impregnó todo. "Enfoqué y vi caer cuatro bombas, cuatro explosiones de napalm", recuerda el fotógrafo. Miles de vietnamitas escapaban por la carretera, entre ellos muchos niños y ancianos.
"A través del visor vi a una niña corriendo con los brazos extendidos", prosigue Út. Era Kim Phùc, tenía nueve años y corría desnuda con la piel abrasada y gritando de dolor. Las bombas de napalm que el ejército estadounidense lanzó sobre la población vietnamita la habían alcanzado.
Tenía la espalda y los brazos en carne viva porque el napalm se adhiere a todo con lo que entra en contacto y provoca graves quemaduras.
“Todavía no me entra en la cabeza que el hombre haya creado el napalm“
Estados Unidos lanzó sobre Vietnam 380.000 toneladas de esta gasolina gelatinosa utilizada como arma de guerra. "Todavía no me entra en la cabeza que el hombre haya creado el napalm", dice Kim, cincuenta años después de que Nick fotografiara ese fatal momento.
La imagen que valió más que mil palabras
El 9 de junio de 1972, Kim y la firma del fotógrafo de Associated Press dieron la vuelta al mundo en todas las portadas de los diarios. La repercusión fue impresionante. La imagen de Kim corriendo abrasada por el napalm sacudió la conciencia de la comunidad internacional.
Los ciudadanos en Estados Unidos se echaron a las calles y presionaron al gobierno de Nixon para acelerar la retirada del ejército de una guerra que nadie quería. "Es una de las mejores fotos de la guerra de Vietnam", asegura Nick.
“Si hoy pensamos en Vietnam, todos pensamos en esa imagen“
La fotografía ganó ese año el Pulitzer y el World Press Photo y marcó el punto de inflexión de la historia del periodismo para siempre. "Si hoy pensamos en Vietnam, todos pensamos en esa imagen", declara la corresponsal de guerra italiana, Francesca Mannocchi.
"Ese es el poder de una fotografía, que es capaz de detener el tiempo, de contar una historia y de conectar con personas de todo el mundo", sostiene David Burnett, el fotógrafo que aparece en la instantánea de la niña del napalm cambiando el carrete de su cámara y que fue recortado por Nick Út para enfatizar la imagen de Kim Phùc.
Elegir encuadre y eliminar el resto son cuestiones que se plantean a diario los periodistas al fotografiar un conflicto. Ellos son los testigos ayer y hoy. Pero fue Vietnam, precisamente, la última guerra en la que pudieron trabajar libremente e informar también de las consecuencias de los civiles. A partir de Irak, la prensa fue obligada a acompañar al ejército, lo que se conoce por la expresión de "prensa empotrada".
Una amistad nacida sobre las cicatrices del napalm
En mayo de 2022, Kim Phùc y Nick Út se reunieron en Roma. Su intención era entregar al Papa Francisco aquella fotografía que cumplía 50 años y que simbolizaba como pocas el dolor universal.
“Tuve que procesar el odio, el rencor y la rabia“
Para Kim, ese dolor físico se ha traducido en 17 intervenciones quirúrgicas por las que ha pasado. Por partida doble, aparece el dolor emocional que hubo de gestionar desde el día del bombardeo. "Tuve que procesar el odio, el rencor y la rabia", revela mientras recuerda cómo el régimen comunista la utilizó como símbolo de guerra al servicio del Estado.
Sin embargo, siempre insiste en que ha sido el perdón lo que la ha liberado del odio.En cuanto le fue posible pidió asilo en Canadá y hoy es una activista canadiense que lucha desde su propia fundación por los niños víctimas de las guerras.
“Esa fotografía cambió mi vida y la de Kim“
Su relación de amistad con Nick se cimentó desde el mismo día que el fotógrafo capturó ese instante. "Esa fotografía cambió mi vida y la de Kim", no para de repetir Út. "Recurro a ella para trabajar por la paz", cuenta Kim con la ternura y determinación que le han llevado a convertirse en Embajadora de Buena Voluntad de Naciones Unidas.
“Ha escrito un trozo de historia con su propio cuerpo“
Nick consiguió fotografiar y salvar a la niña del napalm llevándola al hospital y obligando a que la trataran. Después, Kim ha dado sentido a todo lo que le había ocurrido. "Ha escrito un trozo de historia con su propio cuerpo", explica la corresponsal de guerra Mannocchi.
Nick convirtió el cuerpo de Kim en una imagen icónica que ha trascendido lugares, conflictos y épocas. "De los últimos tiempos, ¿qué fotografía se podría decir que ha tenido el mismo impacto en nuestras conciencias que la fotografía de la niña del napalm?", nos interpela el fotógrafo Leonardo Scianna.