Enlaces accesibilidad

Luto en Colores, el proyecto para acompañar en el duelo: "Podemos seguir relacionándonos con quienes no están"

  • Silvia Melero lleva casi diez años acompañando procesos de duelo
  • El proyecto favorece espacios para hablar de la muerte sin prejuicios

Por
Por las buenas: Luto en Colores con Silvia Melero

“La muerte es un tabú peor que el sexo. Y dentro de la muerte el suicidio es el tabú elevado al cuadrado”, explica Silvia Melero, creadora y coordinadora de Luto en Colores, un proyecto nacido con el objetivo de “repensar la muerte y celebrar la vida”. Justo lo que le pasó a ella misma, en 2014, cuando su hermana Esther decidió “descansar, parar, pasar a otra cosa”.

Desde entonces no ha dejado de acompañar a personas que han perdido a un ser querido: una hermana, un hijo, una pareja, una madre, un amigo... Silvia ofrece espacios y momentos para hablar de la muerte sin pudor y sin sentirse juzgado. “Tecnología punta”, bromea esta periodista que ha comprobado cómo desciende el consumo de ansiolíticos entre los pacientes de un centro de salud cuando pueden compartir su dolor con libertad y sin que les tachen de enfermos.

Es muy sanador escuchar las vivencias, los sentimientos y las emociones

“El duelo es un proceso natural que tenemos que vivir todas las personas, y los seres humanos estamos preparados para transitarlo”, explica Silvia, empeñada en que no enterremos el dolor. “Es muy sanador escuchar las vivencias, los sentimientos y las emociones”, sonríe, al tiempo que contagia su pasión por un proyecto que, como el duelo, ha ido desarrollándose de un modo natural.

 


Primero fueron los talleres para transformar la culpa pensados específicamente para personas que habían perdido a un ser querido por suicidio. Después vinieron los talleres para personas en duelo. Y aquí se fueron adaptando a las distintas edades y a los distintos tipos de duelo. Luego vinieron los libros, las jornadas, las conferencias, las Cañas de la muerte…

Cañas de la muerte

Un día estaba Silvia con sus amigos tomando unas cañas por su barrio y le preguntaron por Luto en Colores. La cosa se fue animando y, a medida que contaba alguna de las experiencias que había vivido en los talleres, sus amigos se sumaron a hablar de las suyas. Chascarrillos sobre entierros, el miedo a la muerte, lo que le habían escuchado a sus abuelas, algunas visitas al cementerio, recuerdos de risas en un tanatorio… y se les pasó el tiempo tan rápido que decidieron repetirlo.

Así surge Cañas de la muerte, una iniciativa inspirada en los “Death Café” de Reino Unido. Allí la gente se reúne a hablar de la muerte, de un modo amable, en torno a un café y un pastel. Silvia lo ha adaptado a nuestra cultura de salir de cañas y tapear.

Actualmente las Cañas de la muerte se celebran en internet, de modo virtual. Esto favorece que personas de cualquier parte del mundo se sumen a hablar de la muerte. Este 2 de noviembre, a las 19:00 (hora española), tendrán lugar las Cañas de la muerte 2023. Para participar basta enviar un correo a lutoencolores@gmail.com. Es gratis.

El poder sanador de la creatividad

A través de la música, la pintura, la escritura o los mandalas es más fácil superar la pérdida de un ser querido. La creatividad es una de las herramientas que Silvia utiliza en sus talleres donde “el dolor se acaba transformando en algo bello”, explica convencida.

Expresarnos a través de la creatividad, de la música, de la escritura, de la pintura o de los mandalas

Silvia insiste por activa y por pasiva en que cada duelo es único, como cada persona es única. Sin embargo hay elementos del duelo que son comunes a todos y uno de ellos es la posibilidad de “expresarnos a través de la creatividad, de la música, de la escritura, de la pintura o de los mandalas”. Y expone con pasión cómo en todas las culturas, a lo largo de la historia, los hombres y mujeres se han expresado a través del arte para comunicar sus emociones. Las del duelo, entre ellas.

Y cuenta cómo una mujer pintó en un cuadro cómo sentía a su pareja ahora que no estaba físicamente con ella. Y cómo un padre escribió y leyó una poesía a su hijo que generó una situación indescriptible en el ambiente. Y cómo componen canciones entre todos los que participan del taller “transformando el dolor en algo bello”.

Hablar con los muertos está mal visto

Le comento que mi madre, con 82 años, habla con su hermano, su padre y su marido. Los tres están muertos. Y le parece de lo más normal. “Hay que convivir con la ausencia física y estar abierto a descubrir la nueva presencia de la persona que nos dejó”, dice con total normalidad. Y no, no es esoterismo ni tiene nada que ver con güijas, espectros ni brujas.

En Galicia es muy habitual convivir con ese vínculo y esa comunicación entre los dos mundos

“Nuestras abuelas y nuestras bisabuelas lo viven con normalidad. En Galicia, sobre todo en las zonas rurales, es muy habitual convivir con ese vínculo absoluto y esa comunicación entre los dos mundos”, me tranquiliza esta experta en escuchar, asesorar y acompañar a personas en duelo.

“En todos nuestros sistemas familiares hay ese tipo de vivencias, pero se han tapado o se han juzgado. Porque ¿cómo va a decir que ve al abuelo, o que ve a su padre o que habla con él? Pues bueno, lo tenemos ahí colocado de una manera rara. O lo llevamos al mundo de lo esotérico, cuando esto es mucho más cotidiano, mucho más vivencial”. Y cuenta cómo los niños son otro claro ejemplo de libertad absoluta al hablar y dibujar la muerte de sus familiares. No tienen filtro y en sus talleres explican que han visto a su abuelo muerto, o a su tío.

Es precioso ver la naturalidad que tienen los niños para hablar de la muerte

“Es precioso ver la naturalidad que tienen los niños para hablar de la muerte, mucho más que la que tenemos los adultos. Y recuerdan todo lo vivido con el abuelo, con la abuela, el bisabuelo, su tío... Y todo es desde la alegría, desde lo vivencial y desde el celebrar la vida una y otra vez. Esto lo incorporan los niños y las niñas de forma muy natural. Creo que tenemos que aprender mucho de eso”. La fecha se presta. Feliz día de los santos, feliz día de los difuntos.