La estafa del 'sí': por qué no hay que responder llamadas con esta afirmación

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Silueta de una persona descolgando una llamada telefónica.

Responder con un “sí” a las llamadas que recibimos en nuestro teléfono puede poner en riesgo la seguridad de nuestros datos personales y económicos. Así lo advierten tanto las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado como el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE). En VerificaRTVE te explicamos en qué consiste la conocida como “estafa del sí”, cómo evitarla y qué hacer si has sido víctima de este fraude.

Como explica la Policía Nacional desde su perfil de X, “tu respuesta al contestar una llamada te puede salir cara”. En esta publicación detalla en qué consiste la “estafa del sí”: “Te llaman haciéndose pasar por una entidad bancaria o atención al cliente, haciéndote preguntas buscando un sí por tu parte, mientras te graban la voz”. Indican que con esta grabación “los estafadores intentarán darse de alta en algún servicio o autorizar transacciones en tu nombre”.

Por qué no hay que responder con un “sí”

Una vez se descuelga el teléfono pueden darse dos situaciones: el receptor contesta con un "sí", ningún interlocutor responde y finaliza la llamada; o bien, el receptor atiende al teléfono con una fórmula distinta al “sí”. En este segundo caso, el presunto estafador utilizará técnicas de ingeniería social que generen confianza en la víctima para lograr grabar su respuesta afirmativa a las preguntas. Desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) alertan de que los ciberdelincuentes pueden lograrlo a través de preguntas que parecen inofensivas como "¿está usted autorizando transacciones en este momento?" o "¿está de acuerdo en recibir actualizaciones de nuestros servicios?".

Cuidado con la "estafa del sí" telefónica

Cómo evitar este tipo de fraude

Tal y como ha informado el Telediario de TVE, para no caer en este tipo de fraude lo recomendable es utilizar fórmulas diferentes al “¿sí?” al descolgar el teléfono y tener cuidado cuando no sepamos quién está al otro lado de la línea (minuto 01:05). La expresión que protagoniza esta estafa se puede sustituir por otras como: “¿Hola?”, “¿Diga?”, “¿Dígame?”, o “¿Quién es?”. Del mismo modo, durante la conversación, se recomienda evitar dar respuestas afirmativas si crees que la llamada puede tener un propósito fraudulento. Tanto el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) como la Policía Nacional recomiendan colgar lo antes posible y “verificar la legitimidad contactando con la entidad” presuntamente implicada en la llamada (minuto 0:20).

Qué hacer si has respondido con un “sí”

Si sospechas que acabas de ser víctima de una estafa telefónica, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) recomienda una serie de pasos que puedes llevar a cabo. En primer lugar, desde el Instituto indican que debemos comprobar si la llamada se ha realizado verdaderamente desde una entidad oficial o si han suplantado su identidad. Para ello, acude siempre al contacto que la organización o empresa facilita a través de su página web oficial. A continuación, haz un seguimiento durante las próximas horas y días de tus cuentas bancarias para verificar que no existe ninguna transacción que no haya sido autorizada por ti.

Ante cualquier actividad sospechosa detectada en tus cuentas bancarias o en otros servicios que tengas contratados, INCIBE aconseja “guardar cualquier evidencia relevante” como el número de teléfono desde el que recibiste la llamada, los posibles correos electrónicos o mensajes de texto que hayas podido recibir e incluso graba la llamada si tienes oportunidad. Estas pruebas podrán servirte para interponer una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

En VerificaRTVE ya te hemos alertado previamente sobre otras estafas telefónicas. Es el caso de esta llamada en la que el interlocutor se presenta como si fuera la Guardia Civil y solicita al receptor su número de DNI para comunicarle una citación judicial en calidad de testigo. También te hemos advertido sobre un conocido fraude en el que el emisor se presenta como si fuera el hijo de la persona receptora por mensaje de texto porque su “teléfono está roto”.