El fundador de la plataforma de criptomonedas FTX es declarado culpable de todos los cargos
- A Sam Bankman-Fried se le imputaban siete delitos de fraude y blanqueo de dinero
- Se enfrenta ahora a una pena máxima de más de 100 años, pena que se conocerá en marzo de 2024
El fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, ha sido declarado culpable este jueves por un jurado de Nueva York de los siete delitos de fraude y blanqueo de dinero que se le imputaban.
El jurado de 12 miembros (nueve mujeres y tres hombres) ha entregado su veredicto a última hora de la tarde, después de un juicio que ha durado casi un mes y en el que la Fiscalía federal de EE.UU. ha pintado al acusado, de 31 años, como un defraudador que robó dinero a miles de víctimas. Los fiscales han argumentado que había robado casi 9.000 millones de dólares a los clientes por pura codicia.
Por su parte, anteriormente el empresario ya se había declarado inocente de dos cargos de fraude y cinco de conspiración que se le imputaban.
Bankman-Fried se enfrenta ahora a una pena máxima de más de cien años por los siete delitos, entre los que se incluyen varios cargos de fraude y lavado de capitales.
El acusado se sentó como testigo durante los últimos tres días de las vistas, y ha aprovechado para desmarcarse de las malas decisiones en FTX y su empresa hermana, Alameda Research; señalar a sus antiguos aliados, que cooperan con la Fiscalía, y reiterar que no tenía malas intenciones, pero ha reconocido que no estuvo a la altura y falló en la gestión del riesgo.
FTX daba una cuantiosa línea de crédito privilegiada a Alameda
La fiscal adjunta Danielle Sassoon ha sometido a un duro interrogatorio a Bankman-Fried, ha señalado contradicciones entre sus declaraciones privadas y públicas y obtuvo su confesión, por ejemplo, de que FTX daba una cuantiosa línea de crédito privilegiada a Alameda Research, que usó los fondos de los clientes para "jugar", como afirmó en los argumentos de cierre.
FTX, que era una de las mayores plataformas de criptomonedas del mundo y llegó a estar valorada en 30.131 millones de euros, se hundió en noviembre de 2022 después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía.
Bankman-Fried ha sido acusado de desviar casi 9.000 millones de dólares de los clientes de FTX para otros fines y afronta otro juicio similar en marzo, en el que está acusado de fraude por la Comisión del Mercado de Valores (SEC).
La quiebra de su empresa conmocionó a los mercados financieros y borró su fortuna personal estimada en 24.000 millones de dólares. Es uno de los mayores fraudes financieros registrados.
Sam Bankman-Fried ha pasado de llevar una vida despreocupada en un lujoso chalet de las Bahamas, pero ocho meses más tarde se presentaba ante el juez y posteriormente entraba en la cárcel.
Sin embargo, la transición a la dura realidad de un penal neoyorquino no fue inmediata: tras ser extraditado de las Bahamas, un juez le concedió la libertad condicional mientras esperaba el juicio, a cambio de una inusitada fianza de 250 millones de dólares (235 millones de euros).
Desde la casa de sus padres en California, Bankman-Fried se dedicó a entrar en polémicas digitales e incluso insultar a sus ya examigos de FTX, hasta tal punto que el juez le prohibió volver a entrar en contacto con cualquier empleado de la compañía y de utilizar la red Signal; meses después, y tras constatar que utilizaba una VPN para eludir la prohibición, ordenó revocar la fianza y lo mandó a la cárcel.
En 2017 dio el salto a las criptomonedas
El joven, que llegó a crear la segunda plataforma de criptomonedas del mundo, valorada en su mejor momento en 32.000 millones de dólares, nació en California el 6 de marzo de 1992 en el seno de una familia acomodada.
Sus padres eran profesores de derecho en la prestigiosa Universidad de Stanford. Su afición por las matemáticas se perfiló ya en el colegio, donde participó en un programa estival para estudiantes talentosos en esta materia.
Estudió la carrera en el prestigioso Instituto de Tecnología de Masachussets (MIT), donde se licenció en 2014 en Física con una especialidad en matemáticas. Ese mismo año entró a trabajar en la firma Jane Street que se dedicaba a operaciones de arbitraje de fondos bursátiles, que consiste en la compra de activos en un mercado y su venta inmediata por un precio mayor en otro.
En 2017 dio el salto a las criptomonedas con la fundación de Alameda Research, que se acabaría convirtiendo en el brazo inversor de FTX, que creó dos años después y donde puso en práctica sus conocimientos, pero aplicados ahora al todavía fresco mercado de las criptomonedas.
A partir de entonces, su ascenso se convirtió en una pompa triunfal, y su rostro quedó esculpido en revistas de prestigio económico como Forbes o Fortune, que el pasado agosto se preguntaba en una portada si Bankman-Fried sería el siguiente Warren Buffet.