El primer español evacuado de Gaza: "Este castigo colectivo, cruel y desmedido en esa jaula inhumana debe terminar ya"
- Raúl Incertis, de 40 años, trabajaba para Médicos sin Fronteras y formaba parte de un grupo de 22 integrantes
- La ONG hace un llamamiento para que acabe "esta barbarie" y pide que dejen entrar más camiones de ayuda
- La guerra entre Israel y Hamás, en directo
"Estamos bien, estamos descansando en un lugar seguro y pronto volveremos a nuestras casas". Son las primeras declaraciones de Raúl Incertis, el primer español evacuado a través del paso fronterizo de Ráfah, la única salida que une la Franja de Gaza con Egipto.
Incertis, de 40 años, es anestesista y trabaja para Médicos sin Fronteras, y junto a un grupo de 22 integrantes de esa ONG se había desplazado a la zona del conflicto. Logró salir el miércoles, el primer día que se abrió el paso para la salida de heridos palestinos y extranjeros desde la guerra entre Israel y Hamás iniciada, el 7 de octubre.
Ya en territorio egipcio, el médico se encuentra descansando y reflexiona acerca de la situación tan difícil ha vivido. "Así como nuestros cuerpos están aquí y pronto estarán en casa, nuestros corazones, nuestras mentes y nuestra alma se han quedado con nuestros compañeros y compañeras, con los palestinos, en esa jaula inhumana en la que se ha convertido la Franja de Gaza", denuncia Incertis en un vídeo hecho público por Médicos Sin Fronteras.
"Este castigo colectivo, cruel y desmedido, debe terminar ya. Esta pérdida de vidas humanas, esta pérdida de vidas de niños tiene que terminar ya", sostiene.
Sed y enfermedades infecciosas en la Franja
El testimonio de este anestesista ilustra el silencio y la desconexión total del mundo que sufre la Franja desde hace días. Incertis describe la frustración e impotencia que han vivido en las últimas semanas, además de una sensación de "escándalo apabullante".
"Nuestras condiciones no han sido óptimas, pero han sido suficientes gracias a la ayuda de nuestros propios compañeros, que han hecho lo imposible por hacernos sentir a salvo y por hacernos sentir suficientemente bien cuidados", detalla.
Pero la realidad de los voluntarios o trabajadores extranjeros difiere mucho del día a día que viven los palestinos residentes en Gaza. "Están insuficientemente alimentados, están pasando sed y están pasando enfermedades infecciosas por culpa de las condiciones higiénicas", explica.
Cuando Israel declaró la guerra a Hamás y se puso como objetivo el asedio de la Franja, Incertis fue evacuado a un campo de desplazados junto a 35.000 personas. Muchos de ellos se acercaban a contarles lo que habían vivido. "Recibimos relatos de padres que habían perdido a sus hijos, de hijos que habían perdido a sus padres, de pérdidas de hermanos o pérdidas de abuelos".
El español relata que también estuvieron en un refugio de la ONU habilitado como zona desmilitarizada, en la que teóricamente no deberían de haber caído bombas cerca, pero no fue el caso. "Cayeron muchas bombas cerca matando a la gente que estaba fuera del refugio, a escasos metros del refugio. Y amedrentando a la gente que estaba dentro", recuerda.
La necesidad de ayuda humanitaria
En ese mismo lugar, Raúl y su equipo fueron testigos de cómo miles de personas se lanzaban sobre los camiones de ayuda humanitaria que han entrado a cuentagotas en las últimas semanas. "Los palestinos se abalanzaban sobre estos camiones desesperados por conseguir un saco de harina. La situación, como podéis entender es insostenible", dice.
“Los palestinos se abalanzaban sobre estos camiones desesperados por conseguir un saco de harina“
Y entre bombas y desesperación, las personas atrapadas en esta 'jaula al aire libre' ven pasar los días con incertidumbre. "La vida diaria de nuestros compañeros ahora en Gaza es no saber si les va a caer una bomba encima o no. Tenemos compañeros que han perdido a sus seres más queridos", cuenta el médico.
"Nuestro compañero Mohamed perdió a su hijo de tres años. Lo tuvo que recoger de los escombros el otro día. Tarek perdió en un único bombardeo a 23 miembros de su familia hace ocho días. Ibrahim ayer perdió a su hermano", relata.
Una situación "insostenible"
El apagón que sufre la Franja, sin combustible, electricidad ni internet, ha llevado al colapso total del sistema sanitario, con muchos hospitales completamente inoperativos. "La situación de los hospitales en la Franja es insostenible. No se puede aguantar más. Más de la mitad de los hospitales están inoperativos y la cuenta va creciendo cada día. La cantidad de material que está entrando es insuficiente. Es una aguja en un pajar".
El anestesista explica que no quedan fármacos para sedar "ni material quirúrgico para operar ni para hacer operaciones en condiciones de esterilidad"
“Están racionando las horas de luz a servicios mínimos; solo para la UCI o las urgencias“
"Están racionando las horas de luz a servicios mínimos; solo para la UCI o las urgencias. Se han desconectado pacientes de ventilación mecánica. Las incubadoras corren peligro. Es decir, esto no hay quien lo aguante".
MSF continúa trabajando en la Franja
Médicos Sin Fronteras continúa trabajando en la Franja de Gaza a pesar de las condiciones tan difíciles. "Nuestros compañeros hacen lo imposible por ir a trabajar a los hospitales, aunque ello signifique dejar a sus familias varias horas o incluso días en los campos de desplazados, donde hay miles de personas en condiciones higiénicas muy difíciles"
Según explica Raúl, estos mismos trabajadores, cuando acaban sus jornadas de trabajo se encuentran con la dificultad de no poder regresar a ver a sus familias en los campos de desplazados porque las carreteras han sido dañadas o porque los bombardeos son activos y es muy peligroso.
Desde Médicos Sin Fronteras hacen un llamamiento para que "se acabe esta barbarie que está diezmando y mutilando el alma y los cuerpos de personas, de niños que no tienen la culpa de nada" .
"Por favor dejen entrar más camiones de ayuda, porque los camiones que entran ahora son totalmente insuficientes. Y que dejen entrar a más personal médico y humanitario desde afuera".
En este sentido, desde la organización informan de que parte de sus equipos han tenido que ser evacuados, pero hay más trabajadores y equipamiento médico a la espera de poder entrar dentro de la Franja cuando sea posible.