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Objetivo Igualdad

Machismo en redes sociales: "Han puesto mi cara en vídeos de violaciones"

  • En 2020 el 65% de los usuarios de Twitch eran hombres y el 35% mujeres
  • Las creadoras de contenido se exponen a comentarios machistas y sexistas
  • 'Mujeres Streamers' en Objetivo Igualdad, el domingo a las 14:25h en Canal 24 horas

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Mujer jugando en el ordenador
Mujer jugando en el ordenador

Los streamers más populares suelen ser hombres y muchos no tienen ningún reparo en lanzar mensajes misóginos en las plataformas. Son discursos que suelen enmascararse tras el humor y que llegan a un público muy joven e influenciable. Por otro lado, las mujeres que se dedican a crear contenido en redes sociales suelen ser acosadas, sexualizadas y víctimas de campaña de odio. No son pocas las que optan por apartarse de este mundo para salvaguardar su salud mental y, en ocasiones, la física.

Peor si eres mujer y feminista

Las mujeres que se dedican a las redes sociales se enfrentan a sufrir una gran violencia, especialmente si su contenido gira en torno al mundo de los videojuegos y más todavía si tienen un perfil feminista.

Carla Galeote es una de ellas, su contenido en TikTok se centra principalmente en denunciar la violencia machista. Relata que no solo ha sido victima de insultos y vejaciones, sino también ha tenido que ver cómo se subían a redes sociales montajes donde ponían su cara en cuerpos desnudos o la han dibujado sin ropa. "Recibo a diario imágenes de miembros masculinos y semen de jóvenes, pero también de hombres de 50 años", nos confiesa. Es algo que no les ocurre a sus compañeros hombres que hacen un contenido similar.

"Recibo a diario imágenes de miembros masculinos y semen"

Para Miare los problemas comenzaron cuando tenía 18 años y el acoso persiste ocho años después. Han llegado a hacer montajes poniendo su rostro en vídeos pornográficos y de violaciones. Además, ha recibido múltiples amenazas de muerte y, en su caso, el acoso se ha trasladado también a las calles.

Nos cuenta que, cuando su expareja y ella rompieron, el que había sido su novio inició una serie de vídeos hablando de la relación y eso atrajo a “una marabunta de personas a opinar sobre mi vida privada, mi físico, mis relaciones interpersonales y mis supuestas relaciones sexuales”. Los comentarios negativos y dislikes fueron tantos que, según nos relata, su canal de Youtube se situó oficialmente como el peor del mundo.

Su exnovio es el también youtuber 'Dalas Review' que, además de las denuncias por maltrato de Miare y otra expareja, fue acusado por la Fiscalía de Madrid por ciberacoso infantil y abuso sexual. Pedían cinco años de prisión para él, aunque finalmente fue absuelto por falta de pruebas.

Un mundo de hombres

En 2020, el 65% de los usuarios de Twitch eran hombres y el 35% mujeres. María Garzón, experta en comunicación, asegura que en este mundo, mayoritariamente de gamers, “se ven a la máxima potencia los estereotipos misóginos que existen en el mundo real".

Es habitual que las mujeres que se adentran en estos espacios reciban insultos machistas, amenazas, que no quieran jugar con ellas y que cuestionen constantemente su capacidad de juego. “Hacen que te replantees el precio de ser joven, mujer y feminista”, nos asegura Galeote. Cree que estas campañas de odio y acoso responden a una búsqueda de conseguir el silenciamiento de las mujeres en las redes sociales.

"Practicamente lo dejé porque no aguantaba más"

Es lo que le ocurrió a Miare: "Practicamente lo dejé y el contenido que hago es residual porque no aguantaba más". Nos cuenta que es especialmente duro ver cómo los creadores de contenido hombres adoptan un papel pasivo ante estos comportamientos de los usuarios. “Abandonan a sus compañeras”, dice.

Influencers antifeministas

'Un Tio Blanco Hetero' se centra en poner en cuestión y lanzar insultos contra mujeres y colectivos de mujeres en su canal de Youtube. Es uno de los ejemplos más conocidos, pero hay muchos otros. No son pocos los que se han visto envueltos en polémicas. En 2022 'El Xokas' describía como “crack” a un conocido suyo que “ligaba” con chicas que habían bebido haciéndose pasar por borracho cuando estaba sobrio.

María Garzón nos explica que los contenidos divertidos e impactantes suelen tener más éxito y que la misógina es muy fácil enmascararla tras el humor. Nos habla de Naim Darrechi, uno de los más populares de esta plataforma en España. Este joven presumía de acostarse con otras chicas sin condón asegurándoles que era estéril. “El algoritmo entiende que si yo soy una chavala joven y acabo de entrar en TikTok es un contenido que me puede interesar", nos explica María Garzón.

“El algoritmo entiende que si yo soy una chavala joven es un contenido que me puede interesar"

Xandra Garzón es investigadora del CSIC especializada en mujer en el mundo digital. Desde su punto de vista, hay un problema clave hoy en día en las difusiones de streaming: “Son los contenidos de extrema derecha dirigidos a un público muy joven".

A pesar de que este tipo de mensajes va en contra de la normativa de estas plataformas, es algo que se permite. María Garzón nos recuerda que son negocios y que el algoritmo “no es una cuestión objetiva, porque ha sido programado con una base de datos que alguien ha metido ahí".

Atrasados a nivel judicial

Las tecnologías avanzan con tal rapidez que no siempre es sencillo que los estudios legales, legislaciones e implementación vayan al mismo ritmo. María Garzón reconoce que también hay sesgos machistas en la judicatura, "que es muy patriarcal todavía".

Miare ha denunciado en varias ocasiones a su expareja y cree que en muchas ocasiones los profesionales de la judicatura “están muy perdidos y no comprenden la comunicación en Internet o el impacto de un vídeo de 4 ó 5 millones de visitas".

La solución para Xandra Garzón pasa por resolver estos problemas, pero ante todo por la educación: “Ahora pensamos que es una burrada lo que pasaba en el metro en los años 90 o el acoso que había en las discotecas”. Le alegra ver cómo ha evolucionado la sociedad en este tiempo en el camino hacia la igualdad y espera que en 20 años se piense lo mismo de lo que ocurre ahora en redes sociales.