El pastoreo de montaña, en femenino: aumentan las mujeres que quieren reinventarse

• Cada vez hay más mujeres que deciden ser pastoras de alta montaña, donde encuentran paz y felicidad junto a los rebaños
• Los días duros, la precariedad del sector, el lobo o el exceso de burocracia son algunas de las dificultades que se encuentran
• El domingo, a las 22.30 horas, en el Canal 24 horas y en RTVE Play

Pilar Amieva Guerra es la única pastora del Concejo de Onís en el Puerto Alto de Picos de Europa

Pilar Amieva Guerra lleva 43 años pastoreando rebaños. Es la única pastora del Concejo de Onís en el Puerto Alto del Parque Nacional de Picos de Europa. En La Majada de Belbin, junto a su familia, son los únicos elaboradores del queso Gamoneú del Puerto. Son ya la 5ª generación y lo comercializan a través de la Quesería Remis: "Para elaborar el queso Gamoneú hacemos de vaca, de cabra y de oveja, pero, a nosotros nos gusta más que pueda la oveja. Tenemos que mecerlas cada día por la mañana y por la tarde, afirma Pilar".

Pilar nació en El Cueto, en Meré: "Y allí viví hasta que me casé”. Sus padres tenían vacas de leche y en su momento quisieron llevarla a Madrid a estudiar, pero no fructificó: “Estuve allá 20 días y dije no, esto no es lo mío. Hay que volver para acá”. Con su marido decidieron empezar a hacer queso para sacar algo más de dinero: "Él me aprendió porque yo aquí al Puerto nunca había venido y luego él bajaba a meter la hierba y yo me quedaba con el ganado y haciendo el quesu”.

Pilar Amieva, en el Concejo de Onís en el Puerto Alto de Picos de Europa Repor

El valle tenía 5.000 ovejas, ahora no llegan a las 500

Hace tres décadas este valle tenía 5.000 ovejas carranzanas y lachas y ahora no llegan a las 500. “Ahora ya las dejo por aquí ya se van por ahí a pasear y suben por ahí por la tarde, a veces vienen y a veces hay que ir a buscarlas. Hombre, hay que asomarse de vez en cuando pero ahora ya quedan libres”, explica Pilar.

Pilar en La Majada de Belbin junto a su familia, son los únicos elaboradores del queso Gamoneú Repor

Pilar cuenta con la ayuda de Rubén Remis, su hijo pequeño, que desde que tenía dos añinos que está ahí con ella. A Rubén lo que más le gusta es el ganado y la tranquilidad porque “eres amo tú y eres criado tú”, sostiene. “Son muchas horas y no tienes nada libre, pero a ver tiene que gustarte y mamarlo desde pequeño”.

“Hay días que te dan ganas de echarlo todo a la borda: viene el lobo y te las mata“

Para Rubén, las cabras son los animales más listos que hay: "El día antes de que llueva ya lo saben, y apuran a pacer hasta última hora”. Hay días muy buenos, hay días muy malos, explica. "Hay días que te dan ganas de echarlo todo a la borda. Viene el lobo y te las mata, y las ves nacer y las ves con las tripas fuera y eso te desilusion totalmente. El ganado es como si fueran hijos míos”. Con él lo tenemos todo, dice Pilar. “Ayuda, relevo, que nos sigue y muy bien”.

Hace 3 décadas este valle de Picos de Europa tenía 5.000 ovejas y ahora no llegan a las 500 Repor

“Nos los quitan de las manos. Antes de hacerlo, lo tenemos vendido“

Con Enrique Remis, el hijo mayor de Pilar, miestra la cueva en la que curan los quesos Gamoneú. Enrique es el encargado de comercializarlos en la Quesería Remis. Sus principales clientes son restaurantes con estrella Michelin y tiendas gourmet de toda España. “Nos los quitan de las manos. Antes de hacerlo, lo tenemos vendido. No podemos crecer más la producción porque entonces ya no sería artesanal”.

Enrique en la cueva de Picos de Europa en la que curan los Gamoneú de la Quesería Remis Repor

Mejor pastora que estar encerrada en una oficina

En Prioro, León, a sus 21 años Rosalía Fernández tuvo claro que prefería ser pastora a estar encerrada en la oficina bancaria en la que trabajaba. "Estudié un grado superior de Administración y Finanzas y luego me puse a estudiar ADE (Administración de Empresas) a distancia y trabajaba en un banco". Ha tomado el relevo a su padre, Raúl Fernández, propietario de la ganadería RF.

“Es muy duro pero también tiene muchas cosas buenas“

“Cuando llevaba dos años con la ganadería tuve un niño a los 23 años y ahora me voy a quedar con la ganadería de mi padre también cuando se jubile el año que viene”, explica. "Es muy duro, porque hay que estar todos los días. No hay vacaciones ni días festivos pero también tiene muchas cosas buenas. Me gusta mucho lo bonito que es criar un animal desde que nace, venía todos los días con mis padres de pequeñita”.

Con 21 años, Rosalía Fernández prefirió el pastoreo a una oficina bancaria Repor

“Se están matando los pueblos porque les quitan todos los servicios“

Al padre le parece bien y está muy orgulloso de que su hija le tome el relevo aunque “con la carrera que tenía, tenía otras oportunidades que ser ganadera. Ser ganadero es una vida muy dura”. Ha hecho la carrera online y hay que tener mucho valor con pocos servicios que hay en los pueblos: "Internet va mal, nos quitan los médicos, los colegios…Se están matando los pueblos porque les quitan todos los servicios”, denuncia Raul Fernández.

Rosalía ha tomado el relevo a su padre, Raúl Fernández, propietario de la ganadería RF Repor

Rosalía ha aportado al negocio de su padre 200 vacas casinas y la venta directa al cliente a través de su página web. Les compran desde todos los puntos de España. "Llevamos muy poco tiempo pero notamos que va creciendo la demanda y que la gente valora mucho nuestro producto”, explica Rosalía.

Con el buen tiempo, las reses pastan en lo alto del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre. "Estamos curando una ternera que le ha mordido un lobo. Igual un 10% de los terneros acaban desapareciendo y si no encuentras el cuerpo no tienes cómo demostrarlo y no lo cobramos”.

“Aquí me veo siempre feliz. Y al niño le encanta, le veo como relevo“

Este año también han tenido varios ataques del oso a los terneros: “Nosotros no queremos dinero, queremos que no nos lo coman porque al final lo que tenemos son muchos años atrás de trayectoria de unos animales”. Pero le compensa: "Aquí me veo siempre feliz, me gusta mucho estar aquí. Y al niño le encanta, lo veo como relevo aunque cuando crezca él ya decidirá”.

Rosalía Fernández con su hijo de dos años a quien ve como relevo Repor

El relevo, uno de los grandes problemas del pastoreo

Y es que el relevo generacional es uno de los grandes problemas del pastoreo. En Enviny, en el Pirineo de Lleida, la Escola de Pastors i Pastores de Catalunya lleva 15 años formando a personas que quieren dedicarse a la ganadería extensiva. Este año el alumnado son mayoría mujeres. Sobre todo chicas de ciudad que quieren hacer un cambio de vida y cumplir su sueño de ser pastoras de montaña.

Escola de Pastores

La "Escola de Pastors i Pastores de Catalunya" ha formado a más de 250 personas en 15 años Repor

“Este año la mayoría del alumnado son mujeres“

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María Díaz de Quijano, responsable de proyectos de la Escola de Pastors i Pastores de Catalunya, explica que “hay muchas redes sociales de mujeres pastoras de montaña y esto anima a la gente que quizás se lo habían planteado o era un pequeño sueño”. Es el caso de Irma que desde pequeña ya soñaba con ser pastora. A sus 22 años, tras estudiar Ingeniería Agroalimentaria, se ha matriculado en la Escuela. Considera que su sueño "es viable y una manera de preservar la vida". Con 26 años, otra alumna, Anna Carol ha cambiado el Derecho por el pastoreo. Su objetivo es seguir la estela de su abuela que tiene tierras en El Berguedà y establecerse allí con ganado.

“Te dicen que no podrá ser porque tú eres de ciudad y no está a tu alcance“

Lídia Gascueña también sueña con ser pastora de montaña. Viene del sector musical de Barcelona y a sus 39 años hace un cambio de vida radical. “Te dicen que no podrá ser porque tú eres de ciudad y lo tienes muy idealizado y en realidad es muy duro y no está a tu alcance”, comenta.

Este año la mayoría de alumnado de la Escola de Pastors i Pastores de Catalunya son mujeres Repor

Aitana Saiz es exalumna y ha venido a la Escola de Pastors i Pastores a compartir su experiencia tras coger el relevo de una explotación de Lleida junto a su pareja Álex Rubira. “Lo peor: el agotamiento físico y mental. La sensación de no dar abasto, la falta de tiempo para hacer otras cosas. Y la sensación de estar haciendo un trabajo enorme siendo solo dos personas”.

“Cuesta creer que hacer comida y cuidar el paisaje no sea rentable“

Saiz reivindica un mejor trato al sector de la ganadería extensiva: "Cuesta creer que hacer comida y cuidar el paisaje no sea rentable. Cuando es lo único que hace falta para vivir: comer y cuidar el entorno en donde estás”. “Ni para vivir mínimamente, no te digo para tener lujos. No queremos lujos, para nosotros el lujo es vivir como vivimos si fuera viable”, sentencia Aitana.

Los exalumnos Aitana Saiz y Álex Rubira explican su experiencia tras coger el relevo de una explotación de Lleida Repor

La precariedad y el exceso de burocracia ahogan el pastoreo

La fundadora de la Escola de Pastors i Pastores de Catalunya es Vanesa Freixa, conocida como “La Pastoreta” (La Pastorcilla). Solo tiene 8 ovejas que durante el verano pastan en lo alto de la montaña de Llessuí junto a otras 4.600 de 11 pastores y pastoras de estos valles del Pirineo de Lleida. Las considera una forma de vida. “Nos proporcionan, por un lado, mantener nuestro espacio, nuestras quatro hectáreas donde vivimos, pero además nos proporcionan carne para alimentarnos nosotros pero también para intercambiarla o para venderla. Con todo esto nos generamos nuestra pequeña economía, que nos hace ser un poco más autónomos”.

Vanesa Freixa, conocida como La Pastoreta (La Pastorcilla), fundó la Escola de Pastors i Pastores de Catalunya Repor

La inquietud por solucionar el problema del relevo generacional en el pastoreo y en las actividades agrarias la llevó hace 15 años a crear la Escola de Pastors i Pastores de Catalunya. "Aquí están las soluciones porque aquí aún se mantienen esos conocimientos que nos pueden dar esa autonomía y libertad en un mundo totalmente globalizado”, afirma Freixa.

Vanesa Freixa en la Montaña de Llessui, en el Pirineo de Lleida, con las 4.600 ovejas de 11 pastores de la zona Repor

Vanesa Freixa ha escrito sus reflexiones en el libro "Ruralisme" en el que insiste en que estamos consumiendo nuestro planeta y además lo estamos haciendo a expensas de otros lugares, mucho más lejanos de lo que es nuestra casa: "Estamos destruyendo sus territorios, sus culturas y su manera de vivir para poder mantener la vida de unos cuantos privilegiados y esto es tan injusto…”. Por todo ello apuesta porque volvamos a tener una vida sobria: "Tener una vida como yo digo más pequeña, de abastecernos de las cosas necesarias.

Las 4.600 ovejas de 11 rebaños aprovechan en verano el pasto comunal en lo alto de la montaña de Llessui Repor

“Tenemos que tener otra mirada hacia lo rural“

"Tenemos que tener otra mirada hacia lo rural para entender que cuando me pongo un alimento en la boca esto ha tenido un trabajo previo, una incidencia en el entorno, y es lo que me hará entender que a lo mejor me tengo que preocupar más de que haya más campesinos y campesinas”, sostiene Freixa.

Un trabajo que ella denuncia está muy precarizado y muy poco valorado, lo que conlleva que “no haya personas que se quieran dedicar y, además, las que lo hacen con vocación y pasión por una serie de circunstancias, trabas burocráticas que cada vez se van incrementando de una manera exagerada, hacen que estos proyectos, se encuentren con el agua al cuello y se terminen”.

“La política tiene que actuar para ayudar al sector a vivir de una manera digna“

Para Vanesa el problema es que la política le ha dado importancia a la agricultura intensiva: “Lo que hace es empobrecer el suelo, envenenarlo con productos químicos para garantizar, teóricamente, una mayor producción. Los que trabajan cada rincón, conscientemente y con estima, esta gente es la que está desapareciendo. Y ésta es una pérdida que no nos podemos permitir. Y aquí es donde la política tiene que actuar, poniendo políticas específicas para ayudar a este sector para que viva de una manera digna”.

Investigadora y pastora de guarda

En Saint Jean Pied de Port, en el País Vasco francés, Elena Galán del Castillo, que es investigadora en el BC3, el Centro Vasco de Investigación del Cambio Climático, hace dos años que, de mayo a octubre, pastorea en el comunal del Pirineo francés.

Elena es investigadora contra el cambio climático y, de mayo a octubre, pastorea en el Pirineo francés Repor

Guarda un rebaño de unas 500 ovejas lachas cara negra con cuya leche se elabora el queso DO Ossau-Iraty y también lachas cara rubia y vascobearnesas. “La carrera de investigadora es bastante precaria y tienes muchos parones entre contrato y contrato y decidí hacer del defecto virtud y aprovechar estos parones para matricularme en la Escuela de Pastores y hacer prácticas aquí”, cuenta.

En Francia existe la figura del pastor de guarda asalariado, “que no existe en España y, si existe, o es raro o es precario”. Y que cobra el sueldo mínimo francés “que es mucho mejor que el español, son unos 1.500 euros al mes brutos”, asegura.

Elena Galán guarda unas 500 ovejas vascobearnesas y lachas cara negra y cara rubia Repor

"Mi día a día es nuestro día a día. Yo no puedo mover las ovejas a sitios para que coman y que estén a disgusto. Hay algún pastor que a esto lo llama 'ofenderlas'. Y tienen muchas maneras ellas de expresarlo. La más indignada es cuando dan un golpe con la pata y se van para el lado contrario. También puede haber un abucheo general si les haces hacer algo que ellas no quieren, sí, sí”, explica Elena.

Elena Galán es investigadora del Centro Vasco de Investigación del Cambio Climático y pastora de guarda Repor

El palo es muy importante para los pastores y pastoras, asegura Elena, porque les ayuda a dirigir las ovejas. “Para mí es como una tercera pierna y una tercera mano a la vez. Cuando las muevo, si veo que corren mucho, levanto el palo y se paran”. De las ovejas se puede aprender, sobre todo, las maneras de relacionarse con el grupo: “La diferencia entre el macho dominante que va pegándose con todos y haciéndose daño y la oveja líder, que al final es una oveja sabia, de edad, que se va a poner a la cabeza del rebaño y todo el rebaño se va a fiar de ella”.

“En vez de humanizar a la ovejas, ovejízate tú un poco“

Elena también llama la atención sobre el comportamiento de las personas en la montaña y con el rebaño: "Todos quieren hacerse un selfie con ellas o caminar delante de ellas, por lo que digo: 'en vez de humanizar a la ovejas, ovejízate tú un poco'... Deja el móvil, mira las ovejas, observa lo que hacen porque a lo mejor te están enseñando a conectar un poco con el paisaje".