Chipiona recrea un tsunami como el de 1755: "Hay que estar precavidos"
- La localidad gaditana organiza un simulacro para ensayar una respuesta conjunta a estos destructivos fenómenos
- Se ha desalojado un colegio de 250 alumnos en tiempo récord
El municipio de Chipiona, en Cádiz, ha acogido este lunes un simulacro de tsunami para coordinar una respuesta conjunta ante este tipo de fenómenos. El ensayo rememora el maremoto de 1755, provocado por un terremoto en el Atlántico de magnitud 8,5, que asoló la costa gaditana y la de Huelva, dejando cientos de muertos.
Durante este simulacro coordinado por la Red Sísmica Nacional del Instituto Geográfico Nacional (IGN) se ha desalojado en tiempo récord un colegio de la localidad con 250 alumnos, trasladados a pie a un punto de encuentro. "Hay muchos terremotos continuamente en esta zona y hay que estar precavidos. Con salvar una vida, esta acción justifica todo este trabajo que estamos haciendo", ha dicho el alcalde del municipio, Luis Mario Aparcero.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), del que depende el IGN, ha explicado en un comunicado que estos simulacros "ayudan a garantizar que los enlaces de comunicación funcionan sin problemas y que las agencias y el personal de respuesta comprenden sus funciones durante un evento real", como es un tsunami, desastre de origen natural de rápida ocurrencia y con consecuencias regionales e incluso globales.
No es la primera vez que se lleva a cabo un simulacro internacional en esta región con la participación del Sistema de Alerta de Tsunamis de España, y este ensayo, bautizado como NEAMWave23, supone la continuación de simulacros anteriores en 2017 y 2021.
El maremoto del siglo XVIII sigue vivo en la memoria de los andaluces. Dejó entre un millar y 2.000 muertos en las actuales provincias Huelva, Cádiz y Sevilla, dejando una gran destrucción en la ciudad de Huelva y en localidades costeras como Ayamonte, Conil de la Frontera o Chiclana. En Cádiz, la altura de las murallas y la decisión del gobernador de cerrar las Puertas de Tierra para que no entrara la ola evitó un desastre mayor y el número de víctimas no fue tan elevado. La peor parte se la llevó Lisboa, donde el desastre cojunto provocado por el terremoto, el tsunami y los posteriores incendios desatados arrasaron con prácticamente toda la ciudad y dejaron unos 90.000 muertos.
Crear conciencia sobre el riesgo de tsunami
El simulacro de este año ha pretendido ayudar a que los países evalúen su preparación y creen conciencia sobre el riesgo de tsunami en la región, además de ser una oportunidad para evaluar los planes locales de respuesta al tsunami y la coordinación entre los países participantes.Por primera vez, el simulacro de este año ha incluido comunidades locales trabajando activamente para conseguir estar preparados ante los tsunamis. Con él, las autoridades buscan obtener la certificación internacional “Tsunami Ready” de la UNESCO.
En su desarrollo en España, que ha sido dirigido por el IGN, como Centro Nacional de Alerta de Tsunamis, han estado involucrados la Dirección General de Protección Civil y de Emergencias, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Chipiona, su policía local y un colegio de Chipiona, que ha sido evacuado por la alerta de tsunami.
El simulacro ha sido coordinado también por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria y el Instituto Español de Oceanografía del CSIC y se ha llevado a cabo un día después de la celebración del Día Mundial de Concienciación de los Tsunamis establecido anualmente el 5 de noviembre.