Netanyahu no descarta "pausas tácticas" en Gaza y asegura que Israel controlará la seguridad de la Franja tras el conflicto
- El primer ministro israelí vuelve a descartar una tregua si Hamás no libera a los rehenes
- Sigue en directo la actualidad de la guerra entre Israel y Hamás
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha descartado de nuevo una tregua en el conflicto en la Franja de Gaza hasta que Hamás libere a los rehenes, aunque ha concedido que pueda haber "pausas tácticas".
"No habrá cese al fuego general sin la liberación de rehenes", ha declarado Netanyahu en el extracto de una entrevista con la cadena estadounidense ABC que se emitirá en la noche de este martes. A renglón seguido, ha abierto la puerta a "pequeñas pausas tácticas" de "una hora aquí, una hora allí" que permitan el acceso de ayuda humanitaria.
La ONU y varios países, entre ellos los Estados árabes, ha pedido un cese el fuego inmediato, mientras Estados Unidos y la Unión Europea se inclinan por "pausas humanitarias" para atender a la población civil palestina.
Israel se hará cargo de la seguridad de la Franja "indefinidamente"
Netanyahu también ha asegurado que Israel se encargará de la seguridad de la Franja de manera indefinida una vez termine la guerra.
"Creo que Israel tendrá, durante un período indefinido, la responsabilidad general de la seguridad porque hemos visto lo que sucede cuando no la tenemos", ha declarado.
"Cuando no tenemos esa responsabilidad en materia de seguridad, lo que tenemos es una erupción del terror de Hamás en una escala que no podríamos imaginar", ha añadido.
El primer ministro israelí ha respondido así al ser preguntado sobre quién debe gobernar Gaza una vez finalice la guerra, a lo que contestó: "Aquellos que no quieran seguir el camino de Hamás".
Este 7 de noviembre se cumple un mes del estallido de la guerra entre Israel y las milicias palestinas lideradas por Hamás. Las autoridades sanitarias de Gaza aseguran que al menos 10.328 palestinos han muerto, incluyendo 4.237 niños, desde el 7 de octubre. El atentado terrorista de las milicias palestinas costó la vida a 1.400 personas.