¿Quiénes son los ultras detrás de las protestas violentas contra la amnistía?
- En manifestaciones que han terminado con disturbios como la de Ferraz hay una "constelación" de grupos extremistas
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Las manifestaciones contra la amnistía han ido aumentando en magnitud y violencia desde que comenzaron hace seis días. Cada jornada, a las 20 horas, cientos de personas -si no miles, como el martes-, se concentran frente a las sedes del PSOE coreando lemas como "Sánchez a prisión" o "¡Que te vote Txapote!", con el epicentro de las protestas en la calle Ferraz de Madrid, frente a la sede central de los socialistas.
Este martes, además, un nutrido grupo se dirigió al Congreso extendiendo la protesta por el centro de la capital. Tras una manifestación por lo general pacífica, la movilización acabó con fuertes disturbios, cargas policiales y lanzamiento de objetos a los agentes por parte de algunos asistentes. La jornada más tensa hasta el momento culminó con 39 heridos, 30 de ellos policías, y siete detenidos.
RTVE.es ha podido reconstruir, con el apoyo de VerificaRTVE, quien está detrás de estas protestas. Entre sus organizadores y entre quienes han llamado a la movilización hay una galaxia de partidos de derecha y extrema derecha, grupos radicales y neonazis y agitadores ultras en redes sociales, como Alvise Pérez o el líder de la empresa Desokupa, Daniel Esteve.
Vox y Revuelta, principales impulsores
Uno de los principales impulsores de las movilizaciones es Revuelta, una organización juvenil nacida hace poco más de un mes, y cuyos miembros han exhibido sus vínculos con líderes de Vox.
Su portavoz, César Pintado, fue uno de los oradores en la concentración de la plaza de Colón por la unidad de España del pasado 30 de octubre, convocada por la Fundación DENAES -vinculada a Vox, y de la que Santiago Abascal fue presidente-. Pintado tiene relación además con la Plataforma 711, una asociación juvenil surgida en la Universidad Complutense, activa en la manifestación y la responsable del sitio web de Revuelta, según se puede leer en sus términos y condiciones, y con el grupo de difusión HerQles, también activo en estas protestas.
Vox ha llamado a acudir a las manifestaciones, y muchos de sus miembros han estado presentes en ellas, como el propio Abascal, el vicepresidente de Castilla y León Juan García-Gallardo -que estuvo en primera fila en la concentración de Ferraz del lunes- o su líder en Murcia, José Ángel Antelo. Abascal abandonó la concentración del lunes antes de que comenzaran los disturbios.
“Revuelta, como HerQles y otras organizaciones, no se pueden vincular orgánicamente a ningún partido, pero sí tienen una vinculación estratégica con Vox“
"Revuelta, como HerQles y otras organizaciones, no se pueden vincular orgánicamente a ningún partido, pero sí tienen una vinculación estratégica con Vox", explica a RTVE.es Miquel Ramos, periodista especializado en extrema derecha y autor del libro De los neocón a los neonazis: La derecha radical en el Estado español. "La clave es que reproducen los discursos de Vox y son instrumentales a su estrategia, en la difusión de sus marcos y consignas", añade.
Falange, neonazis o ultras del fútbol, otros participantes
En concentraciones como las del lunes o el martes en Ferraz, las más multitudinarias y tensas hasta el momento, se han podido ver a muchos grupos ultra, sobre todo cuando la manifestación pacífica da paso a los disturbios violentos. Entre ellos, el partido ultranacionalista Democracia Nacional, cuyo líder, Pedro Chaparro, arengó a sus seguidores megáfono en mano.
También ha habido representantes de la Falange, de España 2000 -otro partido que sí que ha tenido representación municipal-, Hacer Nación, una escisión de este último de reciente creación, o miembros de Bastión Frontal, un grupúsculo neofascista surgido en pandemia y que anunció hace un año su disolución. Ahora, sin embargo, su canal en la red de mensajería Telegram ha vuelto a tener actividad con un escueto mensaje: "Todos a Ferraz".
Precisamente, el martes pudo verse a Isabel Peralta, representante de Bastión Frontal y antes del extinto grupo neonazi Hogar Social Madrid. Peralta, quien estaba encaramada a un kiosko y haciendo el saludo fascista, fue denunciada en 2021 por un discurso contra los judíos durante un homenaje a la División Azul en Madrid y fue detenida en marzo de 2022 en el aeropuerto de Fráncfort cuando quería entrar a Alemania con una bandera nazi y una edición de Mi lucha de Adolf Hitler.
Por último, hay varios radicales violentos pertenecientes a ramificaciones de grupos de ultras de fútbol, como el Frente Atlético, del Atlético de Madrid, o el grupo Outlaw, vinculado a los Ultras Sur, del Real Madrid, según ha explicado en La Hora de La 1 Jacobo Rodríguez, portavoz del Sindicato Unificado de Policía. Los agentes antidisturbios "los conocen perfectamente", ha señalado Rodríguez, quien añade que "están organizados y perfectamente entrenados para organizar estos desórdenes públicos". Fuentes policiales han señalado a EFE que se trata de radicales dispersos a los que "no les mueve la ideología ni una causa en concreto sino salir a la calle a montar lío".
Una "constelación" de pequeños grupos "atomizados" desde los 80
"Es un grupo muy diverso. Hay una amalgama de distintos actores que conforma la constelación que es la extrema derecha española", apunta a RTVE Pablo del Hierro, profesor de Historia en la Universidad de Maastricht, Holanda, y especializado en la historia de la ultraderecha en nuestro país.
Las formaciones de esta corriente extremista están "atomizadas" desde la década de los 80, cuando se confirmó el declive de los grandes partidos ultraderechistas que todavía tenían un papel relevante en la Transición: Fuerza Nueva y Falange (divida ahora en cinco partidos que buscan erigirse como "los herederos del legado de José Antonio").
Desde entonces, esta galaxia de grupos pequeños han intentado lograr "la hegemonía" de la extrema derecha e intentar agrupar a las distintas facciones, con "poco éxito". Esto solo ha cambiado cuando "ha habido cuestiones puntuales que disipaban las diferencias entre estos grupúsculos", que entonces "han colaborado para hacer un frente común". Ocurrió durante las manifestaciones contra el Gobierno en pandemia o ahora contra la amnistía, apunta Del Hierro.
Una pequeña ventana para los ultras
La clave ahora, señala este historiador, es el papel que puede tener Vox. "No ha roto de manera explícita con estas manifestaciones. Es posible que estén haciendo un cálculo de que a mayor polarización más ganancia para su propio partido, pero lo hacen a expensas de estar legitimando grupos de extrema derecha violenta, neofascistas y neonazis", añade Del Hierro.
Cree que los grupos minoritarios pueden verse beneficiados temporalmente de esta visibilidad para presentarse como una opción "legítima", pero al tratarse de formaciones tan "pequeñas, con tal falta de organización y pocos intelectuales orgánicos", los "cálculos políticos que hacen son muy limitados" y es poco probable que se vean reforzados a largo plazo o que superen su histórica atomización.
Mientras, según Ramos, el partido de Abascal utiliza sus "satélites" para mostrar una "diversidad" en estas manifestaciones, aunque muchos de ellos acaban "convergiendo" en el partido. Con nuevas plataformas como Revuelta, con una estética menos ultra que otros grupos radicales como Falange o DN, pretenden llegar a capas más amplias de los jóvenes y de la sociedad, "enmascarando" algunos de sus discursos más polémicos. "Estéticamente, ya no estamos en los años 90 y sus tribus urbanas", subraya.
"Se presentan como la rebeldía contra el sistema, porque al haber un Gobierno de izquierdas entienden que eso es el sistema, lo que llaman la dictadura progre. Ahí es donde enganchan a una parte de la gente joven", sigue este periodista.
Las redes, una "oportunidad de oro" para la extrema derecha
En la movilización de estos días las redes están teniendo un papel "fundamental", según Del Hierro, aunque esto no se limita a estas protestas. La extrema derecha en España, "por su propia naturaleza, relativamente pequeña, con poco arraigo en el territorio, poca estructura política y relativamente marginada", ve en las redes "una oportunidad de oro para poder ganar visibilidad a aceptabilidad y poder", así como "imponer sus marcos discursivos al resto de fuerzas políticas" sin necesidad de tener un gran número de militantes.
Muchos de estos grupos recurren a la red de mensajería Telegram, difícil de controlar, y donde agitadores como Alvise Pérez -expulsado de Twitter por la difusión de noticias falsas- tiene más de 300.000 seguidores. También es popular el canal de Esteve, la cara visible de Desokupa, y que ha compartido un vídeo con el propio Pérez para convocar a los manifestantes en Ferraz.
En sus mensajes en Telegram, Pérez se distancia de los "ultras marginales" más violentos, a los que llama "herramientas para el enemigo", y lanza una advertencia al celebrar los datos de asistencia: "Cada vez más. Cada vez más cerca. Último aviso, Pedro Sánchez".