Los países árabes e islámicos piden que Israel rinda cuentas por sus "crímenes masivos" en la Franja de Gaza
- Los jefes de Estado de 57 naciones se han reunido este sábado en la cumbre de emergencia celebrada en Riad, Arabia Saudí
- Sigue en directo la última hora de la guerra entre Israel y Hamás
Los jefes de Estado de 57 países árabes e islámicos se han reunido este sábado en la cumbre de emergencia celebrada en Riad, Arabia Saudí, un encuentro durante el que han pedido el fin de la guerra en Gazay que Israel rinda cuentas por sus "crímenes masivos".
Al término de la reunión, los países han emitido una declaración en la que, además, han solicitado aumentar la entrada de humanitaria a la franja y han rechazado que la guerra iniciada tras los ataques del grupo islamista Hamás el pasado 7 de octubre sea calificada como un ejercicio de "autodefensa" o "justificada bajo cualquier pretexto".
Asimismo, han pedido al fiscal general de la Corte Penal Internacional que "cumpla con la investigación de los crímenes de guerra y de lesa humanidad que comete" el Estado judío no solo en Gaza, sino "en todo el territorio ocupado". También han dirigido parte de la declaración a Occidente, a cuyos países han demandado que "dejen de exportar armas" a Israel.
En ese sentido, han solicitado investigar el uso de fósforo blanco contra Gaza y el sur del Líbano, además de realizar una pesquisa sobre el arsenal nuclear que tendría Israel, algo que ha hecho saltar las alarmas tras las recientes declaraciones de un ministro israelí que sugirió como posibilidad un ataque nuclear en Gaza.
La cumbre, según los jefes de Estado allí presentes, se ha celebrado este sábado ante el "silencio" y el "doble rasero" de los países occidentales a la hora de condenar la campaña de "castigo colectivo" de Israel contra Gaza.
Un estado palestino independiente como única vía para la paz
La declaración final ha recogido igualmente que la única vía para la paz es la creación de un Estado palestino independiente con Jerusalén Este como capital, la solución más consensuada por la comunidad internacional, pero que ha quedado abandonada con el paso de los años.
"Afirmamos que ni Israel ni ninguno de los países de la región gozarán la seguridad y la paz sin que gocen de ello los palestinos y recuperen todos sus derechos saqueados", han advertido los países en el comunicado final.
Con ese fin, el documento también ha estipulado la convocatoria de una conferencia internacional de paz "con la mayor brevedad posible" para lanzar un proceso "creíble y en base a la ley internacional" para poner fin a "la ocupación israelí del territorio palestino".
Otro de los puntos en común que han compartido estos países ha sido el de responsabilizar a Israel de "la continuidad del conflicto y de su agravamiento", mientras que han considerado la ocupación de los territorios palestinos "una amenaza para la seguridad y a la estabilidad regional e internacional".
Siria e Irán se desmarcan de la tónica general
A la cumbre han acudido los jefes de Estado más destacados de la región, como el presidente egipcio Abdelfatah al Sisi; el turco Recep Tayyip Erdogan; el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani; o el presidente palestino Mahmud Abás, además de un gran número de líderes de países asiáticos de mayoría musulmana.
Pero también se han presentado personalidades que despiertan cierto resquemor entre los árabes, como el presidente de Siria, Bachar al Asad, y el de Irán, Ebrahim Raisí, quien ha realizado su primera visita a Arabia Saudí con motivo de la cumbre.
Ambos han tenido puntos en sus discursos que se han desmarcado de la tónica general de condena: mientras Raisí ha pedido armar a los palestinos para hacer frente a Israel, Al Asad ha asegurado que el ataque inicial de Hamás impuso una "nueva realidad" en Oriente Medio y abrió "puertas políticas que llevaban décadas cerradas".
Además, sus intervenciones han tenido una gran expectación porque ambos países forman parte de la alianza informal antiisraelí capitaneada por Irán y autodenominada Resistencia Islámica, que aglutina al grupo chií libanés Hizbulá, a los rebeldes hutíes del Yemen y a las milicias proiraníes de Irak.
Los coletazos del conflicto en Gaza también son una de las principales preocupaciones en Oriente Medio, donde Israel y Hizbulá se están intercambiando ataques y los hutíes están lanzando drones y misiles, al tiempo que grupos proiraníes en Siria e Irak hacen lo propio pese a las respuestas militares de Israel y EE.UU.