¿Están cometiendo Israel y Hamás crímenes de guerra?
- Son los tribunales internacionales y, en concreto, la Corte Penal Internacional los que tienen la jurisdicción para determinarlo
- Sigue aquí el minuto a minuto de la Guerra entre Israel y Hamás
"Hasta las guerras tienen normas", decía el secretario general de la ONU, António Guterres, el pasado 13 de octubre. Las Convenciones o Convenios de Ginebra y sus Protocolos nacieron para "limitar la barbarie de la guerra", como recoge el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en su propia web. Son la piedra angular del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y establecen que se debe tomar medidas para prevenir o poner fin a cualquier violación de esas normas. Ante las llamadas "infracciones graves", se debe buscar, enjuiciar o extraditar a sus autores, sea cual sea su nacionalidad. Es lo que llamamos crímenes de guerra.
En las hostilidades que empezaron el pasado 7 de octubre en Israel y en la Franja de Gaza, ¿se están cometiendo crímenes de guerra? Son los tribunales internacionales y, en concreto, la Corte Penal Internacional (CPI), en La Haya, los que tienen la jurisdicción para determinarlo. Israel no ha firmado el Estatuto de Roma, que sirvió para crear la CPI; pero Palestina, como Estado observador de la ONU, sí lo ha hecho, así que la CPI puede procesar y juzgar los crímenes cometidos en los territorios ocupados por Israel. Analizamos, con la ayuda de expertos, si en ese conflicto armado se están llevando a cabo acciones que podrían constituir crímenes de guerra, según el Derecho Internacional Humanitario.
¿Quién debe cumplir el Derecho Internacional Humanitario?
El DIH es de obligado cumplimiento para los estados, incluido Israel, y para los grupos armados no estatales implicados en las hostilidades, incluidos Hamás y la Yihad Islámica Palestina, aunque estos no pueden ratificar los tratados. Se debe cumplir desde que empieza el conflicto hasta que termina.
"El conflicto entre Israel y Hamás y otros grupos armados no empezó el 7 de octubre, sino hace muchos años. El Derecho Internacional Humanitario también se aplica en la ocupación militar, así que es aplicable desde que Israel ocupó el Territorio Palestino en 1967 y eso incluye Cisjordania, Jerusalén Oriental y también la Franja de Gaza, que sigue siendo territorio ocupado", nos explica Clive Baldwin, asesor legal de Human Rights Watch, desde Londres.
¿Es la Franja de Gaza un territorio ocupado?
Las autoridades israelíes aducen que la Franja palestina es un territorio autónomo, desde que Israel retiró sus tropas en 2005, bajo el Gobierno de Ariel Sharon. La ONU y otras organizaciones internacionales la consideran parte del Territorio Ocupado Palestino.
"Israel sigue siendo la potencia ocupante de Gaza. Retiró su presencia militar permanente hace casi 20 años, pero continúa teniendo control efectivo sobre la población y el territorio, incluyendo las fronteras, el espacio aéreo… Según la ley, es aún el ocupante. Incluso el CICR, que son los guardianes del Derecho Internacional Humanitario, lo considera así", nos asegura Clive Baldwin.
Los territorios anexionados o "en disputa" también se consideran ocupados. El hecho de que estén gobernados por la Autoridad Nacional Palestina o Hamás, no exime a Israel, como potencia ocupante, de la obligación de proteger a la población de los territorios ocupados. Eso incluye su seguridad y que tengan lo básico para vivir, como comida, agua o refugio.
¿Se pueden justificar crímenes de guerra como respuesta a otros crímenes de guerra o como acciones en defensa propia?
Las normas de la guerra son de obligado cumplimiento independientemente de lo que haya hecho el otro bando. El incumplimiento de esas reglas por parte de un bando no exime del cumplimiento al otro.
"Ninguna atrocidad o crimen de guerra cometido por un bando puede justificar que el otro bando cometa crímenes de guerra o cualquier violación del Derecho en un conflicto, incluyendo los ataques a civiles", asegura, tajante, el asesor legal de HRW.
Después de los ataques de Hamás y la Yihad Islámica del pasado 7 de octubre, que causaron en Israel unas 1.400 muertes, en su mayoría civiles, y la toma de más de 200 rehenes, tanto Israel como numerosos líderes políticos esgrimen que los ataques del ejército israelí sobre la Franja de Gaza se realizan en defensa propia.
Ardi Imseis, catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Queens, en una entrevista a Al Jazeera, se basa en el párrafo 139 de una sentencia del Tribunal Penal Internacional de 2004 y argumenta que la amenaza debe provenir de un Estado: "Israel no tiene derecho a la defensa propia que establece el artículo 51 de la Carta de la ONU frente a un territorio ocupado que controla. Gaza es un territorio ocupado, Israel mantiene un control efectivo sobre él y, por eso, no puede reclamar el derecho a la defensa propia. Sin embargo, sí tiene derecho a repeler los ataques que provengan de un territorio ocupado, lo que no equivale a la defensa propia según el Derecho Internacional. Y esa fuerza tiene que ser proporcional y necesaria para repeler el ataque. El tipo y la intensidad de la fuerza empleada por Israel desde el 7 de octubre está fuera de lo que se considera proporcional o necesario para repeler los ataques del 7 de octubre".
Sobre este asunto, el asesor legal de HRW, Clive Baldwin apunta: "Más allá de si tiene derecho o no a la defensa propia, Israel tiene que cumplir con las normas que regulan los conflictos. Y eso significa que ningún crimen de guerra puede ser cometido apelando a la defensa propia".
¿Pueden considerarse los ataques de Hamás y la Yihad Islámica en Israel crímenes de guerra?
El IV Convenio de Ginebra se centra en la necesaria protección de las personas que no participan en las hostilidades. Cualquier ataque dirigido a la población civil como tal es un crimen de guerra. Los ataques de los grupos armados palestinos a los jóvenes que participaban en el festival de música o a los civiles de los kibutz, que el pasado 7 de octubre causaron la muerte a 1.400 personas constituyen, según el DIH, crímenes de guerra. También lo son los lanzamientos indiscriminados de cohetes y los que se dirigen a objetivos civiles y no militares.
Respecto al secuestro de más de 200 personas por parte de los grupos armados palestinos que entraron en Israel, el artículo 34 del IV Convenio de Ginebra es contundente en su redacción: "Está prohibida la toma de rehenes".
¿Es el corte de suministros básicos por parte de Israel a la Franja de Gaza un crimen de guerra?
Dos días después de los ataques de Hamás en Israel, el 9 de octubre, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunció un "asedio total" a la Franja de Gaza: "Ya no habrá electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible, todo estará cerrado. Estamos luchando contra animales y estamos actuando en consecuencia", dijo Gallant a la prensa local.
Como potencia ocupante, Israel tiene la obligación de suministrar los bienes básicos para garantizar la supervivencia de la población ocupada. No cumplir con ella supone una violación del Derecho Internacional Humanitario, que incide en el abastecimiento. Además de ese deber, el IV Convenio de Ginebra especifica en su artículo 33: "No se castigará a ninguna persona protegida por infracciones que no haya cometido. Están prohibidos los castigos colectivos, así como toda medida de intimidación o de terrorismo".
Los expertos en DIH no tienen ninguna duda al respecto: "El corte por las autoridades israelíes de agua, comida, electricidad y combustible a la población de Gaza es un castigo colectivo, de la forma en que se ha hecho, que es cortarlos a toda la población, porque no se ha hecho con un objetivo militar o dirigido a los combatientes de Hamás; el objetivo es la población. No puede haber ninguna justificación para ello y es un castigo a toda la población por las acciones de una parte, individuos de Hamás. Por estar dirigido a los civiles y no a un objetivo militar, el castigo colectivo es también un crimen de guerra", asegura Clive Baldwin, de HRW.
Antes del 7 de octubre, la Franja de Gaza llevaba sometida a un bloqueo por parte de Israel desde 2007, que también se puede entender como un castigo colectivo. Entonces, a diario entraban unos 400 camiones diarios a la Franja con bienes básicos y ayuda humanitaria. Desde el 7 de octubre, están entrando apenas decenas, una cantidad que todas las ONG que trabajan sobre el terreno consideran claramente insuficiente. Impedir o bloquear la llegada de ayuda humanitaria a los civiles que la necesitan es un crimen de guerra.
¿Es legal el uso de fósforo blanco en los ataques de Israel?
El fósforo blanco es una sustancia química incendiaria que arde al entrar en contacto con el oxígeno, causando heridas graves. Puede quemar la carne humana hasta el hueso y resultar mortal. Human Rights Watch ha documentado en una investigación que el ejército israelí ha utilizado fósforo blanco en varios ataques en Gaza y en el Líbano, durante la actual contienda. Amnistía Internacional también ha documento su uso por parte de las fuerzas israelíes en este último país.
"El fósforo blanco, que es un arma que quema, debería ser evitado en zonas abiertas, dados los efectos sobre la población civil. Si se utiliza sobre civiles o de forma indiscriminada, puede ser un ejemplo de crimen de guerra", nos explica Clive Baldwin, de HRW.
¿Hace el ejército israelí lo posible por proteger en sus ataques a la población civil de Gaza?
Las Convenciones de Ginebra obligan a los dos bandos a proteger a los no combatientes. En todos los conflictos, todas las partes tienen que distinguir en todo momento entre objetivos militares y civiles. Si existe cualquier duda sobre el estatus de cualquier individuo o edificio, se debe presumir que es civil.
Hay tres tipos de ataques que se consideran ilegales: 1) El ataque deliberado a civiles a sabiendas de que son civiles o de que es un edificio civil. 2) Un ataque indiscriminado, sin hacer distinción entre objetivos civiles y militares, o utilizando un tipo de armamento que no permite hacer esa distinción en una zona concurrida. 3) Un ataque desproporcionado, en el que, aunque haya un objetivo militar que se esté atacando, la cantidad de civiles muertos o de destrucción de los edificios civiles es desproporcionada con respecto al objetivo militar.
El ejército israelí dice hacer lo posible por proteger a los civiles en su asedio a la Franja de Gaza, desde tierra, mar y aire.
"Los ataques israelíes que dicen que se dirigen a objetivos militares se tienen que investigar. La cantidad de muertes de civiles y la magnitud de la destrucción de edificios civiles generan muchas preocupaciones de que podrían ser ataques indiscriminados o desproporcionados, y si se descubriera que se han atacado objetivos civiles deliberadamente eso sería un crimen de guerra. La cantidad diaria de muertes civiles genera muchas preocupaciones al respecto", asegura el asesor legal Clive Baldwin. Y precisa: "Si es un objetivo militar, lo puedes atacar, pero tomando todas las precauciones posibles para minimizar la pérdida de vidas civiles y asegurarte de que puedes atacar el objetivo militar; si no puedes, sería un ataque indiscriminado, que es ilegal."
Los Convenios de Ginebra ofrecen especial protección a hospitales, personal humanitario, ambulancias o lugares de refugio de civiles. Atacarlos supone un claro crimen de guerra. Para no serlo, Israel debería demostrar que su principal uso es militar. Aun así, el ejército siempre debe tener en cuenta el daño que se infligiría a los civiles, para que no sea un ataque indiscriminado o desproporcionado.
¿Hacen los grupos armados palestinos lo posible por proteger a los civiles en la Franja?
El brazo armado de Hamás, la Yihad Islámica Palestina y los demás grupos armados también están obligados por el DIH a hacer lo posible por proteger a los civiles, tanto en Israel como en la Franja de Gaza. Ya hemos visto en un epígrafe anterior que sus ataques a civiles israelíes son constitutivos de crímenes de guerra. La cuestión es si están protegiendo debidamente a su propia población civil en la Franja.
"Hamás y los demás grupos armados de Gaza deben hacer también todo lo posible por evitar la muerte de civiles, incluyendo los lugares en los que se encuentran sus milicianos, su cuartel general, sus armas y munición, no deberían poner en riesgo a los civiles. Tienen que situarlos en lugares que minimicen el riesgo", nos especifica Baldwin.
El artículo 28 de la IV Convención de Ginebra establece: "Ninguna persona protegida podrá ser utilizada para proteger, mediante su presencia, ciertos puntos o ciertas regiones contra las operaciones militares". El ejército de Israel acusa a las milicias palestinas de utilizar a los civiles de la Franja como escudos humanos, lo que sería un crimen de guerra. Para ser un crimen de guerra, debe demostrarse que es un acto deliberado: "Significa poner deliberadamente a los civiles en un lugar para hacer el objetivo militar inmune a un ataque. Eso es un delito. Pero incluso aunque eso ocurra, los civiles son civiles, y aunque estén donde haya un objetivo militar o sean utilizados como escudos humanos, Israel debe tomar medidas para minimizar la pérdida de vidas civiles", apostilla el experto de HRW.
¿Es la orden israelí de evacuación del Norte de la Franja una advertencia legal o un desplazamiento forzoso?
El ejército israelí lanzó una advertencia que pedía a 1,1 millones de personas del norte de la Franja de Gaza que se desplazaran al sur. Cuando miles de civiles empezaron a huir para ponerse a salvo, los ataques de ese ejército continuaron también en el centro y sur de la Franja, causando la muerte de civiles. Sin ningún refugio ni lugar seguro en un territorio superpoblado de 365 km2, asediado por incesantes bombardeos, y con un corte de suministros básicos, incluido el combustible, miles de gazatíes se quedaron en casa o buscaron refugio en hospitales y escuelas de la UNRWA cercanos. Las autoridades de Israel advirtieron que los civiles que abandonaran sus casas en esa zona serían considerados "terroristas" o "cómplices".
Según el Derecho Internacional Humanitario, no basta con lanzar una advertencia. Esta debe ser efectiva, es decir, factible, realista, con una notificación clara, y debe dar la posibilidad a los civiles de alejarse del ataque de forma temporal para poder regresar poco después de que se produzca. En palabras del experto Clive Baldwin: "Implica que la población pueda huir para ponerse a salvo, pero si no hay ningún lugar seguro al que ir y no se pueden trasladar, no es una advertencia efectiva. Sea cual sea la advertencia, eso no cambia la situación de los civiles. Los que no se vayan de la zona, por el daño de las infraestructuras, por la intensidad de los ataques, siguen siendo civiles. Todo lo que ignore a los civiles que se quedan o, aún peor, los considere como combatientes por no marcharse, es ilegal. Cualquier ataque por Israel o por quien sea después de una advertencia que no tenga en cuenta que hay civiles es claramente ilegal".
Si la advertencia no es efectiva, la orden de evacuación de prácticamente la mitad de la población de la Franja (de 2,3 millones de habitantes) podría suponer un desplazamiento forzoso, prohibido por el artículo 49 del IV Convenio de Ginebra. "Hay un riesgo innegable de desplazamiento forzoso. Aunque Israel diga que eso es una advertencia, incluso la Cruz roja dijo que sería una violación del Derecho Internacional Humanitario, porque es imposible para un millón de personas en la situación actual en Gaza huir y evitar de forma efectiva los ataques. Si las fuerzas israelíes hacen que la población se marche con otros fines que no sean únicamente su protección y además no les permiten volver, eso sería un caso claro de desplazamiento forzoso, que es un crimen de guerra y contra la humanidad", explica el asesor legal de HRW.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya ha anunciado que las tropas israelíes permanecerán en Gaza después de la guerra y el nivel de destrucción de edificios civiles en todo el norte de la Franja va a hacer imposible el regreso a sus hogares de, al menos, decenas de miles de personas.
¿Puede Israel estar cometiendo un genocidio en Gaza?
Siete relatores especiales de la ONU emitieron una declaración conjunta el 2 de noviembre, en la que advertían: "Seguimos convencidos de que el pueblo palestino corre un grave riesgo de genocidio. El tiempo para la acción es ahora. Los aliados de Israel también tienen responsabilidad y deben actuar ahora para evitar su desastroso curso de acción". El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, declaró: "Gaza se está convirtiendo en un cementerio de niños". Los menores suponen un 40% de los miles de víctimas palestinas.
El genocidio es la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, racial, étnico o religioso. Es un crimen que debe prevenirse, según la Convención para la Sanción y Prevención del Delito de Genocidio de 1948, ratificada por Israel y Palestina.
"Un asunto clave que cabe subrayar es el deber de todos los estados de evitar lo que llamamos atrocidades, tienen la responsabilidad de proteger y emprender acciones cuando hay un riesgo de que se esté cometiendo cualquiera de los delitos más graves, incluyendo los crímenes contra la humanidad. Es un deber de todos los estados actuar, porque existe un claro riesgo en Gaza en estos momentos", asegura Clive Baldwin, de HRW.
La relatora especial de la ONU para el Territorio Ocupado Palestino, Francesca Albanese, ha explicado en la red X que hay tres elementos que alertan de ese grave riesgo. El primero: las crecientes declaraciones de lenguaje genocida que han empleado líderes políticos y militares israelíes, con expresiones como "animales humanos". La ONG israelí Breaking the Silence ha documentado en esa misma red muchas de esas expresiones públicas, difundidas en redes sociales y medios de comunicación israelíes.
El segundo elemento que señala Albanese es el elevado número de víctimas en un corto período de tiempo. "En unas tres semanas o cuatro semanas Israel ha matado a más de 9.000 personas. Esta es la misma cantidad de muertes que se han reportado después de 19 meses de conflicto entre Ucrania y Rusia, y también es la misma cantidad de rohingyas que la junta de Myanmar mató en dos años", dice la relatora en una entrevista a BBC. Y añade la grave destrucción de infraestructuras civiles, con bombardeos a hospitales, escuelas, mercados, lugares de culto…
El tercer elemento, según Francesca Albanese, es la capacidad de cometerlo. "Israel, si quiere, tiene la capacidad de aniquilar totalmente Gaza y por eso mostramos preocupación por el riesgo. El pueblo palestino en Gaza corre un grave riesgo de genocidio", alerta la relatora de la ONU, en esa reciente entrevista.
¿Está Israel cometiendo crímenes de guerra en el resto del Territorio Ocupado Palestino?
Puesto que el conflicto israelo-palestino no comenzó el pasado 7 de octubre, cabe preguntarse qué otros crímenes de guerra podría estar cometiendo Israel durante décadas de ocupación militar, una realidad regulada por las Convenciones de Ginebra.
"Uno de los crímenes de guerra clave que estamos viendo en los territorios ocupados son los asentamientos de población civil. Es un crimen de guerra, bajo el Estatuto de Roma y el Tribunal Penal Internacional, el delito se define como el traslado de civiles de la potencia ocupante al territorio ocupado, es decir, de colonos. Es un crimen de guerra muy claro y de larga duración que Israel está cometiendo como potencia ocupante en Cisjordania", asegura Clive Baldwin. Le preguntamos si además de la colonización ilegal de Cisjordania y Jerusalén Este, ha detectado otros delitos graves en esos territorios.
"HRW concluyó hace dos años que Israel está cometiendo crímenes de lesa humanidad de apartheid y persecución sobre el terreno por razón de raza o etnia contra los palestinos. El apartheid es un claro crimen contra la humanidad cometido por las autoridades israelíes, según el estatuto del Tribunal Penal Internacional y según el tratado internacional contra el apartheid desde hace 50 años, y tiene su propia definición en el Derecho. No es una comparación con lo que pasó en Sudáfrica; se trata de la creación de un sistema de presión de un grupo racial sobre otro", nos explica el asesor legal de HRW. Muchas otras ONG israelíes, como B’Tselem, Breaking the Silence o Yesh Din también denuncian un régimen de apartheid por parte de las autoridades de Israel con respecto a la población palestina en el Territorio Ocupado.
Como potencia ocupante, Israel tiene el deber de crear las condiciones de seguridad en el Territorio Ocupado, lo que incluye proteger a la población palestina de cualquier acto violento. Desde el pasado 7 de octubre, la violencia de los colonos israelíes -muchos de ellos, armados- contra la población civil palestina se ha exacerbado. En algunos de esos ataques, documentados por organizaciones israelíes como B’Tselem o Breaking the Silence, se ve que los soldados israelíes presentes no actúan para proteger a los civiles palestinos desarmados. En algunos casos, incluso son los propios soldados israelíes los que atacan o tratan vejatoriamente a los palestinos.
"Israel tendría que garantizar los derechos humanos de los palestinos en los territorios ocupados, asegurar que los responsables de esa violencia rindan cuentas, ya sean individuos, grupos o fuerzas de seguridad estatales y llevarlos ante la justicia. Las autoridades israelíes deben cumplir con este deber mientras la ocupación continúe. Si consideras la totalidad del sistema y elementos como la discriminación en Cisjordania entre la forma como se trata a los colonos y a la población palestina, incluida la violencia que se está desarrollando y que el Estado de Israel está tolerando, ves que Israel está cometiendo el crimen de persecución por razones de raza o etnicidad, que es privar de derechos fundamentales por pertenecer a un grupo concreto, en este caso, por ser palestinos. Este es uno de los crímenes contra la humanidad más graves que existen", concluye Clive Baldwin, asesor legal de Human Rights Watch.
¿Por qué es importante que los crímenes de guerra no queden impunes?
Todos los expertos en Derecho Internacional Humanitario coinciden: es importante rendir cuentas y que todos estos crímenes se persigan, se investiguen y se castiguen, para que quienes los cometan no sientan que pueden hacerlo con impunidad.
"Es deber de todos los Estados expresar públicamente la condena a los crímenes que se están cometiendo o de los que hay riesgo de que se cometan en el futuro, especialmente, de los estados que se consideran estrechos aliados de las partes en el conflicto. En el caso de Israel, Estados Unidos y estados europeos clave tienen la responsabilidad de manifestarse públicamente ahora. Los estados que son aliados o apoyos de Hamás, como Irán, deberían hacerlo también. Y los Estados que tienen influencia y poder en las Naciones Unidas en el Consejo de Seguridad deben aprobar una resolución", reclama el asesor legal de HRW, Clive Baldwin.
Los tribunales, a través de una investigación independiente, determinarán el alcance de estos crímenes. De momento, la mayoría de los líderes internacionales ha condenado las acciones de Hamás y demás milicias palestinas el pasado 7 de octubre. Sin embargo, hasta la fecha apenas ha habido condenas internacionales de los crímenes de guerra cometidos por Israel desde el 7 de octubre en Gaza y durante décadas de ocupación de Palestina.