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Del relator que nunca fue al mediador que será: PSOE y el independentismo pactan un "mecanismo de verificación"

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Puigdemont, en un reunión de la cúpula de Junts en Bélgica
Puigdemont, en un reunión de la cúpula de Junts en Bélgica

En febrero del año 2019 estalló una fuerte polémica en la política española a cuenta de la figura de un "relator" que se llegó a plantear pero que nunca se hizo realidad. El contexto entonces era la mesa de partidos creada para dar una "solución política al conflicto en Cataluña", en medio de la negociación del PSOE con ERC y el entonces PDeCAT para los Presupuestos Generales del Estado. Pero en ese momento el Gobierno de Pedro Sánchez se negó a tratarlo como un "mediador" ni "observador internacional", categoría que sí le querían dar entonces los independentistas.

Durante días y días todo giró en torno a un posible "facilitador", "mediador", "observador internacional" o "notario", pero ninguno de los términos lograba el consenso entre el Gobierno y la Generalitat. El independentismo quería hablar de un claro "mediador" estableciendo una relación de bilateralidad entre Cataluña y el Estado, mientras que el Gobierno de Sánchez solo estaba dispuesto a aceptar, entonces, a ese "relator" concebido como una simple "figura útil" y "técnica" en un trabajo de "organización" y "sin mayor trascendencia" en la mesa de partidos, según señaló entonces la que fuera vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que lo definió como "alguien que tome nota, convoque y coordine".

Las conversaciones entonces no llegaron a buen puerto y esa mesa de diálogo quedo congelada.

Si se acude a las noticias de aquel momento sorprenden las similitudes con algunos puntos del momento actual. Una oposición entonces liderada por Pablo Casado en el PP y por Albert Rivera en Ciudadanos llamaban a manifestarse en la calle ante la "humillación intolerable" y la "traición a España" por la aceptación de un relator para hablar con el independentismo, entre otras "cesiones". Y eso derivó en la ya famosa fotografía de Colón con PP, Vox y Cs juntos, dos días de que arrancase el juicio del 'procés'.

La polémica en torno a la figura de un mediador, se llame este como se llame, no es nueva, por tanto, y se remonta a hace cinco años. Ya apareció, de hecho, como el tercero de los 21 puntos que el expresident Quim Torra presentó a Pedro Sánchez en una reunión que ambos mantuvieron en diciembre de 2018. "Es necesaria una mediación internacional que tiene que facilitar una negociación en igualdad" rezaba ese documento que no fraguó en acuerdo alguno.

Cinco años después, esta figura ya sí aparece en los acuerdos que el PSOE ha firmado tanto con ERC como con Junts para obtener sus imprescindibles votos en la investidura que se celebrará la próxima semana.

¿Qué dicen los pactos con ERC y Junts sobre el mediador?

Tanto en el pacto de PSOE con ERC como en el de Junts los partidos acuerdan cómo se establecerá esta figura de mediación. Así, en el acuerdo con el partido de Carles Puigdemont se recoge que "dadas las profundas discrepancias sobre la forma final de la resolución del conflicto, además de las desconfianzas mutuas reconocidas por ambos" se acuerda "dotarse de un mecanismo entre ambas organizaciones, internacional, que tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar un seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos a los que se llegue".

Tras la firma del acuerdo y en su comparecencia, el expresidente catalán lo denominó "relator internacional" y no especificó la identidad de esta figura.

De forma muy similar en el pacto PSOE-ERC se habla de un "mecanismo que tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos a los que se llegue, con el fin de que las propuestas que lleguen a la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo cuenten con un ritmo de trabajo constante y con un grado óptimos de debate y compromiso político y puedan

implementarse durante la presente legislatura. A estos efectos, se designará de común acuerdo a una persona de reconocido prestigio para realizar dichas labores".

¿Cómo lo defiende el Gobierno?

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha defendido la necesidad de un "mecanismo internacional" de verificación de los pactos con Junts ante la clara "desconfianza" mutua y "posiciones muy distintas" que hay entre los dos partidos, por lo que ve bien que haya un "acompañante" en el proceso. Así lo dijo el viernes en la Cadena SER, donde restó importancia a esta figura para señalar que "los partidos suelen utilizar asesores de este tipo". En el pasado el PSOE se negó a una mediación internacional con el independentismo.

Ahora el PSOE dice, en palabras de Bolaños: "Muchas veces los partidos recurren a expertos internacionales en otras materias y no pasa nada, más que si es nacional o internacional, lo importante es que sea una persona de prestigio, que acompañe el diálogo y la negociación". Hace hincapié en que servirá para plantear soluciones, desencallar temas y verificar cuál está siendo el avance de las conversaciones y el nivel de cumplimiento de los acuerdos.

¿Qué se sabe hasta ahora de esta mediación?

De momento los únicos detalles del proceso de mediación los ha ofrecido la presidenta de Junts, Laura Borràs, que ha avanzado que el "mecanismo de verificación" estará formado por cuatro personas, sin desvelar si esos nombres ya están pactados con el PSOE.

Borràs también anunció, en una entrevista en Catalunya Ràdio, que en las reuniones mensuales de Junts con el PSOE participará el propio expresident Puigdemont, por lo que de momento se celebrarán fuera de España, donde el líder de Junts tiene orden de detención vigente.

Borràs afirma que el sistema de verificación busca "permitir esta nueva relación con alguien que conoces perfectamente, que sabes cómo es" y con el que "la desconfianza es máxima y el escepticismo, absoluto". En este sentido dijo, además, que el sistema de verificación contemplado "tomará nota" de la evolución del cumplimiento de los acuerdos y los avances durante la legislatura.

¿Cuántas mesas de negociación existen?

El Gobierno y el independentismo quieren abrir una nueva fase de diálogo y serán variados los puntos de encuentro, algunos que ya existían y otros que se fraguarán tras los últimos pactos.

Así, ERC ha pactado con el PSOE mantener en pie la "mesa de diálogo, negociación y acuerdo" entre la Generalitat y el Gobierno, que inaugurará una "segunda fase" del proceso para buscar soluciones al conflicto.

Pero además de la mesa Gobierno-Govern, PSOE y ERC hablarán en una mesa propia de ambos partidos.

Por otro lado, el Gobierno de Sánchez iniciará sus nuevas conversaciones con Junts en esa mesa que tendrá su primera reunión en noviembre.

Además, el presidente de Cataluña, Pere Aragonès, quiere convocar una mesa de partidos catalanes con formaciones que irían más allá del independentismo.