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Muere Davide Renne, director creativo de Moschino, con tan solo 46 años

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Muere Davide Renne, de Moschino, con 46 años
El diseñador Davide Renne llevaba tan solo unos días en la firma Moshino

El mundo de la moda está conmocionado con la repentina muerte de Davide Renne, que era el nuevo director creativo de Moschino desde este pasado 1 de noviembre. Por el momento no se han revelado las causas de su fallecimiento. AEFFE, empresa que engloba la firma italiana, entre otras, dice en un comunicado: "No hay palabras para describir el dolor que estamos experimentando en este momento dramático. Aunque estuvo con nosotros muy poco tiempo, Davide logró hacerse amar y respetar inmediatamente. Hoy nos queda la responsabilidad de continuar con lo que su imaginación y creatividad sólo habían imaginado. Nuestro más sentido pésame para su familia y amigos".

La primera colección de Davide Renne para Moschino se iba a presentar en febrero de 2024 en la pasarela de Milán y según Massimo Ferretti, presidente de AEFFE, "era un proyecto ambicioso y en un ambiente de entusiasmo y optimismo para el futuro". El diseñador era muy conocido en los círculos de la moda italiana. Nació en Follonica, Toscana, y se formó en la Universidad de Florencia y más tarde en Polimoda. Sus primeros pasos en la moda fueron de la mano de Alessandro Dell'Acqua y luego creció profesionalmente en Gucci, donde estuvo desde 2004 a 2023 en la sección de moda femenina.

Retrato de Franco Moschino archivo

Franco Moschino, el fundador de la casa

Estaba más cerca de Andy Warhol que de Cristóbal Balenciaga. El diseñador italiano Franco Moschino cambió las reglas de la moda, transformando la costura con rebeldía y sobre todo con mucho humor. Con 21 años empezó a trabajar con Gianni Versace y con 33 lanzó su propia firma, Moschino Couture!. Su talento le llevó enseguida a lo más alto y no tardó en ampliar su empresa, incrementó su negocio e introdujo nuevas líneas, como la masculina, la de denim y la perfumería. Su máxima era: "Hacer moda económica, útil y práctica", despojando a las prendas de esa seriedad en la que se suelen envolver. Había un punto naïf en su trabajo, y mucho respeto al oficio de costurero, a pesar su aguja desenfadada y extravagante. Vistió a las mujeres más elegantes, entre ellas a Diana de Gales: la princesa arrasó con un traje en twedd con pata de gallo en el bautizo de su sobrina Eugenia.

Bodegón humano con diseños de Franco Moschino

Amo la moda, odio la moda

Adoraba la moda, pero odiaba sus entrañas. "¡Detengan el sistema de la moda!", se podía leer (paradójicamente) en una de sus campañas. Por eso utilizó sus prendas y sus desfiles para protestar, concienciar y ayudar. Fue un hombre pacifista que gritó "¡no a la guerra!" y un ecologista que detestó el uso de pieles de animales. Alertó del impacto negativo de la publicidad y denunció la parte más obscena de la moda con sus "revisiones" de los trajes de tweed y el "joyerío" de Chanel, los estampados arty de Yves Saint Laurent o el barroco loco de Gianni Versace. Cambió los botones por cubiertos, los estampados de cuadros por el smiley (el icono del Acid House), los bordados de flores por vacas o símbolos del dólar.

Diseños icónicos de Franco Moschino

Nada es lo que parece

Hizo prendas con potentes mensajes contra el uso de drogas o contra el racismo, con un aire menos pomposo del que tenía Benetton. Hizo del trampantojo una de las señas de la casa, jugando a engañar y divertir por partes iguales. Sus prendas eran una cosa, pero parecían otra. Se sirvió de la técnica del collage para hacer mezclas atrevidas, combinando todo tipo de motivos: a veces en perfecta armonía y otras veces en perfecto contraste. Pero siempre cuidó el patrón, la costura y los acabados, y por eso contó con la bendición de la prensa especializada y con el respeto de la profesión.

Party to Celebrate Franco Moschino's New Fragrance

Retrato de Franco Moschino realizado en 1991

Franco Moschino murió con 44 años

Las revistas de moda le adoraban, porque sus prendas eran muy fotogénicas y, las que llevaban "mensaje", hacían que las portadas fueran especiales. Las supermodelos le amaban, porque sus desfiles eran muy divertidos, concebidos como un gran espectáculo teatral o musical. De 1983 a 1993 vivió una década gloriosa, con un enorme éxito internacional. Para celebrarlo, ese año editó el libro X Anni di Kaos! (X años de caos) y se hizo una exposición retrospectiva en el Museo della Permanente, en Milán. Todos le alaban, pero él sufría. El diseñador llevaba años enfermo, aquejado de un tumor abdominal que derivó en un colapso circulatorio. Murió el 18 de septiembre de 1994, tenía 44 años.

Alguno de los mejores momentos de los desfiles de Jeremy Scott para Moschino agencias

El respeto de sus camaradas

El fantasma del SIDA sobrevoló sobre sus últimos años y tras su muerte. El modista estaba muy implicado en la lucha contra esta enfermedad y se involucró en varios proyectos, como una casa de vacaciones para niños con VIH. Su muerte tiñó de negro la moda italiana y todos sus compañeros lloraron su pérdida, poniendo en valor su legado. "Siempre me llamó la atención su tierna ironía y valoro su compromiso con los problemas sociales”, dijo Giorgio Armani. "Era un caballero, trabajó sin envidias ni celos", comentó Valentino Garavani. "Era muy tímido, pero muy amable. Me gustaba cómo interpretaba la moda, con esa forma tan culta e irónica. Su trabajo fue muy importante en la evolución de la moda", dijo Romeo Gigli.

Jeremy Scott abandona la casa Moschino en 2023 AFP

Una década muy americana

Rosella Jardini, que trabajó a su lado durante 13 años, tomó su relevo en la firma y dio paso a unos años muy flojos, en los que la casa perdió peso y relevancia. El grupo Aeffe, uno de sus principales apoyos, compró la empresa y trazó un plan de conquista del mercado norteamericano: se lanzó Moschino LIFE (línea deportiva) y se abre tienda en Nueva York. En 2013, se nombra al famoso e irreverente Jeremy Scott como director creativo. La noticia da la vuelta al mundo. “Estoy emocionado por compartir con vosotros esta gran noticia”, dijo el diseñador, que ha estado diez años al frente de la marca, revitalizando el legado de Franco Moschino, resucitando su espíritu rebelde y elevando su nombre (y el suyo propio) a los altares de Instagram.

Uno de los diseños emblemáticos de Franco Moschino

Un icono pop

En esta década nos deja imágenes impactantes, tanto de sus desfiles que ha hecho en Milán o Nueva York a las alfombras rojas más importantes, como las del Metropolitam Museum of Art de Nueva York (MET) o los Premios Oscar. Sus colecciones inspiradas en Bob Esponja y McDonalds son ya icónicas y forman parte de la cultura pop. Katy Perry es la que más se ha atrevido con los looks más descabellados de Scott, como hemos visto en las alfombras rojas de las galas del MET: el vestido lámpara de cristal dejó a todos con la boca abierta. Madonna es una de sus fans y también ha ido al MET con sus osadas prendas. Además, ha vestido a Cardi B, Bella Hadid y Sebastian Yatra. En la pasada edición de los Oscar, la de 2023, vimos a Angela Bassett con uno de sus vestidos. Su look era el de una ganadora, pero no pudo ser. Al menos se llevó el de ser una de las más elegantes.