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El estallido de Picasso en 1906: "arte homoerótico", multiculturalismo y transición a la modernidad

  • El Reina Sofia cierra el Año Picasso con una gran muestra sobre la transformación que precedió al cubismo

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Vista de sala de la exposición 'Picasso, 1906. La gran transformación'
Vista de sala de la exposición 'Picasso, 1906. La gran transformación'

Si a Picasso se le ha desmenuzado capa a capa en la celebración de su centenario, existía una rendija menos enfocada pero igualmente nutritiva y encapsulada en un año entero: 1906, el periodo de la "gran transformación".

Durante estos doce meses un joven de 25 años abandona su etapa rosa y transita hasta dinamitar el canon con el cubismo simbolizado en Las señoritas de Avignon.

El Museo Reina Sofía resignifica y emerge este periodo boyante en Picasso, 1906. La gran transformación (hasta el 4 de marzo de 2024). La gran exposición internacional con préstamos del MoMA, el MET, el Louvre o el Prado, que cierra el año consagrado al pintor con más de cien obras diseminadas en ocho salas. Una muestra a la que dedicarle tiempo y observación en sus pasos evolutivos.

Del desnudo al cuerpo como centro de la obra

Primera metamorfosis: si en la obra de Pablo Picasso ya asomaba el erotismo, en 1906 quiebra la desnudez academicista y vira hacia el cuerpo como centro del arte.

El pintor es hijo de su tiempo y absorbe como una esponja las influencias: el anarquismo que proclama la aceptación de la corporalidad y el caldo de cultivo intelectual de los ensayos sobre la vida sexual de Sigmund Freud.

Su amante y musa Fernande Olivier relata en sus memorias como Picasso pinta desnudo por el asfixiante calor en el atelier y "para abordar la experiencia artística" en propia carne.

'Los dos hermanos', Gósol (1906). Pablo Picasso Museo Nacional Picasso París

El resultado son cuadros de desnudos de adolescentes, casi efebos, donde el artista erotiza el cuerpo masculino con base en lo femenino y anticipa timidamente el expresionismo. Una fluidez pictórica entre géneros, y un arranque de fusión entre forma y fondo, que ahora emergen los investigadores como ejemplo de su "sensibilidad homoerótica" en la creación.

"En 1904 empieza a aflorar las primeras representaciones que son parejas de lesbianas (...) Frente a lo que se ha dicho, las relaciones de Picasso con gais que asumían su identidad, no es anécdota es categoría", sostiene rotundo el comisario de la muestra Eugenio Carmona, que señala el interés del artista en la fotografía homoerótica-era un gran coleccionista de imágenes- y las revistas de culturismo.

'Desnudo con las manos cruzadas'

Multiculturalidad: pintor y migrante

La otra pata de los cambios es la hibridación multicultural, señalizada en un triángulo personal y geográfico: París- Gósol (Lérida)- París, con obras que acababa y empezaba por etapas.

En Barcelona, donde llega como inmigrante andaluz, estudia, fragua amistades y se "catalaniza", afirma el comisario-" Picasso habla y escribe en catalán"- desde España saltará a París y a su efervescencia avant garde.

Conoce a la escritora y coleccionista norteamericana Gertrude Stein, de la que le impacta su inteligencia y espontaneidad, y que se convertirá en una guía determinante en su carrera.

'Mujer con pañuelo' (retrato de Fernande Olivier), 1906 Museo de Bellas Artes de Virginia (Richmond)

En paralelo arranca una relectura del Arte Antiguo: dialoga con el Greco y Corot, canibaliza una cascada de referentes culturales "primitivistas" (arcaico griego, egipcio, etrusco, mesopotamio...) Asimila por goteo el "art negre" antes de su epifanía con las máscaras africanas en el Museo Trocadero de París en 1907 donde gastaba días enteros.

"Se vio obligado a sumar culturas porque él también era un migrante en París y siempre se contaba como en las cenas iba con una carpeta de fotografías de su Málaga natal". Eso, por ejemplo, no tuvo que hacerlo Matisse", explica el comisario.

A esta sopa cultural añade el ingrediente etnográfico de los aldeanos pirenaicos de la localidad leridana de Gósol, donde se traslada para escapar de un bloqueo creativo desde finales de mayo hasta agosto de 1906.

'Estudio de mujer con manos juntas: cabeza de mujer', 1907. Picasso. Colección particular

Son cuadros que irradian sosiego como Mujer desnuda, tres cuartos de espalda (1907) en los que ensaya la máscara en la fisonomía del rostro de Fernande Olivier, a la que el Reina Sofía dedica un apartado como icono.

La contextualización de las acusaciones de misoginia hacia Picasso se abre paso y el museo aclara en las cartelas que "la relación entre Olivier y Picasso era compleja, y a pesar de sus convicciones libertarias, el artista siguió aferrado a esquemas heteropatriarcales".

El culmen de la "gran transformación" se fija en el Retrato de Gertrude Stein, fuente de decenas de análisis y relatos de leyenda. Una verdadera anticipación del cubismo.

Stein posó para Picasso durante muchas horas (se dice que fueron 90 sesiones aunque es poco probable por la rapidez del pintor). Entre Gósol y París el artista concluyó la pintura en la que se obró el milagro en un salto audaz: injerta una cabeza proto-cubista en un cuerpo del periodo rosa. Crea una imagen singular que abre la puerta al lenguaje del arte moderno y al collage. Una retroalimentación vampírica desde 1906 a la que sacó jugo durante toda su vida.

'Gertrude Stein', Pablo Picasso. 1905-1906