Hispano-palestinos evacuados de Gaza: "Pensábamos que eran nuestros últimos días de vida"
- El primer contingente de 40 evacuados con pasaporte español que han abandonado la Franja se encuentra en El Cairo
- Está previsto que unos 80 hispano-gazatís más crucen este martes por el paso de Rafah
- Guerra entre Israel y Hamás en Gaza, en directo
"Estás alegre y triste a la vez". Así describe Salah Awad El Sousi, cónsul español honorífico en Gaza cómo se siente tras su llegada a El Cairo. Este hispano-palestino forma parte del primer contingente de 40 evacuados con pasaporte español que han abandonado la Franja por el paso de Rafah. En la capital egipcia, él y el resto de su grupo esperan a que lleguen los demás evacuados para partir todos junto rumbo a España. Está previsto que unos 80 españoles más crucen este martes desde Gaza para unirse a ellos.
"Es difícil describir ese doble sentimiento, estás pensando que estás a salvo y, a la vez, que has dejado detrás de ti un dolor inmenso y una memoria indescriptible", ha explicado Salah en una entrevista concedida al Canal 24 Horas. "Cada vez que quieres reír un poco, recuerdas; y se te va la sonrisa incluso", confiesa.
Salah consiguió salir de la Franja de Gaza, sometida al asedio israelí desde el pasado 7 de octubre, hace un día, en el primer grupo de evacuados españoles de los tres que se esperan. Hacia las 8 de la mañana del lunes, explica, seguían en el lado palestino, pero apenas tardaron una hora en cruzar a Egipto por Rafah. A las 17:00 llegaron a El Cairo, tras un largo camino desde la frontera.
"Han borrado todos los buenos recuerdos que teníamos allí"
Ahora, desde el otro lado, recuerda todo lo vivido desde el inicio de la guerra y espera a los dos grupos restantes, entre los que se encuentran sus dos hijos. "Han borrado todos los buenos recuerdos que teníamos allí", se lamenta.
"A pesar del asedio, que ha durado más de 17 años, aguantábamos y había una vida tranquila", explica Salah. "Pero de repente, todo se borró, como si no hubiera vivido aquí nadie. Solo vemos escombros, no hay instituciones, no hay vida, no hay luz, ni agua, ni comunicaciones", añade. "El día que cortaron todas las comunicaciones durante 48 horas, pensábamos que eran los últimos días de nuestras vidas", asegura.
Amelia Sayans es otra de las hispano-palestinas evacuadas. Tuvo que dejar su casa y refugiarse en una habitación en la que convivía con varias familias, incluidos sus hijos y nietos. "Oías bombardeos continuamente, unas veces más lejos, otras veces más cerca, y muchísimas veces cerca de tu casa, en la misma calle", cuenta a TVE.
Demasiada gente a su alrededor ha perdido la vida, dice Amalia. "Muchas familias completas han desaparecido debajo de los escombros de sus casas", se lamenta.
“"Solamente oyes bombardeos en todas partes, gente muriendo, mucha sangre, es un infierno"“
Martín, otro de los españoles evacuados, llegó a creer que estaba viviendo el fin del mundo y tuvo que salir huyendo del norte de Franja, la zona más peligrosa.
"Solamente oyes bombardeos por todas partes, gente muriendo, mucha sangre, la carne quemada, es un infierno", ha asegurado a TVE. Por eso, el recuerdo de los que se han quedado al otro lado sigue vivo en aquellos que se van.
"Seguimos pensando en los que siguen viviendo en gaza todavía", se lamenta Salah, que hace un llamamiento a un necesario alto el fuego. "¿Tregua para qué? Queremos un alto al fuego", dice.
"Esperemos que se acabe la guerra y podamos tener una nueva vida"
"Es un alivio haber salido de Gaza", ha asegurado a Efe la hispano-palestina Salsabeel Hamdan, de 28 años, otra de las evacuadas que ya se encuentran en El Cairo. Esta fisioterapeuta que colabora con la agencia de los refugiados palestinos de la ONU (UNRWA) ha salido de Gaza junto a su marido y su hijo de un año y medio.
Lamenta, sin embargo, que aún tiene "muchos seres queridos ahí" y que la localidad en la que vivía, Beit Hanoun, de unos 60.000 habitantes, está "totalmente destruida".
"Esta es la guerra más difícil, la salida ha sido muy difícil, lograron sacarnos después de 36 días. Era difícil para el consulado de España y para nosotros. De hecho, algunas familias ni pudieron llegar a Rafah", explica Salsabeel.
"Ahora, nos dirigiremos a España cuando podamos salir e iremos a la casa de mis hermanos en Valencia. Esperemos que se acabe la guerra y que podamos hacer una nueva vida", confiesa.