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Sánchez llega a su investidura en medio de una tensión política creciente por la amnistía

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Investidura Pedro Sánchez: el socialista será investido por mayoría absoluta
Pedro Sánchez, durante una comparecencia de prensa.

Es el cuarto pleno de investidura para el presidente en funciones, Pedro Sánchez, y, si en todos los anteriores no reinó la tranquilidad y el sosiego, todo apunta a un pleno bronco y áspero en medio de una elevadísima tensión política a cuenta de la ley de amnistía, que ya es una realidad.

Su primera investidura fue en 2016, tras rechazar Mariano Rajoy la designación como candidato, pero esta fracasó tras cerrar el PSOE un pacto con Ciudadanos que no convenció. Tras las elecciones generales de 2019, Sánchez protagonizó como candidato dos plenos: el primero no prosperó por su falta de acuerdo con Unidas Podemos y el segundo, tras la repetición electoral, le llevó a ser el primer presidente de un Gobierno de coalición en la actual democracia.

Acostumbrado a ser el líder de las primeras veces, Sánchez pasará a la historia de España con esta investidura, ya que se convertirá en el primer presidente del Gobierno investido sin ganar unas elecciones. Y de nuevo con un Gobierno de coalición, esta vez con Sumar como compañero de viaje de legislatura.

Y lo hará con el apoyo de una mayoría absoluta en el Congreso con 179 votos a favor de PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y CC y 171 en contra de PP, Vox y UPN. El Congreso quedará dividido en dos mitades irreconciliables.

Salvo sorpresa mayúscula, Sánchez saldrá este jueves de la Cámara Baja camino de La Moncloa con la mente puesta en quiénes le acompañarán en el Consejo de Ministros, la gran incógnita para los próximos días.

Sánchez ofrecerá "un discurso de país"

El presidente desgranará en su discurso de investidura el plan de Gobierno que quiere acometer y del que ya adelantó parte en la presentación de su acuerdo con Sumar con medidas principalmente en el ámbito social y laboral que van desde la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), pasando por la ampliación de los permisos por nacimiento.

Así, el candidato presentará "un programa integral para España" en un "discurso de país" con una hoja de ruta "completa para cuatro años", según han explicado a TVE fuentes de Moncloa, que añaden que explicará todos los acuerdos firmados con las fuerzas independentistas.

Su equipo asegura que esta será una "investidura de verdad" y no una "fake"- en referencia a la fallida de Alberto Núñez Feijóo- y que Sánchez llega al debate "con ganas, con deteminación e ilusionado" para dar forma a un proyecto, subrayan, para que España siga avanzando y lo haga con estabilidad, ampliando derechos y mejorando la igualdad.

Primer cara a cara de Sánchez con Feijóo

Tras la intervención de Sánchez, llegará el turno del presidente del PP, que "dará voz a los ocho millones de votantes que le apoyaron el 23J"y también, afirman fuentes del PP a TVE, "a los millones de españoles que no fueron consultados por Sánchez al respecto de la aberración que va a cometer". No es otra que la ley de amnistía contra la que el PP dice "hay un clamor en contra, que se ha manifestado en las calles" y "decenas de asociaciones y entidades".

Sánchez y Feijóo han tenido duelos sonados en el Senado y un debate electoral en julio que escenificó el abismo existente entre ambos, pero el de este miércoles será el primer cara a cara en la Cámara Baja entre el que será presidente del Gobierno y el que ocupará el papel de líder de la oposición, que pide la repetición electoral cada día y no perderá la oportunidad de hacerlo en el Parlamento.

Se espera un duelo de alta tensión a juzgar por lo dicho por Alberto Núñez Feijóo y su partido en las últimas semanas en las que no han escatimado en durísimas críticas a Sánchez por "vender a España" para conseguir mantenerse en La Moncloa. El PP ha acusado al líder socialista de "corrupto" por "cambiar votos por impunidad", de "ceder al chantaje del independentismo", de "arrebatar" a España "los derechos, la libertad, la igualdad y la dignidad", de "atacar a la separación de poderes", de "usurpar la historia del PSOE", de "abandonar la Constitución" y de ser "un peligro para la democracia española". Ya ha avanzado que la ofensiva del PP contra la ley de amnistía no va a cesar y la recurrirá ante el Tribunal Constitucional.

El pleno de la investidura fallida de Feijóo evidenció el cisma abierto entre los dos principales partidos de España, entre los que están rotos todos los puentes y la sesión que arranca este miércoles no servirá para unir sino más bien para ahondar en el abismo que separa a PSOE y PP.

Tras Feijóo, llegará el líder de Vox, Santiago Abascal, que elevará más aún el tono, como viene siendo habitual. De hecho, Abascal, que llama a la movilización permanente en la calle contra la amnistía y habla de "golpe de Estado", solicitó este martes al Tribunal Supremo la suspensión de este pleno como medida cautelar en la querella presentada contra Sánchez.

Como cuarta formación con representación en el Congreso, llegarán después el turno de Sumar, por quien tomará la palabra su líder, Yolanda Díaz, llamada a repetir como futura vicepresidenta del nuevo Gobierno.

Junts se unirá al bloque de investidura y legislatura

En la pasada legislatura Sánchez contó con ERC, PNV y EH Bildu como el principal bloque de partidos con quienes consiguió sacar su legislatura adelante y en esta que arranca ha tenido que sumar a ese bloque al partido de Carles Puigdemont, que abandona, teóricamente, su estrategia de confrontación permanente con el Estado para entrar a hacer política.

De esta forma ERC y Junts pasan a compartir una estrategia similar y a partir de aquí está por ver la gestión que hace Sánchez de una legislatura en la que cada ley y cada proyecto deberá contar con el visto bueno de las formaciones nacionalistas e independentistas. Ya le han avisado estos partidos de que su voto para cada medida y cada ley "se tendrá que sudar" y en este pleno se lo volverán a recordar a Sánchez, ya acostumbrado a moverse en un alambre parlamentario constante.

Todo ello, con las elecciones vascas en 2024 y las catalanas, en 2025, si no se adelantan, y con esas formaciones compitiendo directamente en sus respectivas comunidades autónomas, lo que puede complicar bastante la legislatura.

Así, todos los partidos que apoyan a Sánchez intervendrán en el pleno y marcarán su posición y, sabedores de que el presidente depende en buena medida de sus votos, tratarán de vender caro su apoyo.

Gabriel Rufián (ERC), Miriam Nogueras (Junts), Mertxe Aizpurúa (EH Bildu) y Aitor Esteban (PNV) intervendrán en el pleno de investidura, y tras ellos por el Grupo Mixto deberán repartirse el tiempo los diputados de UPN, Alberto Catalán; BNG, Néstor Rego, y CC, Cristina Valido.

La amnistía marcará el debate de principio a fin

Todo apunta a que 'amnistía' será la palabra más repetida en el pleno de investidura. El PSOE presentó la ley este lunes, finalmente en solitario, y los jueces disponen de dos meses para aplicar la ley una vez sea aprobada de forma "preferente y urgente". Ahora la norma arranca una larga tramitación parlamentaria que no parece fácil.

La medida de gracia afectará a más de 300 independentistas, entre condenados, procesados o investigados por actos cometidos con la intención de reivindicar, promover o procurar la secesión o independencia de Cataluña, así como los que hubieran contribuido a la consecución de tales propósitos, además de a más de 70 agentes policiales que actuaron durante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. El marco temporal abarca una década, del 1 de enero de 2012 al 13 de noviembre de 2023 y están incluidos los delitos de malversación, desobediencia, atentado contra la autoridad y desórdenes públicos, por los que están condenadas o investigadas decenas de personas vinculadas al 'procés'.

Además del recurso anunciado al Constitucional por parte del PP, cualquier juez que haya dictado sentencia o instruya un procedimiento vinculado con los hechos que recoge la ley y que dude de la constitucionalidad de la norma puede plantearlo así ante el TC vía cuestión de inconstitucionalidad o a Europa vía cuestión prejudicial.

Congreso blindado por las posibles protestas

El Ministerio del Interior desarrollará un amplio dispositivo de seguridad, similar al de un partido de fútbol de alto riesgo, en los alrededores del Congreso de los Diputados ante las protestas que pudieran registrarse durante la sesión de investidura, que está previsto dure dos días.

Se incrementará el número de efectivos hasta los 1.400 agentes ante la previsión de que las manifestaciones que desde hace once días se celebran en el entorno de la sede del PSOE, en la calle Ferraz, se trasladen a la Cámara Baja. Quedará restringida la circulación de peatones en el tramo de la Carrera de San Jerónimo que da a la fachada principal del Congreso, entre la calle Cedaceros y la plaza de Neptuno, así como en la parte trasera del edificio, en el tramo de la calle Zorrilla que discurre entre la calle Cedaceros y el Paseo del Prado.