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Pañuelos y sandías: qué hay detrás de los símbolos de apoyo a Palestina en la investidura de Sánchez

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Yolanda Díaz, con una sandía, y Ione Belarra, con un pañuelo palestino, durante la investidura de Pedro Sánchez
Yolanda Díaz, con una sandía, y Ione Belarra, con un pañuelo palestino, durante la investidura de Pedro Sánchez

Varios diputados y miembros del Gobierno en funciones han portado este martes en el Congreso, durante la investidura de Pedro Sánchez, el pañuelo palestino o kufiya e insignias con una sandía. Se trata, en ambos casos, de símbolos de apoyo a Palestina, como han reivindicado desde Sumar y Podemos.

En plena guerra entre Israel y Hamás, que ya ha dejado más de 11.000 muertos en la Franja de Gaza, 4.000 de ellos niños, los socios de Sánchez han querido mostrar su solidaridad con la causa palestina. La ministra de Derechos Sociales en funciones y líder de Podemos, Ione Belarra, y el diputado de Sumar y secretario general, del PCE, Enrique Santiago, han portado un pañuelo palestino, también conocido como kufiya, mientras que todos los diputados de Sumar han lucido en un pin con una sandía.

Este último símbolo tiene una larga historia detrás. Se comenzó a popularizar tras la Guerra de los Seis Días de 1967 cuando Israel fijó como delito la exhibición pública de la bandera palestina en Gaza y Cisjordania, territorios que ocupó en aquel momento. La imagen de esta fruta usó como forma de rebelarse ante esta prohibición y en las protestas se portaban sandías, ya que coincide con los colores de la enseña, verde, rojo, negro y blanco.

También en la actualidad se usa la sandía en solidaridad con Palestina en todo el mundo, ya que se ha debatido en varios países una posible prohibición de la exhibición de la bandera palestina. En Reino Unido, por ejemplo, el Gobierno sugirió prohibirla en las manifestaciones, aunque finalmente no se llevó a cabo la medida. Alemania y Francia también han limitado estas protestas.

Sumar: "Esta investidura también va de poner fin a la barbarie"

Desde Sumar han reivindicado en un mensaje en redes sociales que "esta investidura también va de poner fin a la barbarie", en referencia a pedir el freno de la invasión israelí y los bombardeos sobre Gaza.

El pacto de Gobierno entre PSOE y Sumar incluye trabajar para favorecer las vías diplomáticas que permitan avanzar hacia la paz en Oriente Medio y entre Israel y Palestina, en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas y garantizando el derecho internacional. El acuerdo también apuesta por “el reconocimiento del Estado palestino”, apelando a la Resolución del Congreso de los Diputados del 18 de noviembre de 2014.

Santiago, por su parte, ha señalado que "Palestina está presente en la sesión de investidura de presidente del Gobierno" y ha expuesto sus reclamaciones: un "alto el fuego inmediato, la realización de una conferencia internacional que constituya un Estado palestino -algo que propuso España y aceptaron los países miembros de la UE recientemente- y llevar a Netanyahu a la Corte Penal Internacional por genocidio".

Esta última reivindicación ha sido una de las principales reclamaciones de Belarra, quien recientemente ha impulsado un escrito a la Corte Penal Internacional, junto a unos 80 dirigentes políticos internacionales, para juzgar al primer ministro israelí por crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio contra el pueblo palestino.

El símbolo de la kufiya que ha lucido este martes la líder de Podemos también ha sido polémico. Recientemente, el eurodiputado de IU Manu Pineda denunció que la Presidencia del Parlamento Europeo no le había permitido intervenir desde el estrado ataviado con el pañuelo tradicional palestino, lo que calificó de un caso de censura y un "atropello" a su libertad de expresión.