Un jurado federal de EE.UU. declara culpable al hombre que atacó con un martillo al marido de Pelosi en su domicilio
- David DePape se enfrenta a 30 años de cárcel por agresión contra un familiar de un funcionario federal
- A estos podría sumar otros 20 por intento de secuestro de un funcionario federal
Un jurado estadounidense ha declarado este jueves culpable a David DePape por dos cargos federales por atacar en octubre de 2022 con un martillo a Paul Pelosi, esposo de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, en su domicilio de San Francisco.
DePape ha sido declarado culpable por un cargo de agresión contra un familiar de un funcionario federal, que conlleva una pena máxima de 30 años de prisión, y por otro de intento de secuestro de un funcionario federal, por el que se enfrenta a 20 años entre rejas, según ha recogido la cadena CNN.
"La familia Pelosi está muy orgullosa de su padre, que demostró una compostura y un coraje extraordinarios la noche del ataque hace un año", ha reaccionado en un comunicado un portavoz de la expresidenta de la Cámara en su perfil en la red social X.
Pelosi, de 83 años, fue sometido a un cirugía "exitosa" para reparar una fractura de cráneo y lesiones graves en su brazo derecho y manos después de que el asaltante, martillo en mano, le preguntara dónde se encontraba su esposa y le agrediera en su domicilio.
La expresidenta de la Cámara de Representantes no estaba en la vivienda
DePape planeaba "retener como rehén" a la expresidenta, que en aquel momento no se encontraba en el domicilio.
Durante la investigación en su contra, la Policía estadounidense recuperó bridas en la habitación de Pelosi y en el pasillo cerca de la puerta principal de la casa.
Asimismo, en la mochila de DePape -quien difundió distintas teorías de la conspiración, desde los extraterrestres hasta el fraude electoral de las elecciones de 2020- encontraron, entre otros objetos, un rollo de cinta adhesiva, una cuerda blanca, un martillo, un par de guantes de goma, tela y un diario.
Durante el asalto, Pelosi consiguió llamar a los servicios de emergencia, que escucharon una conversación de fondo, tras lo cual se envío a la Policía a revisar lo que estaba sucediendo. Todo ello sin que el atacante tuviera evidencia de que había una línea abierta.