Sergio Massa, el político argentino que ha logrado lo improbable con su ideología versátil
- Es el ministro de Economía de un país que tiene cerca del 140% de inflación interanual
- En caso de ganar la segunda vuelta, Massa sería el presidente más joven de los últimos 40 años en Argentina
Sergio Massa, de profesión abogado y actual ministro de Economía de Argentina, rompió los pronósticos de las encuestas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y se convirtió en el candidato más votado por delante del ultraderechista Javier Milei, su rival directo con quien luchará por las llaves de la Casa Rosada el próximo 19 de noviembre.
La versatilidad a lo largo de su carrera política ha ayudado al candidato oficialista a hacer lo improbable. Massa comenzó su trayectoria desde la Unión del Centro Democrático para luego alinearse con el kirchnerismo y después convertirse en uno de sus mayores opositores. Más adelante se reconcilió con el movimiento y se puso al frente de su campaña.
"Sergio Massa ha ido oscilando entre distintas posiciones políticas, se ha acercado a distintos liderazgos intentando obtener el mejor rendimiento de sus alianzas", afirma a RTVE.es el investigador principal del Real Instituto Elcano para América Latina, Carlos Malamud. "Tiene una experiencia política muy intensa, muy dilatada", añade.
No es la primera vez que Massa compite por la Presidencia Argentina. Fue candidato en las elecciones de 2015, en las que terminó en tercer lugar por detrás de Daniel Scioli y Mauricio Macri.
Esta es la primera vez desde 1983, cuando regresó la democracia a Argentina, que un ministro de Economía en funciones es candidato a la Presidencia por el oficialismo. Además, en caso de hacerse con la victoria, Massa sería –con 51 años– el presidente más joven de los últimos 40 años en Argentina.
Sergio Massa, un peronista "massista"
Aunque Massa se reivindica como peronista, el actual ministro de Economía argentino se inició en política ya entrada su adolescencia en la Unión de Centro Democrático, un partido liberal que apoyó al Gobierno de Carlos Menem en la década de 1990.
Con tal solo 27 años, Massa fue elegido diputado provincial por el Partido Justicialista en 1999, y entre 2002 y 2007 encabezó la Administración Nacional de Seguridad Social, encargada de uno de los presupuestos más importantes del país.
En 2007, se presentó como candidato a alcalde de la ciudad de Tigre por el partido kirchnerista Frente para la Victoria, un cargo en el que permaneció hasta 2013, cuando experimentó una fuerte ruptura con el kirchnerismo y se convirtió en un férreo opositor a ese movimiento.
Ya alejado del kirchnerismo, Massa se presentó como candidato a diputado bajo el Frente Renovador, un partido con el que también compitió en las elecciones presidenciales en 2015, pero tras un lustro enfrentado a Cristina Fernández, volvió a unirse a su movimiento en 2019, cuando se convirtió en presidente de la Cámara Baja tras la victoria de Mauricio Macri en los comicios.
"Sergio Massa, de profesión abogado, lleva en política desde 1999. En su juventud fue de la UCD, se cambió luego al Partido Justicialista y ha tenido todo tipo de funciones que nos podemos imaginar. Ha sido diputado, senador, estuvo con diferentes gobiernos, también creó una formación propia, se postuló a las elecciones en la época de Macri…", resume la profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Susanne Gratius. "Es un estratega y lo más destacado de su trayectoria en general es su relación con el kirchnerismo", añade.
A pesar de su volátil ideología, Massa ha mantenido a lo largo de su carrera la idea de convertirse en el inquilino de la Casa Rosada cueste lo que cueste.
Para el profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Salamanca y exprofesor de la Universidad Pontificia de Comillas Pablo Biderbost, Massa "no es un peronista tradicional" y cree que esa es una de las razones "que ha influido decisivamente en que sea el candidato". "El escenario político en Argentina es escorado a la derecha y Massa es un peronista de centro", afirma a RTVE.es Biderbost, quien opina que la victoria del candidato oficialista "representaría una superación del peronismo". "Quizá todo lo que tenga que ver con política social va a tener que continuarlo, pero es un hombre dialoguista, con mucho contacto con la embajada de Estados Unidos en Argentina y es partidario de la necesidad de un Gobierno de concertación, de unidad", añade.
Por su parte, Malamud define a Massa como "un peronista massista, teniendo presente que definir a un peronista como tradicional es muy complicado". "Menem era un peronista tradicional, Kirchner era un peronista tradicional, Cristina es una peronista tradicional… En el caso particular de Massa, es todavía más complicado, primero por su trayectoria, donde ha ido oscilando en diferentes posiciones, y luego por su gran ambición de poder", recalca el experto.
Lejos o cerca de Cristina Fernández, en función de sus aspiraciones
Una de las principales características de Massa ha sido el pragmatismo, que le ha llevado a unirse a antiguos rivales, como Cristina Fernández de Kirchner y el actual presidente argentino, Alberto Fernández.
Sus detractores le apodan "panqueque" por las vueltas que ha dado en política a lo largo de su vida, pero lo cierto es que con esas alianzas ha logrado llegar hasta donde está hoy.
"Massa ha hecho una especie de giro desde partidos centroliberales al peronismo y, en este momento en el que el escenario político argentino está escorado a la derecha, con buen tino, muchos peronistas lo escogen porque saben que en ese escenario puede ganar a otros", explica Biderbost. "Por más que le critiquen de panqueque, ha sabido ganarse el apoyo de todos cuando ha ido pasando por distintos sitios", destaca.
Para Gratius, esa volatilidad "le ha beneficiado en el sentido de que ha sabido adaptarse a todos los tiempos", aunque subraya que "la clave de las elecciones también ha sido su relación con Cristina Fernández de Kirchner". "Es un abogado, es estratégico, es inteligente en el sentido de adaptarse a todas las circunstancias", recalca.
"En un momento determinado, Massa fue muy crítico con Cristina Fernández, pero en este momento se necesitan mutuamente. Vamos a ver si esa necesidad se mantiene, si unos y otros serán capaces de cumplir con los compromisos asumidos para llegar hasta donde han llegado", opina Malamud.
El investigador del Real Instituto Elcano explica que Massa "se ha enfrentado en el pasado a Cristina Fernández y ahora, en función precisamente de sus aspiraciones políticas, se ha vuelto a acercar a ella". "Vemos una oscilación permanente en función del crédito político que pueda obtener de cada posición", indica.
Asimismo, Malamud afirma que, en el caso de que Massa gane la segunda vuelta de las elecciones, "habrá que ver si va a poder hacer eso que Alberto Fernández fue incapaz: cortar lazos con Cristina Fernández, soltarle el brazo y dejarla liberada a su suerte".
"Hay un tema que va a ser muy importante en el futuro, que es el devenir de los juicios que tiene por delante Cristina Fernández. En el caso de ser presidente, cuál va a ser la actitud de Massa, si va a intentar hacerle mucho más fácil la vida tratando de archivar los casos o, por el contrario, intentando que la justicia sea severa para así acabar con el futuro político de quien va a ser un rival", opina el experto. "Si Massa no triunfa también va a ser importante porque habrá que ver si es capaz de consolidar su liderazgo al frente del partido peronista", añade.
A finales de septiembre de este año, un tribunal de alzada de Argentina falló en contra de la expresidenta argentina en dos causas judiciales: una por presunto lavado de dinero y otra por la firma de un memorando con Irán durante su Gobierno.
Discurso del miedo a Milei
El hecho de que Massa consiguiera el primer puesto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales causó una enorme sorpresa, porque era otro el pronóstico de los sondeos y especialmente por el hecho de que es el ministro de Economía de un país que tiene cerca del 140% de inflación interanual. En los 14 meses en los que ha llevado la cartera de Economía, la crisis inflacionaria se ha agudizado y el Banco Central se ha quedado sin reservas.
La estrategia electoral de Massa se ha centrado en el impacto que tendría para muchos argentinos la propuesta económica de Milei de reducir el Estado a la mínima expresión, algo que parece haber calado en la población. Una de las razones por las que se explica la victoria de Massa en la primera vuelta es porque "de los tres candidatos fue el más profesional, el que más habilidad mostró a la hora de construir un discurso, de posicionarse en el medio del espectro político", según afirma Malamud.
Al mismo tiempo, el investigador del Real Instituto Elcano destaca que Massa ha sido "capaz de articular un discurso del miedo presentando a buena parte del electorado todo lo que podrían perder si Milei o Bullrich ganaban la elección", y también de "dividir a la oposición para que de esa división pudiera emerger como el ganador". "La suma de todas esas cosas explican eso que a priori, en otro lugar, sería inexplicable", añade.
Biderbost también cree que "el miedo a Milei" ha hecho que "mucha gente no le quiera votar por miedo a la pérdida de la democracia y otros temen el discurso opuesto a la justicia social" del candidato de La Libertad Avanza.
Para el profesor de la Universidad de Salamanca, la victoria de Massa también se explica por la creatividad que ha tenido. "Hay que reconocer que Massa aplica mucho un concepto que es el de innovación pública, propone muchas políticas públicas innovadoras incluso como ministro de Economía, como la retirada de ciertos impuestos que afectaban a un sector de la clase media o la devolución del IVA cuando se compran alimentos", recalca.
Ahora, el desafío al que se enfrenta Massa en la segunda vuelta va a ser atraer los votos de la excandidata de la coalición opositora Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, más cercanos a la ideología de Milei.
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