El 1% de los más ricos de España tendrían que reducir un 95% sus emisiones para limitar el calentamiento a 1,5 grados
- El 1% de la población mundial con más ingresos emite la misma cantidad de CO₂ que los dos tercios más pobres
- Un informe de Oxfam pide gravar a los más privilegiados con tipos del 60% para frenar la desigualdad y el cambio climático
Aunque el ser humano es el culpable del cambio climático, no todos tienen el mismo peso ni culpa. El 1% más rico de la población mundial emite la misma cantidad de CO₂ que los dos tercios más pobres, mientras que en España el 1% con mayores ingresos contaminan lo mismo que una cuarta parte de la población. Los más privilegiados tendrían que reducir un 95% sus emisiones para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, el límite que se considera seguro y que se ha marcado la comunidad internacional.
Así lo ha desvelado un estudio de la ONG Intermón Oxfam junto al Stockholm Environment Institute (SEI) a partir de los datos de los hábitos de consumo de 2019, último año para el que se dispone de esta información para cada grupo de renta.
El informe sale a la luz a menos de dos semanas del inicio de la cumbre del clima de Dubái, conocida como COP28, en la que los países abordarán los avances logrados en la reducción de emisiones desde la cumbre de París de 2015, cuando se acordó precisamente este objetivo de no superar un calentamiento de 1,5 grados sobre niveles preindustriales.
El 10% de los más ricos emitieron el 50% de CO₂
Las 77 millones de personas que componen el 1% más rico de la humanidad fueron responsables del 16% del total de emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, el mismo porcentaje que emitieron los 5.000 millones de personas con menos renta, mientras que el 10% de los más adinerados generó la mitad de las emisiones totales.
En España, en 2019, el 10% de las personas con mayores ingresos, unos 4,7 millones de personas, generaron casi una tercera parte de todas las emisiones, lo que equivale a lo emitido por el 53% de las personas con menores ingresos, casi 25 millones de personas.
Las emisiones globales de los más ricos son suficientes para causar 1,3 millones de muertes más sobre lo previsto a causa del calor de aquí a 2030. Estas muertes y los daños provocados por el cambio climático, en general, impactan más sobre los más pobres, que, a su vez, son los menos responsables de haber contribuido al calentamiento.
“Los efectos del cambio climático afectan más a quienes son menos responsables“
"Los efectos del cambio climático afectan más a quienes son menos responsables: personas en situación de pobreza y exclusión y a las generaciones futuras. El modelo económico y de consumo actual es insostenible. Se tiene que poner fin a prácticas destructivas e implantar soluciones sostenibles", ha señalado Lourdes Benavides, la responsable de Justicia Climática de Oxfam Intermón.
"Quienes más contaminan deben asumir el coste"
Los datos científicos sobre la desigualdad climática son contundentes. En los países con mayores niveles de desigualdad las inundaciones provocan siete veces más víctimas mortales, se desprende del estudio. Este año se comprobó el alto coste en vidas de una pobre adaptación al cambio climático con las miles de muertes que provocó el la tormenta Daniel a su paso por Libia.
"Los mayores contaminadores del planeta, las corporaciones de combustibles fósiles y los súper ricos del mundo, son los principales responsables de la crisis climática. Están obteniendo ganancias récord, mientras que los menos responsables de la emergencia climática son golpeados por sus devastadoras consecuencias. Quienes más contaminan deben asumir el coste," afirma Benavides.
La ONG reclama aplicar impuestos justos a las personas más ricas, lo que tendría un doble beneficio: contribuiría a frenar el "círculo vicioso" que conforman el cambio climático y la desigualdad.
Oxfam calcula que gravar los ingresos del 1% más rico a un tipo del 60% reduciría las emisiones hasta cifras cercanas a las emisiones totales generadas en el Reino Unido en un año. Permitiría, además, recaudar 6.400 millones de dólares al año, que podrían destinarse a financiar la transición hacia energías renovables, abandonando los combustibles fósiles.