Milei promete transformar Argentina tras su victoria: "Hoy empieza la reconstrucción y el fin de la decadencia"
- El presidente electo ha recalcado que "hoy comienza el fin de la decadencia argentina"
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Los gritos de "Milei presidente" que empezaron a sonar en Argentina en agosto con la sorprendente victoria del economista y candidato ultraderechista Javier Milei en las primarias nacionales -conocidas como PASO- se han hecho realidad este domingo.
"Parece que sí", ha confirmado con una sonrisa el presidente electo, recibido al grito de "libertad" -su lema electoral- entre unos seguidores eufóricos que celebraban el fin del peronismo. El líder de La Libertad Avanza jurará el cargo el próximo 10 de diciembre bajo la atenta mirada de un país donde parte aguarda con incertidumbre su llegada a la Casa Rosada.
En su primer discurso como presidente electo, Milei ha elogiado la naturaleza "histórica" de las elecciones para el país latinoamericano, al que promete rescatar de la crisis económica. "Hoy comienza la reconstrucción de Argentina. Hoy es una noche histórica: transformar Argentina y lograr el milagro de tener un presidente liberal libertario", ha indicado Milei desde el búnker de la formación.
Milei ha avisado de que "no hay lugar para la tibieza o las medias tintas", en referencia a las reformas estructurales que propone para el país, y ha pedido al Gobierno "que sea responsable" y "se haga cargo de su responsabilidad hasta el final del mandato".
La noche electoral arrancaba antes de la publicación de los resultados oficiales. El peronista Sergio Massa ha reconocido su derrota antes de que salieran a la luz los primeros datos de la segunda vuelta. Milei ha obtenido un 55,69% de los votos, por delante del candidato oficialista, que ha obtenido un 44,3%, con más del 99% de las mesas escrutadas.
Un plazo de 35 años para que el país "vuelva a ser potencia mundial"
Milei, quien promete una terapia de shock económico y que propone, entre otras cuestiones, reemplazar el peso argentino por el dólar estadounidense o cerrar el banco central, tendrá que lidiar con un país cuya inflación supera el 140%.
"Basta del modelo empobrecedor de la casta y volvemos a abrazar el modelo de la libertad para volver a ser una potencia mundial", ha manifestado el presidente electo. "Tenemos problemas monumentales por delante: la inflación, el estancamiento, falta de empleo, inseguridad, pobreza e indigencia. Problemas que solo tienen solución si abrazamos las ideas de la libertad. Argentina va a volver a ocupar el lugar en el mundo que nunca debió haber perdido", ha prometido.
El ultraderechista ha recalcado que "Argentina tiene futuro" y que "ese futuro es liberal". Además ha destacado el siglo XIX como antecedente y ha calculado que "si abrazamos esas ideas, no solo vamos a poder solucionar los problemas de hoy, sino que dentro de 35 años volveremos a ser una potencia mundial". "Venimos a hacer las cosas que la historia ha demostrado que funcionan", ha subrayado.
"Empezamos a dar vuelta a la página de nuestra historia"
Milei ha llamado a que todos los argentinos se sumen a su proyecto sin importar "las diferencias que tengamos". "Todos los argentinos y dirigentes políticos que quieran sumarse a la nueva Argentina, serán bienvenidos", ha recalcado. "Estoy seguro de que es más importante lo que nos une que lo que nos separa. Eso va a ser lo que logre poner en pie a la patria y volvamos a ser una potencia", ha añadido.
Siendo consciente de la situación en la que se encuentra el país, el mandatario electo ha subrayado que "los cambios que necesitamos son drásticos" y que "no hay lugar para gradualismo ni medias tintas".
Asimismo ha prometido que, aunque este domingo "vamos a festejar", "mañana desde primera hora nos pondremos a trabajar para que el 10 de diciembre empecemos a traer las soluciones que necesiten los argentinos". "Hoy empezamos a dar la vuelta a la página de nuestra historia y volvemos retomar el camino que nunca deberíamos haber perdido. Retomamos el camino que hizo grande a este país", ha añadido en un discurso más tranquilo de lo esperado en el que algunos observan ya un tono presidencial. Eso sí, cerrado con su ya archiconocido "¡Viva la libertad, carajo!".