Díaz Canales y Guarnido: "Blacksad es un juguete en manos de dos niños malcriados"
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Desde su primera aventura en el año 2000 Blacksad, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, se ha convertido en uno de los mayores éxitos del cómic. Se ha traducido a una treintena de idiomas, ha vendido más de dos millones y medio de ejemplares en Francia, ha ganado 5 Premios Eisner, el Premio Nacional de Cómic… y de su nuevo álbum Blacksad: Todo cae. Segunda parte (Norma Editorial), se han lanzado 280.000 ejemplares en Francia (en España no se facilitan datos) donde actualmente es el tercer libro más vendido, solo por detrás de Astérix y el último Premio Goncourt.
Esta séptima aventura de John Blacksad completa el díptico iniciado hace dos años y en el que el protagonista se enfrenta a un poderoso magnate, Lewis Solomon, que construye un enorme puerto colgante para favorecer la introducción del coche en Nueva York.
“Al terminar el ciclo de los colores -nos cuenta Díaz Canales-, que ocupaba los cinco primeros tomos de Blacksad, se nos ocurrió que sería un leivmotiv interesante para la serie esta contraposición, entre las alturas (representadas por el millonario y su puente) y los bajos fondos (donde se mueve Blacksad), porque representa muy bien lo que es la vida en la gran ciudad y, por otro lado, tiene ese aspecto de serie negra de hablar de las profundidades y las alturas morales del alma humana. Además, volvimos a los orígenes urbanos de la serie”.
“El dividir la historia en dos álbumes -continúa el guionista- nos ha permitido desarrollar más las tramas y los personajes secundarios a los que echábamos un poco en falta, como Weekly, el pequeño zorro periodista que ejerce de contrapunto cómico del protagonista. Y también para resaltar la relación de Blakcsad con Alma Mayer, su antiguo amor a la que creía olvidada”.
Y, por supuesto, este díptico ha servido para reencontrarnos con otro de los grandes protagonistas de la serie, la ciudad de Nueva York, tras el periplo de Blacksad por Estados Unidos que vimos en álbumes anteriores. “Llevo más de 20 años con una historia de amor de ida y vuelta con esta ciudad -confiesa Guarnido-. Y últimamente procuro pasar allí todo el tiempo que puedo. Me sirve de inspiración para el cómic y he desarrollado una especie de 6º sentido para seleccionar las zonas y edificios que más me interesan de la ciudad que es, sobre todo, la parte antigua, porque Nueva York es como un museo al aire libre de Art Decó, de todos esos maravillosos edificios construidos en la década de los años 30. Por eso la ciudad es uno de los personajes más importantes de Blacksad”.
"Dividimos la historia en dos álbumes para recompensar a los lectores"
En cuanto a la idea de dividir la historia en dos álbumes, Díaz Canales asegura que: “Lo hicimos por dos motivos, la primera porque llevábamos mucho tiempo sin sacar ninguna novedad y era una forma de recompensar a nuestros lectores, que han tenido la paciencia de esperarnos. Y, además, hemos tenido más espacio narrativo para desarrollar el universo de Blacksad y a los personajes secundarios, a los que queríamos dar más importancia, pero sin renunciar a esa estructura compleja del género policíaco”.
Guarnido está considerado uno de los mejores dibujantes del mundo y esta ampliación de páginas también le ha servido para lucir más su arte con espectaculares ilustraciones a página completa. “Eso se ve desde las portadas de los dos números que forman una única ilustración al juntarse -nos comenta el dibujante-. Al meter mucha información en el primer tomo, en este he podido dejarme llevar y hacer algunas viñetas más grandes y esas páginas; que no son aleatorias, sino que sirven para remarcar momentos especialmente intensos. No me gusta referirme a mi propio dibujo como espectacular, pero sí quería que fuesen imágenes impactantes desde el punto de vista visual y narrativo”.
“Nos apasiona Blacksad”
Juanjo Guarnido reconoce que “a muchos lectores, sobre todo mujeres, Blacksad les parece uno de los personajes más sexys del cómic. Es algo que nos sorprende mucho”.
“Para nosotros Blacksad es nuestro bebé -añade Díaz Canales-. Es como un juguete en manos de dos niños malcriados. Y también es un vehículo maravilloso para sentirnos realizados, porque nuestra pasión siempre fueron los tebeos y Blacksad fue el primer tebeo que publicamos, en el año 2000. Además, es un vehículo maravilloso para expresar todo tipo de ideas y hacer el tipo de tebeos que nos gusta como lectores y nos permite evolucionar como autores. Seguimos manteniendo ese sense of wonder con Blacksad de ver por donde va a seguir la serie. De hecho ya tenemos un hilo del que tirar para las próximas historias, pero antes los dos vamos a desarrollar otros proyectos. Pero cada vez que retomamos Blacksad somos realmente felices”.
“Si hubiera que resumir nuestra relación con Blacksad en una sola palabra esa sería: pasión. Nos apasiona. La primera vez que vi las historias de Blacksad que había dibujado Juan, cuando el tenía veinte años y yo 25, le dije: “este el personaje que yo tendría que haber inventado. ¿Por qué no se me habría ocurrido a mí la idea? Juan me dejó dibujarlo y, desde entonces lo que más nos gusta es hacer tebeos de Blacksad. Y cuando lo dejamos aparcado unos años, solo sirve para que volvamos con más ganas”.
"Mientras podamos, seguiremos haciéndolo nosotros"
Respecto a la posibilidad de un Blakcsad con otros autores, Juanjo Guarnido lo tiene claro: “Mientras podamos, seguiremos haciéndolo nosotros, no me apetece delegar en otros autores. Igual llega un momento en que estemos viejitos para continuar y entonces lo hagamos, pero de momento no es el caso”.
“Hace un momento charlábamos sobre eso -añade Díaz Canales´, sobre como nos ha sobrepasado y se ha convertido en un personaje verdaderamente popular. Es como el hijo que se ha ido de casa. Yo tengo la experiencia de haberme ocupado de otro icono del cómic, Corto Maltés, y estoy agradecido a Hugo Pratt por haber tenido la generosidad de dejar que viviera nuevas aventuras tras su muerte. El sabía que, aún siendo un autor carismático, el que iba a pasar a la historia del cómic era Corto. Todos somos herederos de una cultura y nosotros, sin ir más lejos, en este álbum hemos tirado de Shakespeare”.
Desde su nacimiento, en el año 2000, ha habido constantes rumores de una adaptación al cine o la televisión. “Eso no depende de nosotros, sino del editor, que tiene los derechos de explotación -asegura Guarnido-. Ha habido varios intentos de adaptarlo al cine y la televisión, algunos con grandes directores, pero no han cuajado porque es un proyecto muy complicado. Pero si en algún momento se rueda una película esperamos que lo hagan con buen criterio, y que no sea un simple calco sino que tenga su propia personalidad. Como lo que hizo Guillermo del Toro con el Hellboy de Mike Mignola”.
“Intentamos huir de la pedagogía”
Respecto a las ideas que transmite Blacksad, Díaz Canales asegura que “La justicia o injusticia social es una de ellas, pero yo insisto en que intentamos huir de la pedagogía, de acabar con una moraleja, lo que puede ser algo muy tentador cuando haces género negro. Cuando situas una historia en Nueva York está ese contraste de la capital mundial de las finanzas con la gente pobre que malvive en sus calles, pero son como reflexiones, sin dar mensajes superfluos de temas complicados cuyas soluciones a nosotros también se nos escapan. Por eso somos los primeros interesados en no sentar cátedra sobre ningún tema”.
“Además -añade Guarnido-, yo diría que Blacksad tiene un cariz humanista. Es un personaje con una ética y una integridad personal. Y esos temas sociales sirven de telón de fondo a la historia y también para establecer una relación con el hecho animalístico o fabulístico, el hecho de que estemos usando animales antropomórficos como un espejo deformante del ser humano. Porque Blacksad no habla de animales, sino del ser humano”.
“A mí no me interesa el género negro por esas tramas rebuscadas o esos finales sorpresivos -añade Díaz canales- Sino porque profundiza en esos dos aspectos, el social y el existencial. Esa mirada al interior del ser humano que es tan propia del género, y que se expresa tan maravillosamente con el recurso de la voz de la voz en off. Los primeros autores clásicos del género negro, como Dashiell Hammett, Raymond Chandler, destacaban esa contradicción de esos detectives privados, a los que por eso llamamos antihéroes, algo que viene un poco del western, de esos cowboys solitarios enfrentados a grandes problemas”.
“Me interesa mucho esa contradicción entre lo individual y lo colectivo, que es algo que nos lleva a nuestros días -añade el guionista-. Son personajes que nos resultan muy atractivos porque tienen una moral inquebrantable y suelen abrazar las grandes causas, pero nunca de una forma colectiva, sino individual. Casi siempre se pone el énfasis en la parte aventurera de Corto Maltés, pero a mí me interesa esa contradicción en la que vive. Tiene una moral muy firme, pero nunca abraza una causa colectiva, precisamente porque entra en conflicto con su individualidad. Yo creo que ese es un problema que se arrastra hasta nuestros días. Vivimos en esa contradicción. Queremos ser individuos de pleno derecho, pero sabemos que para que la convivencia funcione tenemos que renunciar a muchas cosas”.
“No nos gusta la exaltación de la violencia”
Respecto al género negro actual, Díaz canales asegura que: “No me gusta cuando las historias se convierten en una exaltación de la violencia, que es lo que encuentro en muchas obras modernas. Ese regusto actual en recrearse en la violencia explícita. También encuentro demasiado recurrente el tema de los asesinos en serie, los crímenes rituales, esas que me sacan un poco, porque no me agrada esa visión de extraer el aspecto más horroroso del ser humano y destacarlo como si fuera un elemento con valor. Según me hago más mayor me desagrada cada vez más la exhibición gratuita de la violencia”.
Algo con lo que Guarnido está de acuerdo: “Hay una frase de Philip Marlow en El Halcón Maltés, que yo siempre he pensado que describe muy bien a Blacksad. La policía le está registrando y le pregunta: “¿dónde está tu pistola?”, a lo que Marlowe responde: “No tengo, no me gustan las armas”.
“Blacksad -añade el dibujante-, es un detective que no lleva pistola. Eso es lo que nos gusta de él, que tiene la capacidad de defender a los más débiles sin armas. Es una especie de fantasma, de justiciero. Juan y yo compartimos esa aversión por la exageración de la violencia, como puede ser Tarantino. No llegamos a la autocensura, pero creemos que se puede representar esa violencia, el sexo, con imágenes sugerentes, que, muchas veces, son más violentas e impactantes, aunque se vea nada explícito, como pasaba en el cine clásico”.
Un montón de personajes nuevos
Al ser una historia con el doble de páginas, en estos dos álbumes han podido crear un montón de nuevos personajes. “Como decíamos antes estamos contando historias de seres humanos, no de animales -asegura Díaz Canales-, así que yo pienso en personas y qué rol pertinente deberían tener si fueran animales. Si estás concibiendo un personaje y tienes que pensar ya en su psicología o su aspecto físico, lógicamente desde el guion tienes que pensar ya qué animal podría ser. Yo se lo paso a Juanjo y luego él, como lo tiene que dibujar, también tiene muchas cosas que decir y puede cambiar el animal”.
“Ha pasado muy pocas veces que yo haya cambiado el animal que me paso Juan -confiesa Guarnido-, pero recuerdo un caso muy especial que fue un policía corrupto inspirado en el personaje de Orson Wells en la película Sed de mal. Juan había pensado que fuera una nutria obesa. Pero yo no soy tan buen dibujante para crear una nutria obesa que no parezca una foca. Así que le sugerí cambiarlo por un hipopótamo gordo, que siempre estuviera sudando y desaseado. Pero al final decidimos que fuera siempre vestido de una forma elegante, con su traje de tres piezas de los años 30 y condujera un lujoso coche de esa década”.
“Aprendí a dibujar con el pato Donald y Mickey Mouse”
Basta mirar una viñeta de Blacksad para comprender por qué Juanjo Guarnido está considerado uno de los mejores dibujantes del mundo. Nadie como él para humanizar a los protagonistas de Blacksad: “Me resulta fácil porque se trata de aplicar a los personajes esos códigos que todo el mundo conoce sobre los ojos, las cejas, las comisuras de los labios para arriba o para abajo… Luego ya tienes que trabajarlo, en particular con animales bastante realistas”.
Mientras habla, Díaz Canales niega con la cabeza que sea fácil conseguir esa expresividad en los animales y le pregunta: ¿Y los pájaros que no tienen boca sino pico? "Reconozco que el pico de los pájaros es particularmente difícil -responde Guarnido-, pero uso las mismas triquiñuelas que Carl Banks con el Pato Donald. Trabajar 10 años para Disney me ha facilitado mucho ese aspecto, pero yo diría que la principal lección el recibí de unos cuadernos que me regaló mi padre cuando tenía 9 años, que se llamaban Yo dibujo a Mickey, a Donald, a Chip y Chop y a Goofy. Eran esos cuatro. Y te explicaban cómo eran las proporciones de los personajes y como dibujarlos para que fueran como los de las películas. Luego estudié Bellas Artes y he aprendido de otros grandes artistas, pero te diría que esos cuadernos, que todavía conservo, fueron fundamentales para mi formación como dibujante”.
“El 90 por ciento de los dibujantes españoles sigue teniendo que irse”
Respecto al momento del cómic español, Juanjo Guarnido asegura que: “El 90% de los dibujantes españoles tienen que buscar trabajo fuera, porque el mercado lo impone. Porque si vas a ganar un 10% de las ventas del cómic es mejor que sean de 40.000 ejemplares, como en Francia, a los 2.000 que pueden tirarse en España”.
“Yo tengo un discurso optimista al respecto del panorama del cómic en España, porque es verdad que ha cambiado mucho -añade Díaz Canales-. Profesionalmente sigue siendo prácticamente imposible trabajar solo para España, porque, aunque los cómics cada vez son mejores, los lectores son limitados. Pero hay cosas muy positivas como esa convivencia del cómic europeo, americano y el manga… O llevar el cómic a las librerías generalistas, lo cual fue un hito, porque digamos que constituye un reconocimiento generacional del cómic como medio. Y cada vez hay mayor repercusión de los tebeos en la prensa”.
“Estamos mucho mejor -concluye el guionista-, pero todavía falta ese tejido industrial que permita a los autores vivir de esto. Y para eso es necesario atraer a más público. Hay que seguir trabajando en muchas direcciones. En la educación, por ejemplo, para que, como pasa en Francia, no haya diferenciación entre la literatura y el cómic y que se utilice n los tebeos como apoyo didáctico en las escuelas como también sucede allí”.
Si alguien puede atraer al público a los tebveos son Díaz Canales, Guarnido y Blacksad, uno de los grandes personajes del cómic de este Siglo XXI. Y su nueva aventura está a la altura de su leyenda.