Sánchez defiende que el verificador "puede ayudar" en el diálogo con Junts y cree que la amnistía no le pasará factura
- Y asegura que no cambiará las mayorías para el CGPJ pero tenderá puentes con Feijóo
- Atribuye las críticas de Podemos al clima de polarización política existente
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defiende la figura del verificador internacional para el cumplimiento del acuerdo con Junts porque cree que "puede incluso ayudar" debido a que sus firmantes tienen posiciones muy alejadas y hay mucha "desconfianza" mutua entre el partido del expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont y el PSOE.
Sánchez se ha pronunciado por primera vez públicamente sobre la figura del verificador, incluida en el acuerdo de investidura sellado entre los socialistas y Junts, en una conversación informal con los periodistas que le han acompañado en su gira por Israel, Palestina y Egipto, su primer viaje internacional tras la investidura. Hasta ahora el también líder socialista se había mostrado en contra de esta figura.
El pacto firmado por los dos partidos en Bruselas tras una intensa negociación en la que participaron el 'número tres' de los socialistas, Santos Cerdán, y Puigdemont contempla un mecanismo de verificación internacional encargado de "acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones a los que se llegue".
En los próximos días está previsto que se reúnan en Suiza el PSOE y Junts con la presencia de ese verificador internacional que pactaron y por ahora sólo se sabe que en nombre de los socialistas acudirá Cerdán, según ha ratificado Sánchez, que ha descartado, por otro lado, que vaya a estar el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
Ha hecho hincapié en que los acuerdos a los que ha llegado el PSOE son públicos y ha recalcado que lo que puede garantizar es que el Gobierno y su partido van a cumplir con la Constitución.
No cree que la amnistía le pase factura
Preguntado sobre si cree que la ley de amnistía que el PSOE ha presentado en el Congreso en virtud de los acuerdos con Junts y ERC pueda terminar pasándole factura, Sánchez ha asegurado que no cree que vaya a desgastar al Gobierno porque recalca que quedan cuatro años hasta las próximas elecciones generales y va a ocurrir lo mismo que con los indultos a los líderes del 'procés', que afirma que ya nadie se los reprocha aunque alguien pueda no estar de acuerdo con ellos.
Frente a quienes auguraban que su política con Cataluña iba a penalizar electoralmente al PSOE, ha contrapuesto el resultado en las urnas al haber conseguido un millón más de votos el 23 de julio. Y ha insistido en que una de sus principales obligaciones es intentar consolidar la normalidad política en Cataluña, algo que considera muy relevante para la política española y que cree que "nos vamos a ver beneficiados todos".
Respecto a los intentos del PP de implicar en este asunto a Bruselas, ha minimizado el recorrido que puedan tener esos esfuerzos recordando que en el debate de este miércoles en la Eurocámara sobre el Estado de Derecho en España, el comisario de Justicia, Didier Reynders, dejó claro que se trata de un asunto interno. También ha lamentado que el PP prosiga con una estrategia de exportar debates internos para desprestigiar ya no al Ejecutivo, sino al país.
Dice que no modificará las mayorías para elegir el CGPJ
Por otra parte, Sánchez ha asegurado que no modificará las mayorías para elegir el Consejo General del Poder Judicial, pero pese a la actitud de destrucción que cree que tiene el PP, intentará tender puentes con su líder, Alberto Núñez Feijóo, para normalizar la relación y lograr su desbloqueo.
En este punto, el jefe del Ejecutivo lamenta también la oposición que está protagonizando el PP, pero pese a ello afirma que va a intentar llegar a acuerdos con Feijóo, algo que ha asegurado que le va a ofrecer pero no ha desvela do si piensa llamarle directamente para ello.
Lo que aspira, ha dicho, es a tener una relación normal con el líder del PP porque cree que es bueno para España lograr esos acuerdos.Y entre ellos, el que ve más urgente y necesario es el de la renovación del CGPJ porque ha defendido que que su situación actual no se sostiene y va en detrimento de la calidad democrática de España.
En esta misma conversación informal, el presidente del Gobierno ha señalado que considera que el PP ha involucionado al pasar de pactar con Ciudadanos a hacerlo con Vox, mientras que el PSOE ha hecho una evolución ya que en la pasada legislatura protagonizó un Ejecutivo de coalición con Podemos y ahora el acuerdo ha sido con Sumar.
A su juicio, existe una especie de "polarización asimétrica" en la política española con un Partido Popular cada vez más en los postulados de Vox y un PSOE que no responde a las descalificaciones y mantiene la tranquilidad. Así, ha recordado los insultos de los 'populares' como el "me gusta la fruta de Isabel Díaz Ayuso, los de "dictador" o que sugirieran que tiene alguna enfermedad mental.
Además, para Sánchez, Vox ha parasitado el discurso político de los populares y le ha ganado la contienda ideológica. Preguntado por las críticas de las exministras de Podemos en su despedida, ha asegurado que todo lo que va ocurriendo explica el tono de unos y los insultos y ruido de otros, pero ha asegurado que su nuevo Gobierno, del que se siente orgulloso por su perfil político y por su gestión contrastada, va a responder con trabajo y haciendo buena política.