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Objetivo Igualdad

Prevenir la reincidencia: programas con hombres condenados por violencia de género

  • Existen intervenciones para presos en las cárceles y como medidas alternativas a prisión
  • El 90% de los presos que hacen estos programas no reincide en violencia de género
  • 'Maltratadores: prevenir la reincidencia', en Objetivo Igualdad, domingo 14,25h en Canal 24horas

Por
Elena Terreros, subdirectora del programa CONTEXTO
Elena Terreros, subdirectora del programa CONTEXTO

¿Terapias de grupo para agresores condenados por violencia de género? Muchas personas reciben con escepticismo lo que consideran una excesiva atención hacia hombres que han maltratado a sus parejas durante años o incluso asesinos. "Encima les tenemos que pagar el psicólogo", afirman. Pero el sistema penitenciario español tiene como eje la intentar la reinserción de los penados en la sociedad tras cumplir su condena y las intervenciones para modificar actitudes y conductas no son solo cosa de los delitos de violencia de género. En estos casos, además del interés del propio preso, el objetivo también es proteger a las mujeres una vez que salga a la calle: que ellos no reincidan, que ninguna mujer más sufra.

Prevenir la reincidencia: intervenciones con agresores condenados

El programa PRIA en las cárceles

"PRIA es un programa de intervención en materia de violencia de género que se aplica a los hombres que ingresan en prisión por delitos relacionados con esta materia. Busca que extingan esta forma de relacionarse con las mujeres, basada en la dominación y el poder. Aborda que sean capaces de tener relaciones más igualitarias y por supuesto no sexistas con las mujeres", explica Lourdes Gil, coordinadora de tratamiento de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Buscamos que sean capaces de establecer relaciones más igualitarias y no sexistas con las mujeres

Estos hombres pueden estar cumpliendo penas de mayor o menor duración: por asesinato, por malos tratos habituales, por incumplir reiteradamente medidas como las órdenes de alejamiento, por detenciones ilegales... "Dentro del programa, el mismo año puede haber internos condenados nueve meses por un delito de quebrantamiento de condena y veinte años por delito de asesinato. Vemos que los resultados son positivos. Incluso entre ellos es positivo que exista esto: unos apoyan a otros, se dan consejos... Hay una cohesión grupal que facilita que se abran, que se motiven, funciona bien", nos cuenta Yadira Velasco López, psicóloga de Instituciones Penitenciarias.

Yadria Velasco explica que la participación en el programa tiene que ser siempre voluntaria para que sea operativa y se les ofrece desde el mismo momento de su ingreso en prisión, aunque muchos en principio presentan una actitud cerrada. "Ya en el proceso de clasificación inicial les explicamos que existe el programa, que existe esta formación. Les damos la oportunidad de participar. Hay que hacer un ejercicio motivacional importante con ellos al principio". Para eso existe en primer lugar un proceso individualizado que tiene en cuenta las circunstancias de cada caso.

No recomendado para menores de 7 años Informe Semanal - Controlar al agresor - ver ahora
Transcripción completa

2022 se despedía con un trágico dato:

49 víctimas mortales por violencia de género,

11 de ellas en diciembre,

el mes más mortífero desde que se tienen registros.

2023 tampoco ha empezado con signos alentadores.

Nueve mujeres han sido asesinadas en lo que va de año.

Ante estos datos las alarmas han saltado.

Mientras el Estado refuerza los sistemas de protección,

las víctimas piden más foco en los agresores.

-Ssabemos qué le pasa a la mujer.

¿Qué nos pasa?

Maltratada en el sistema de mujer asesinada,

incluso como degollada, puñalada, disparo, tirada por el balcon.

No sabemos qué le pasa a ello.

Parece que la violencia de género queda impune.

No sabemos cuántos años de prisión,

no sabemos cuántos hombres hay ahora mismo en España

por maltratar a su pareja en la cárcel.

-Somos una sociedad capaz de generar 60 asesinos nuevos

desde la normalidad,

que son hombres que no están vinculados

a organizaciones criminales.

No están vinculados a la delincuencia

y que su violencia la ejerce en el seno de la relación de pareja.

Si no rompemos con eso,

y si la sociedad ante eso no es mucho más crítica,

evidentemente no vamos a conseguir detener la violencia de género.

Actualmente, el sistema de seguimiento integral

de los casos de violencia de género, conocido como VioGen,

tiene registrados 75 000 casos.

Muchos llegan tras una denuncia

en algunas de las 173 unidades de atención a la familia y mujer

integradas en Policía Judicial.

-En función del nivel de riesgo,

que va desde el riesgo extremo, alto, medio, bajo, no apreciado,

hay una serie de medidas cautelares policiales.

De forma que si, por ejemplo, ha habido una tentativa de homicidio

y el individuo todavía no ha sido localizado,

nos va a salir un riesgo extremo.

En ese caso, la protección que se le va a dar a la víctima

va a ser 24 horas, salvo que esté en una casa de acogida,

pero aún así, 24 horas pendiente de ella.

Hasta que no localicemos y detengamos al agresor.

Y ahí irá bajando el nivel de riesgo.

44 000 mujeres tienen, en este momento,

algún nivel de protección por violencia de género,

19 están catalogadas con riesgo extremo

y casi 1000 con alto.

De las historias de violencia que han terminado en homicidio

se sabe que el agresor era, en muchos, casos reincidente,

así que, desde los Ministerios de Interior e Igualdad

se acaba de dar un paso más para advertir a la víctima

si su maltratador lo ha sido ya con otras mujeres.

-Pues se acuerda el poner en conocimiento de la víctima

el hecho de que su pareja tenga antecedentes con otra persona,

pero en unas circunstancias muy concretas, con unas exigencias.

No es un automatismo,

sino que tiene que valorarse que existe un riesgo

para la seguridad de la mujer.

-Solamente se le da a conocer el hecho de que su pareja

aparece como denunciado en otros casos,

o investigado en otros casos, de la misma naturaleza.

No se le da más datos de la de otras víctimas

ni de ninguna otra circunstancia.

De los hechos ahí concurrentes.

Miguel Lorente fue delegado del Gobierno

contra la violencia de género.

Hoy, desde su cátedra de profesor de Medicina Legal

en la Universidad de Granada,

continúa indagando en las causas que hay detrás de este fenómeno.

Este forense que ha escuchado a muchas víctimas,

y también a sus maltratadores,

cree que hay que poner más el foco en ellos.

-Tenemos un protocolo,

un protocolo de evaluación urgente forense del riesgo,

que apenas se está aplicando

y que es muy importante que se aplique.

Ya no sólo sobre la víctima,

que tenemos la referencia de la denuncia,

sino sobre el propio agresor, sobre quién genera el riesgo

y, por lo tanto,

si tenemos y desarrollamos y aplicamos ese protocolo

para poder decirle a su señoría

cuáles son las circunstancias de riesgo existente,

podemos individualizar y adaptar las medidas

a esa situación de riesgo.

-Al agresor se le pone una orden de alejamiento

de 500 metros

y nos encontramos con que está la ley de protección de datos

que no nos deja que indaguemos.

Frente a la estabilidad laboral,

¿por qué no se lleva a cabo sobre el agresor

una valoración de cómo sigue trabajando?

Sencillamente es una llamada al trabajo.

¿Sigue trabajando?

No, es que ha cogido la baja.

Vamos a ver qué está pasando.

A nivel social tenemos unos servicios sociales

porque no es oficial.

Los servicios sociales una vez al mes

para que nos digan qué está pasando con ese agresor.

La de Paterna,

es una de las 14 unidades comarcales de valoración forense integral

que hay en la Comunidad de Valencia.

En el último año,

de esta unidad han salido más de 3000 informes periciales

que guían al juez a la hora de tomar medidas de protección.

Una médico forense, una psicóloga y una trabajadora social

trabajan conjuntamente para tratar de desentrañar

la personalidad de los agresores y proteger mejor a la víctimas.

-El maltratador lo que hace es adaptarse

a lo que más daño puede hacer a la víctima.

Entonces, en unos casos veremos que se utiliza más el acoso,

en otros casos veremos que utilizamos el control.

En otros casos se utiliza la humillación,

pero porque es lo que más hace daño a la víctima

y es lo que más mantiene el control.

-Aquí, lo que te cuentan, son historias de vida.

Es que realmente cada especie, cada una, es distinta de otras.

Y tú puedes pensar que ya lo he visto todo,

ya lo he oído todo.

Pues no, la siguiente mujer que viene y te cuenta su historia

dices, pues nada tiene que ver con las otras.

Ana, Efi y Mary Luz

hace años que escaparon de la violencia.

La protección ha mejorado

desde que ellas tuvieron que afrontar el complicado proceso

de rehacer sus vidas desde cero,

pero las historias que cuentan siguen siendo las mismas

que las de miles de víctimas actuales.

-Hubo un momento que me puso un cuchillo grande aquí

y me dijo "mira, que si te mueves, tú sola te matas" me dijo.

Y todo porque no quería obedecer a lo que él me estaba diciendo.

-Empieza con los malos tratos psicológicos

y terminó cuando él me pegó con un bate de béisbol

y lo denuncié, por supuesto,

porque casi me mata a mí y a mi hijo.

Entonces, a los 26 años de casada terminó todo.

-Yo veía noticias de mujer asesinada y me preguntaba

"bueno, y esta mujer por qué no se va de su casa

antes de que la mate",

sin darme cuenta de que yo era una de ellas

y que, a lo mejor ese día, me había pegado con la correa.

-Nosotros tenemos muchas barreras.

La primera, que no nos damos cuenta

No nos damos cuenta lo que me pasaba a mí.

Las que se dan cuenta tienen una indefensión aprendida

que es muy difícil reaccionar ante esos malos tratos.

Tenemos miedo, nos sentimos culpables.

Yo, cuando fui a denunciar puse:

"tengo que denunciar al padre de mis hijos

pero, por favor, que no le pase nada".

-Pero tú le das tantas oportunidades,

tú dices por los niños, porque no quiero que los padres,

los niños se queden sin padre,

por no quiero perder negocio de poder forma un negocio,

no quiero perder la casa que hemos luchado por tener la casa.

Pero es que ya te das cuenta que es que ya nada,

que ya llega un momento que lo vas a perder afuera

porque te vas a morir.

-No hace falta nada de trastorno de personalidad,

de consumo de sustancia tóxica o alcohol para ser un maltratador.

Existe la voluntad y la referencia

que la cultura nos pone a nuestro alcance

para hacernos creer que tenemos la posibilidad

de usar esos instrumentos

y que al hacerlo, incluso podemos ser más hombres

por poner las cosas en su sitio como los hombres deben hacer.

En España se ha pasado de 8000 denuncias anuales

por violencia de género en 2003, cuando empezaron los registros,

a 140000 actualmente,

pero siguen siendo sólo el 25 % de los casos

y esto tiene sus porqués.

-En la macroencuesta

se dice que el 44 % de las mujeres que dicen no denunciar

sabiendo que está siendo maltratada

no lo hacen porque la violencia que sufren

no es lo suficientemente grave.

De nuevo se cuestiona la cantidad de violencia, no la violencia ensí.

Eso demuestra esa construcción cultural

que normaliza, que justifica, que minimiza

y que, por lo tanto, invisibiliza esa violencia

de cara a la respuesta desde las distintas instituciones.

-La violencia de género

es que es una violencia muy complicada y es muy complicada

porque hay una figura que es la figura del apego.

Entonces, la persona que te ha pegado

no es una persona desconocida que tú puedas olvidar.

Es esa persona con la cual has tenido unos proyectos de futuro.

Es una persona con la cual tú has querido.

Y entonces, esto hace que, en muchos casos,

retiren la denuncia.

Pese a tener medidas de protección están otra vez juntos.

-Entonces, es importantísimo

que cualquier persona que conozca un caso, avise,

porque podemos salvar una vida.

Es fundamental la implicación de todo el entorno de la víctima.

Las encuestas advierten de que entre los jóvenes

está disminuyendo la preocupación por la violencia de género.

En el centro universitario de diseño de Barcelona,

Nadia y Carla dan una charla sobre violencia de género.

Tienen 17 y 19 años.

Se conocieron porque ambas habían sido víctimas

del mismo maltratador.

-¿Dónde estás?

¿Con quién sales?

No me gustan tus amigas, son malas influencias.

Hasta que al segundo mes me dio el primer golpe

que me bajó del cuello, me cogió y me estranguló el cuello.

-Cuando me llamó su madre la llamé yo a ella.

Hablamos por llamada y nos contamos mutuamente,

lo que nos hizo una a la otra.

Y claro, al ver que era todo tan similar.

Que usó el mismo patrón conmigo,

que lo que estaba diciendo era mentira.

Que, bueno, que ya lo había hecho otras veces

y creo que fue lo que le abrió los ojos de que no es buena persona.

Nadia lleva a rastras varias denuncias contra su agresor

y con ella siempre un teléfono mediante el que puede avisar

pulsando un botón si su maltratador está cerca.

-Y creo que no es justo

que tenga que vivir con miedo y encarcelada.

Y encima eso, te prohíben entrar al pueblo y tú entras al pueblo,

te prohíben contactar con ella y tú contactas con ella.

Tenemos cuatro denuncias por orden de alejamiento,

por el incumplimiento de la orden.

Dicen los expertos que las medidas de vigilancia

tienen que ser más realistas

y entre las vigentes para controlar más al agresor

se confía en los dispositivos telemáticos.

-A día de hoy se ha demostrado

como uno de los mecanismos más eficaces

para luchar contra la violencia de género.

¿Por qué?

Pues porque, a día de hoy,

no ha habido ni una sola mujer que estuviera siendo usuaria

de estos dispositivos de control y seguridad

que haya sido asesinada.

¿Qué necesitamos?

Más pulseras.

Y también estamos mejorando el sistema de geolocalización

para que no pueda dar ningún fallo

y también cambiando la mirada con la que se diseñan

estas zonas de seguridad.

Porque, por ejemplo,

en el colegio donde se va a dejar a los niños, la casa de una madre,

de una amiga a la que se va con frecuencia,

al supermercado al que se va a hacer la compra.

Pueden ser zonas que tienen que ser también vigiladas

para darle seguridad a la mujer

y, por tanto, zonas en las que el agresor

tenga que estar excluido.

Los dispositivos GPS han empezado a colocarse también

para vigilar a los agresores sexuales

que a tenor de la llamada ley del sólo sí es sí

están en la calle, al menos 74, según datos del CGPJ.

La medida llega en pleno debate sobre la reforma de la norma

de la que ya se han beneficiado 721 agresores.

-Una reforma que entiendo que es necesaria,

que sea inmediata para corregir, vuelvo a decir,

los efectos indeseados de una ley que es una ley positiva

en garantía de los derechos de la mujer

con unos efectos indeseados y el hacer frente a los mismos.

La empatía necesaria con sus víctimas exige su corrección

y en eso es en lo que estamos.

Y con un principio también importante siempre,

el consentimiento está en el centro de la regulación.

-Por supuesto, son muchísimas las propuestas

con las que podríamos llegar a un acuerdo,

no necesariamente la que ha propuesto

el Ministerio de Igualdad

y esto es importante.

Todas las propuestas de reforma penal servirían,

mientras que no toque el modelo del consentimiento,

que es el que puso en el centro la Ley de libertad sexual.

La mayor parte de las mujeres,

lo que les sucede es cuando sufren una agresión sexual

por el miedo intenso que están sufriendo

y se quedan paralizadas

y, por tanto, no existen desgarros vaginales,

no existe resistencia física,

no existe posibilidad de demostrar esa violencia, porque no se da.

Por tanto, el gremio,

que es forma parte del Consejo de Europa,

lo que le dice a España es:

ustedes tienen que modificar su Código Penal

porque les están exigiendo a todas las mujeres

que demuestran haber sufrido violencia.

De ahí que se hiciera la Ley de libertad sexual.

En unos días se celebrará un nuevo 8 de marzo,

será una jornada para volver a plantar cara

a la violencia machista

como se atrevieron a hacer Ana, Efi y Mary Luz.

-Empezamos de cero y no pasa nada, aquí estamos en la lucha.

-Mi lema es "merece la pena, merece la pena vivir".

En aguas de Calabria naufragaba una barca

con cerca de 200 migrantes a bordo, casi la mitad han muerto.

Este naufragio nos recuerda que el Mediterraneo sigue siendo

una ruta migratoria, la más peligrosa hacia Europa.

Pero es que, a pesar de esa tragedia,

han llegado más embarcaciones muy precarias

a Italia y también a España durante este mismo fin de semana.

Este es, sin duda, un reto europeo.

Lo fue hace 10 años,

cuando cerca de Lampedusa se ahogaron cientos de migrantes.

De nuevo, una costa convertida en cementerio.

En la de Steccato di Cutro

el mar sigue devolviendo los cuerpos de algunos de los desaparecidos:

Hoy mismo los de dos niños.

"Mi primo, la mujer de mi primo, sus dos hijos, cuatro personas...

"Hay un chaval al que hemos asistido que ha perdido un núcleo familiar

de 23 personas".

"Si cierro los ojos,

todavía veo la imagen de esos niños muertos,

el que cogí en brazos con los ojos abiertos,

no lo olvidaré jamás".

"Lo que yo pienso, y asumo toda la responsabilidad,

es que se podía haber hecho mucho, mucho, mucho, mucho, mucho más"

Todo iba bien.

El mar en calma.

Uno de los migrantes envía estas imágenes a su familia.

El viejo pesquero navega rumbo a la costa italiana.

Más de 180 personas de todas las nacionalidades viajan hacinadas

en sus bodegas.

Todo iba bien.

Entonces nadie imaginaba que la travesía acabaría,

como tantas otras veces, en tragedia.

"No he tenido el valor de contárselo a mi mujer.

Lo ha sabido por otra persona que su madre no está viva.

No sólo su madre, también ha muerto su hermano, un niño de 12 años".

"Aquí está mi primo, 35 años, la mujer de mi primo.

Sus hijos: un niño y una niña de 7 y 3 años".

En un primer momento se recuperaron 40 cadáveres,

pero el mar no dejaba de arrojar cuerpos a la orilla.

Se estima que el número de muertos puede acercarse

al centenar.

Ocurrió en la madrugada del domingo 27 de febrero.

A Vincenzo, pescador en estas costas, le avisó un amigo.

Algo muy grave estaba pasando.

Se apresuró hacia la playa.

"Lo recuerdo como un momento muy duro."

Todavía no puedo olvidar las imágenes que vi nada más llegar.

Por suerte no se veía bien porque estaba oscuro,

pero cuando encendí la linterna del teléfono, vi el desastre.

Había cuerpos por todas partes, trozos de madera,

madres que gritaban."

El pescador recuerda de manera especial cuando rescató del agua

el cuerpo de un pequeño.

"Pensaba que estaba vivo, ¡sí!, porque tenía los ojos abiertos.

Luego con la linterna del teléfono cuando lo he llevado a la playa

he visto que le salía espuma por la boca.

Estaba muerto y le he cerrado los ojos.

Me ha dado mucha rabia.

He dicho: lo podía haber salvado, ¿no?.

Si hubiera llegado un minuto antes, ¿no?

Lo podía salvar.

Y me siento un poco culpable."

Habían partido 4 días antes de Esmirna en la costa turca,

para aventurarse en un recorrido de unas 650 millas,

1200 kilómetros navegando.

Pagaron entre 5 y 10 000 euros por pasaje.

En el último tramo,

un fuerte temporal levantaba olas de 4 metros.

Estaban llegando cuando sucedió.

"Mi hermano me mandó un mensaje desde el barco a las 2 de la mañana:

tenía un mensaje para mí.

Mi hermano me ha escrito, ya estoy cerca de Italia.

Después el barco se partió y ya nunca respondió".

"Una de las cosas que más duele es la propia ironía de la suerte

de estos pobres náufragos,

porque impactaron en un lugar donde había arena,

simplemente con que hubieran pasado 50 metros a la derecha

o a la izquierda,

probablemente la tragedia se habría evitado".

80 personas consiguieron alcanzar la playa a nado,

la misma playa por la que quedaron esparcidas las huellas del desastre.

Las escasas pertenencias de los hombres, mujeres

y niños que huían de la desesperación.

"Nosotros hemos sido tierra de migrantes.

Nuestros padres emigraron para tener una vida mejor,

en el sentido de encontrar un trabajo mejor.

Estos en cambio emigran por desesperación,

porque allí en su tierra sufren de todo, guerra, tortura, de todo."

Mara es psicóloga de Médicos sin Fronteras.

Ayuda a los supervivientes, les consuela

y escucha sus historias.

"Hay un chaval de 12 años que ha perdido a toda su familia.

Es difícil describir cómo está.

En un estado de shock, desorientado.

No es fácil llevar un luto tan grande.

"Me viene a la cabeza otro chaval de 16 años al que hemos asistido,

también huido de Afganistán porque su hermana estaba perseguida

por los talibanes.

Él decidió acompañarla para darle una oportunidad de vida.

Desgraciadamente ella murió llegando a la cosa

y él se encuentra en Italia.

Sólo tiene 16 años, completamente perdido, desorientado,

que no entiende nada

y que me dice: ¿qué he venido yo a hacer aquí?"

Mientras trabajaban los equipos de rescate, la polémica comenzó

a tomar cuerpo en Italia.

¿Podía haberse evitado?

Orlando Amadeo, exjefe médico de la Policía italiana,

piensa que sí.

"No hay protocolos que valgan cuando se detecta una embarcación

con personas a bordo.

Quien tiene competencias en el mar, en la costa,

tiene que ver si es necesaria la ayuda.

Porque, si en vez de inmigrantes hubiera sido un pesquero italiano

con la radio rota, uno no va sólo a ver.

¡Estamos de broma?, ¡¿estamos de broma?!

En Crotona, todo el mundo dice que no hay medios no hay medios,.

es Falso,

que si tenemos pocos medios militares para enviar o no enviar...

En Crotona hay tres remolcadores oceánicos"

Lo cierto es que la Agencia Europea de Fronteras, Frontex,

alertó de la presencia de la embarcación un día antes

del naufragio,

cuando estaba a 40 millas de la costa.

Se movilizaron efectivos de la Guardia de Fianzas italiana

pero el estado de la mar les impidió llegar

hasta el pesquero.

Nadie consideró que pudiera estar en peligro,

por lo que no se alertó a la Guardia Costera,

que dispone de los medios adecuados para un rescate en alta mar.

Y otra polémica, la política.

Es la primera tragedia ocurrida tras el reciente decreto

del Gobierno Meloni que limita el trabajo de las ONGs

que rescatan inmigrantes en el Mediterráneo.

Sobre el terreno, el ministro del Interior encendía el debate.

"Debemos transmitir al mundo, al mundo

y a los países de donde parten estas personas,

un mensaje que es ético, ético ante todo: que no deben irse,

que no deben someter a condiciones peligrosas

a sus mujeres y a sus niños".

La oposición ha pedido la dimisión del ministro por estas palabras,

por intentar responsabilizar a los propios inmigrantes

de la tragedia.

Ideologías al margen,

hasta Crotona se acercó para honrar a las víctimas

el presidente de la República, Sergio Mattarella,

tal vez la persona más prestigiosa de la política italiana.

Hay abiertas dos investigaciones.

Una centrada en los traficantes que contrataron el barco.

Tres de los supervivientes están detenidos,

se sospecha que podían formar parte de la red mafiosa.

La otra trata de determinar si se emplearon todos los medios

para evitar lo sucedido,

que a unos 150 metros de la playa naufragasen tantas esperanzas.

"Nosotros queremos vivir como humanos, como los demás,

como vosotros".

"Lo que ha ocurrido en Crotona tiene que servir a Italia, a España,

a Portugal, a Francia, a Bélgica, a Holanda, Alemania,

a todos los países europeos a reflexionar juntos

para que esta tragedia no se repita".

Los flujos migratorios, sus causas y consecuencias,

los sueños de los migrantes, muchos de ellos rotos en el camino,

han estado muy presentes en la historia de Informe Semanal.

Este programa nació un mes de marzo de 1973

y, por eso, hoy echamos un vistazo a cómo era la sociedad de entonces,

la de una España que aún vivía en dictadura

y que ansiaba la libertad.

"después de 16 años se ha dejado de fabricar el 600.

Cuando nació hace 16 años, aun se podía circular

por las calles.

Así contaba el periodista Alfredo Amestoy hace 50 años

la desaparición del mítico Seat 600.

El coche que puso a España sobre ruedas llegaba a su fin

se había quedado anticuado,

como símbolo de un régimen también en las últimas.

Ay si el 600 hablara.

Era el único coche que había en el mercado

prácticamente asequible.

Los demás coches eran extranjeros, obviamente.

Entonces era un coche que costaba 65.000 pesetas.

Gracias al 600 nos aventuramos a cruzar la frontera

para ver películas prohibidas por el franquismo.

En el 73, miles de españoles

llenaban los cines de Biarritz o Perpignan para comprobar

si el erotismo de 'El último tango en París'

era para tanto.

Esta entrevista de Jose María Íñigo a Massiel debía emitirse ese año,

pero TVE la dejó en el cajón porque las declaraciones

de la cantante escandalizaron al censor.

El programa de Íñigo sé que gozaba de una amplitud

de pensamiento importante, pero claro, ahí Massiel... Buahhhh.

Y entonces, claro, eso se lo censuraron.

Eso corrió como la pólvora.

Y bueno, para mí fue un acto heroico

Aún así, al régimen a veces, se le escapaban las sutilezas.

Como La Cabina, de Antonio Mercero

aquella metáfora de la opresión franquista

ganaba en 1973 el primer Emmy de la televisión española.

Mercero es mercero.

Y la cabina es la cabina.

Pasarán los años, pero será yo creo, para televisión,

lo que pudo ser Casablanca para el cine.

Es una obra maestra.

En el recién nacido equipo de Informe Semanal,

periodistas como Manu Leguineche, Carmen Sarmiento o Javier Basilio

que firmaba uno de los reportajes del primer programa.

Era un hombre modernísimo venía de hacer programas

muy novedosos en una época en la que Informe Semanal

tenía una presencia del reportero que después se ha ido perdiendo,

pero eso era lo novedoso, que fuera protagonista.

También aquel año se estrenaba Los payasos de la tele,

que cada jueves revolucionaban las tardes infantiles al grito de:

¿¿¿CÓMO ESTÁN USTEDES???

La España en blanco y negro empieza a verse en color.

Llegan series extranjeras como Colombo o Kung Fu.

El 73 es un año de avances tecnológicos:

el Concorde cruza por primera vez el Atlántico.

Se realiza la primera llamada con un teléfono móvil,

este ladrillo de Motorola.

Y en la feria SIMO, se presenta un nuevo invento.

Aquel año las grandes ciudades cambian de imagen

ir andando es de pobres,

el parque automovilístico crece pese a la jubilación del 600,

y hay que hacerle hueco a otros coches.

Tres grandes obras arquitectónicas se inauguran por entonces:

Tres grandes obras arquitectónicas se inauguran por entonces:

el puente del Bósforo, en Estambul.

La ópera de Sidney

y el desaparecido World Trade Center.

En Madrid, se construyen otras torres gemelas.

Antonio lamela, hizo las torres gemelas

de la Plaza de Colón en Madrid curiosamente el mismo año

que las torres gemelas de Nueva York, que se inauguraron

y yo estuve cuatro o cinco días después del comienzo

de este programa,

cuya efeméride ahora celebramos, esos 50 años.

El auge de los vuelos chárter y regulares es un imán

para el turismo.

En 1973 España bate récords:

nos visitan 32 millones de extranjeros.

Es la época dorada de la Costa del Sol.

Sus playas, a ciertas horas,

son un auténtico hormiguero en el que el sol,

que no entiende de nacionalidades

tuesta por igual a nórdicos e indígenas.

Atrajo dinero y por supuesto, libertad de ideas,

porque la gente veía otras cosas que no había ni escuchado,

ni ni visto jamás.

En las maletas de esos turistas llegan también nuevas modas

el 73 es el año de la estética hippy y su prenda estrella,

los pantalones de campana.

Ahora es diferente,

y las calles parecen un extraño carnaval de raras modas.

Yo recuerdo esos pantalones anchos, faldas largas, abrigos maxis.

Las blusas floreadas y abrochadas hasta aquí.

Los bikinis, muy minis.

Todo lo que fuera epatar,

era lo que nos poníamos porque lo veíamos fuera.

Se respiran ganas de libertad y lo refleja la publicidad,

en la que prolifera esa palabra

ya fuese para anunciar sujetadores, batidoras o compresas.

Era como una cosa ignífuga, una bola de fuego

que se movía constantemente, estaba movimiento, se preveía,

se preveía que el monstruo se iba a morir, pero claro,

no sabíamos cuándo.

En lo deportivo, el 73 fue un buen año:

Luis Ocaña se hizo con el Tour de Francia.

Se levanta la prohibición a los clubes de fútbol de fichar

jugadores extranjeros.

Cruyff aterriza en el Barça y Netzer en el Madrid.

El Atleti gana la Liga

y aún se disputa la Copa del Generalísimo,

rebautizada años más tarde como la Copa del Rey.

Para mí es un honor, un orgullo decir que en 1973

el Athletic de Bilbao,

a pesar de haber llegado Johan Cruyff al Barsa,

ganamos la Copa del Rey.

Tras décadas de aislamiento y atraso,

en el 73 empezaron a cambiar muchas cosas.

El año del principio de fin pero esa ya es otra historia.

Hay sintonías que forman parte de la historia de la televisión,

pero que sobre todo, forman parte de nuestros recuerdos.

La reconocen, ¿verdad?

Estos días empezamos a celebrar que este programa cumple mediosiglo

Nos ilusiona cada felicitación que llega a la redacción de Informe.

Estas son algunas, vean.

-Hola,

soy María José rienda,

quiero felicitar por esos 50 años Informe Semanal.

Para mí es muy especial porque me recuerda cuando estaba con mi padre,

lo disfrutábamos los sábados,

lo veíamos siempre.

Felicidades.

-Quería Informe Semanal,

te te deseo mucho si si más felicidades.

Te has convertido en el programa más longevo de TVE.

Uno de los más prestigiosos de las televisiones del mundo entero.

Te deseo otros 50 años más repleto de buenas historias,

buenos reportajes y muchos éxitos y premios.

Cuando era pequeña siempre quise trabajar contigo,

ahora soy un poquito más mayor y es un honor y un placer poder hacerlo.

Desde aquí te mando este beso.

- Muchas felicidades desde Lisboa.

Medio siglo de vida contando la actualidad

y escribir la historia de todo el mundo y también de Portugal.

Informe nació a la par que la democracia portuguesa,

fuisteis testigo también de la revolución de los claveles.

Desde aquí desearos mucha suerte y muchos más años de vida.

- Desde Barcelona os queremos felicitar esos magníficos 50 años y

que cumpla es muchos más.

Desde la facultad comunicaciones Sevilla alumnos de periodismo os

desea un feliz aniversario.

-Feliz 50 aniversario.

- Felicidades.

- Nuestros mejores deseos y nuestras felicitaciones a Informe Semanal

desde el telediario.

Hay que celebrar medio siglo de rigor,

profundidad,

que han convertido a Roma a un referente de muchos españoles.

Feliz 50 aniversario Informe Semanal.

- Así que Informe Semanal es el de prueba más veterana de la isla

española,

y cumple 50 años como yo.

Eso que decir que está hecho un chaval y todavía le queda mucha

guerra que dar.

Muchas felicidades Informe Semanal.

- 50 años no es nada.

Nos habéis acompañado desde que tengo memoria.

Espero que sigáis acompañándonos.

Es un programa muy necesario,

así que larga vida a Informe Semanal.

- Desde el programa lengua de signos,

muchas felicidades.

Gracias por esos 50 años dando voz a la diversidad.

- Enhorabuena por todo lo que habéis hecho,

y por seguir todavía emitiendo y ofreciendo contenido de calidad.

1 beso y muchas felicidades.

Y por supuesto esperamos más felicitaciones suyas.

Porque, durante estos 50 años,

este programa se hace por y para los espectadores.

Terminamos como siempre, nuestros reportajes en RTVEPlay,

la plataforma de la radiotelevisión pública,

que es la suya.

Disfruten de la semana,

les esperamos aquí el sábado que viene.

Informe Semanal - Controlar al agresor - ver ahora

¿Qué se trabaja en estos programas?

Los hombres condenados por violencia de género suelen negar su culpabilidad, ellos han actuado como siempre se ha hecho. Marisol Lila, catedrática de Psicología Social de la Universidad de Valencia explica que se cuentan a sí mismos y al mundo una versión particular de los hechos: "Parece que no haya pasado nada. Tiene que ver con la negación de los hechos directamente, con la minimización de su conducta, de que no es para tanto, que a cualquier cosa se le llama violencia... También está la justificación: tú hubieras hecho lo mismo en mi lugar, es ella la que me ha provocado... O la culpabilización al sistema: la ley está hecha para las mujeres y los hombres estamos desprotegidos, etc". Y por eso, uno de los momentos más importantes de la terapia, según estas expertas, es cuando reconocen el delito, se hacen conscientes de la gravedad de lo que han hecho.

Justifican su conducta: tú hubieras hecho lo mismo en mi lugar, es ella la que me ha provocado

Para ello, hay que deconstruir toda la carga de esterotipos sexistas y roles de género que acarrean y en los que el papel de la mujer está supeditado al hombre. Todas coinciden en que no existe un perfil de maltratador ni por lugar de nacimiento, ni por formación académica, ni por edad o por nivel económico. Simplemente estos hombres comparten unos esquemas estereotipados en los que las relaciones se basan en el control. Elementos como el alcohol, otras substancias adictivas o incluso el haber crecido en un ambiente de violencia no son determinantes ni la causa del comportamiento agresor, aunque sí puedan suponer desencadenantes. En estas terapias se trata de deconstruir esa mentalidad y reducir esos factores de riesgo.

Yadira Velasco explica cómo se desarrolla la fase grupal en la cárcel de Teixeiro: "Formamos un grupo de 12 a 15 internos con una orientación conductual y una perspectiva de género muy importante. Se trabajan esos factores de riesgo, la gestión de emociones, la autoestima, la empatía, las habilidades sociales en la resolución de conflictos. No utilizar siempre estrategias de competir y no de cooperar... Se trabaja también la reestructuración de errores de género y esas creencias sexistas que hacen mucho daño".

Las claves de la violencia psicológica: cómo reconocerla y enfrentarse a ella

También en régimen abierto y como medida alternativa

Este tipo de intervenciones se adaptan también a los regímenes de semilibertad, cuando el preso sólo va a dormir a prisión, pero finalizan una vez que termina su condena y firma su libertad. Otra modalidad es la que se realiza como medida alternativa a la prision para aquellas condenas que no impliquen internamiento. A menudo, Instituciones Penitenciarias colabora con otras entidades para impartir estos programas. Una de ellas es Contexto, en Valencia. En Contexto imparten talleres para hombres que han cometido algún tipo de delito pero no entran en la cárcel y también realizan una labor de formar a formadores y formadoras.

Su directora es la catedrática Marisol Lila, que encabezó en 2004 un proyecto de investigación para elaborar un modelo basado en evidencias científicas y que tuviera en cuenta los diferentes niveles en los que el individuo interactúa: "Diseñamos un programa siguiendo una estrategia multifactorial de varios niveles: el individual, el relacional, el contextual y el macro social. Fuimos introduciendo estrategias que están avaladas por la literatura científica psicológica", nos cuenta.

Pretendemos reducir loa abandonos del programa, que ellos se sientan involucrados en la terapia

En 2013 pusieron en marcha un plan motivacional individualizado, como nos cuenta Elena Terreros, la subdirectora del programa: "El plan define las características individuales de las personas que acuden al programa de tratamiento para hacer una mejor intervención en esos factores de riesgo y esas características individuales en un formato grupal. Esa herramienta quería reducir los abandonos del programa, de manera que ellos se sintieran involucrados en la terapia". Aquí tampoco hay un perfil de agresor: "Es cierto que hay una presencia importante de hombres que participan en el programa que provienen de contextos culturales diferentes al nuestro y eso es una realidad que tenemos que tener en cuenta. Vienen con unas mochilas culturales diferentes, con una carga de prejuicios diferentes en algunos casos. No obstante, tenemos las mismas tasas de éxito y se producen los mismos cambios en españoles que en población de otros entornos culturales", aclara Marisol Lila

Participantes voluntarios

En el programa de Contexto, compartiendo grupo con hombres condenados, hay también otros que acuden de forma voluntaria, bien porque ellos mismos detectan que están tratando mal a sus parejas, bien porque sus familiares o amigos les obligan a hacerlo en vista de su comportamiento, bien porque quieren mostrar un buen comportamiento ante una posible denuncia. En todo caso, las voces expertas consultadas son partidarias de la existencia de este tipo de recursos a nivel comunitario para frenar y revertir comportamientos de maltrato de forma temprana.

Según instituciones penitenciarias, el 90% de los presos que siguen estos programas no vuelve a prisión por delitos de violencia de género, un porcentaje mayor que la media. Marisol Lila insiste en que su principal objetivo es ir a la raíz del problema para proteger a las mujeres, a todas las mujeres y se queja de que se suele poner el foco en las víctimas, que se les pide que cambien de vida, de lugar de residencia, de comportamiento... cuando el problema no está en ellas. El problema está en ellos y son ellos los que tienen que cambiar.