El 'grooming', "una forma de violencia de género" que afecta más a las niñas: "La sociedad las hipersexualiza"

• Afecta tanto a chicos como a chicas, pero ellas tienden a ser más vulnerables, según las estadísticas
• En su prevención se necesita tanto educación afectivo-sexual como cibernética y basada en la igualdad entre sexos

Una niña frente a un escritorio con un ordenador en una imagen de archivo

El 57,4% de las víctimas de grooming en Internet son niñas. Ocho de cada diez de los menores que llegan a sufrir abuso sexual físico, además, también son mujeres. Son datos de la ONG Save the Children que esta semana, cuando ha tenido lugar el Día Internacional contra la Violencia de Género, llevan a poner el foco en cómo ese "desequilibrio de poder" que utilizan algunos adultos para "aprovecharse" de los menores puede estar íntimamente relacionado con la violencia machista. "La sociedad hipersexualiza a las niñas", avanza la psicóloga de la asociación Generando Igualdad, Bárbara Zorrilla.

Para Zorrilla, muchos de los casos de grooming son "una forma de violencia de género" basada en la desigualdad entre hombres y mujeres. "En nuestra sociedad patriarcal muchos hombres se sienten legitimados para acceder al cuerpo de las mujeres", algo que, junto con las "expectativas" que se suelen inculcar a ellas desde la infancia, como "la docilidad o el sacrificio", contribuyen a que las niñas sean las principales víctimas del acoso o abuso sexual.

Por su parte, la presidenta de la Asociación Contra los Abusos Sexuales en la Infancia (Acasi), Inmaculada García, sugiere que el grooming no entiende de sexos, sino de “vulnerabilidad”. “Sí que pueden tener preferencia por las niñas, pero lo que buscan son personas vulnerables para someterlas y romperlas”, agrega. Sin embargo, reconoce igualmente que el machismo contribuye a que lo ejecuten más hombres que mujeres y que, de no afrontarse, es común desarrollar tendencia “a elegir parejas tóxicas que pueden ser maltratadores o incluso abusadores”.

Ante el engaño pederasta en Internet es crucial la educación en el uso de las redes sociales, coinciden las expertas entrevistadas por RTVE.es. “Empoderar” a los niños trabajando desde la autoestima a la confianza en su familia son otras de las claves, así como la educación sexual afectiva y la información sobre las señales de alerta. Eso sí, insisten, se trata de prevenir o de actuar sobre el problema sin culpabilizar a las víctimas.

Qué es realmente el 'grooming': señales y consecuencias

El grooming es una forma delictiva de acoso en la que un adulto se pone en contacto con un menor con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego, en la mayoría de los casos, involucrarle en una actividad sexual. El adulto trata de aislar al niño o adolescente generando un ambiente de secretismo a través de chantajes, sobornos y engaños. Es común, por ejemplo, que el acosador se haga pasar por una persona de la misma edad que la víctima.

Entre otras señales del acoso pederasta en la red, Save the Children apunta que el adulto suele preguntar a la víctima si alguien conoce su relación e intenta averiguar quién más tiene acceso al dispositivo a través del que se comunican. Además, introduce conversaciones sexuales de forma paulatina y utiliza la manipulación o la coerción para que el menor "le envíe material sexual, relate fantasías sexuales o la relación culmine con un encuentro físico".

Grooming, un delito que va a más

Aunque el problema se suele manifestar de forma diversa en cada niño, las familias suelen percibir un indicador frecuente: "Las conductas muy sexualizadas". "Sobre todo cuando son muy pequeños", explica la educadora social de Acasi, Xelo Silvestre. Sin embargo, opina que la mejor advertencia es siempre la del propio menor, pero para que pueda alzar la voz debe contar con un entorno de confianza y seguridad.

De no abordarse el grooming, la psicóloga de la asociación Generando Igualdad, Bárbara Zorrilla, advierte que pueden sufrirse consecuencias como una baja autoestima, estrés postraumático o problemas de sexualidad en las relaciones futuras. Y en las niñas, asegura, las secuelas pueden ser aún más graves. "Nos sentimos avergonzadas y culpables, nos hacen creer desde pequeñas que somos las responsables de no despertar la sexualidad en los hombres" y esa idea machista está vinculada con un mayor silencio o con la falta de atención al problema, cronificándose así la huella del abuso, opina.

Cómo prevenir sin culpabilizar: herramientas para "empoderar"

Ante un fenómeno tan complejo como el grooming, la respuesta más eficaz es la prevención. Las expertas entrevistadas por RTVE.es apuntan concretamente a la necesidad de dos formaciones clave: una educación afectivo-sexual y el aprendizaje sobre el uso responsable de las herramientas digitales. Sin embargo, insisten en que aunque la clave sea la prevención, debe llevarse a cabo sin caer en la culpabilización: "Ni son conscientes de lo que les ocurre ni tienen las herramientas para defenderse".

"El niño nunca va a ser responsable de lo que le ha pasado. Hay que empezar por señalar al verdadero culpable y prestar a la víctima nuestro apoyo y comprensión", insiste la psicóloga de la Asociación Alma contra la Violencia de Género, Laura Salgado. Desde esa postura, propone enseñar a los menores a identificar cuando están siendo intimidados. "El control parental de las redes no es suficiente", agrega, "tienen que aprender a identificar los comportamientos, poner límites y pedir ayuda".

“Los niños confían y no piensan en la maldad de los demás“

Más allá de indicaciones de ciberseguridad básicas como no enviar fotos personales por Internet y nunca dar datos personales, Zorilla explica en la misma línea la importancia "de identificar qué es un chantaje" y de enseñar el derecho "a decidir sobre tu propio cuerpo". En edades tempranas, agrega por su parte Silvestre, "los niños confían y no piensan en la maldad de los demás".

La educadora social de Acasi sugiere que "la única forma de parar" el grooming es "empoderar" a los menores, tanto con educación e información como creando "una red de confianza" en la que se sientan seguros para contar aquello que les preocupa. "Hay que conseguir que en el momento en el que les pase cualquier cosa acudan a ti", agrega.

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Actuar contra el machismo para acabar con el 'grooming'

La prevención, además, debe pasar por una actuación contra el machismo, opinan algunas expertas. Desde la asociación Mujeres para la Salud recuerdan que "el principal factor de riesgo para sufrir abusos en la infancia es ser mujer", pues el porcentaje de niñas victimizadas es entre 1,5 y tres veces mayor que el de los niños. En España, de hecho, Save the Children apunta que el 80,3% de las víctimas son niñas o chicas adolescentes.

Aunque las expertas de Acasi sugieren que la propia educación machista hace que los niños suelan tener más dificultades y vergüenza a la hora de contar lo que les pasa, y por ello entienden que los chicos victimizados no se ven fielmente reflejados en las estadísticas, también es cierto que la mayoría de quienes cometen abusos sexuales a menores son hombres.

Hay un factor cultural "importante" en los abusos sexuales, señala por su parte la psicóloga Laura Salgado. "Partimos de un desequilibrio en el que al hombre se le coloca erróneamente en una situación de poder y de consumidor, mientras las mujeres somos un producto y tenemos un rol más sumiso", algo, asegura, que se transmite a través de la socialización diferencial de género.

"Nos enseñan que las cualidades más valoradas en una mujer son la docilidad, la abnegación, el sacrificio, la belleza y la complacencia", añade al respecto Zorilla. "Mientras, en los hombres las cualidades más valoradas tienen que ver con la autoridad, la competitividad y el éxito", continúa. Una de las muchas desigualdades que la psicóloga entiende como "la causa de la violencia". "Y hasta que no reconozcamos que esa desigualdad entre hombres y mujeres es la razón, va a ser muy difícil que podamos acabar con cosas como el grooming", concluye.

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