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Análisis

La liberación de rehenes, arma de propaganda de Israel y Hamás: "Cada bando se representa como una víctima"

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Una pantalla muestra fotografías de rehenes israelíes en Tel Aviv, Israel
Una pantalla muestra fotografías de rehenes israelíes en Tel Aviv, Israel

La tregua de cuatro días pactada entre Israel y el grupo militante Hamás se ha extendido dos días, dando a los 2,1 millones de palestinos que viven en Gaza un breve respiro después de los innumerables bombardeos de Israel. También da esperanzas a las familias de los rehenes israelíes secuestrados por Hamás desde el 7 de octubre.

Como parte de ese acuerdo, gracias a mediadores egipcios y cataríes, Hamás e Israel negociaron la liberación inicial de 50 rehenes israelíes y de 150 presos palestinos detenidos por Israel, la mayoría de ellos adolescentes y mujeres. Hasta ahora 81 rehenes ―los 60 israelíes y 21 de otras nacionalidades, así como 180 palestinos han sido liberados en los primeros cinco días de tregua.

A pesar de la pausa en los combates, la guerra de propaganda no se ha detenido y tanto Hamás como Israel han empleado el alto el fuego y la liberación de rehenes y presos como arma propagandística.

"Una de las motivaciones para entrar en esta dinámica de intercambios es precisamente intentar ganar simpatías de sus propias audiencias, en la línea de transmitir que, gracias a ellos, están liberando a rehenes por parte de Israel y, gracias a ellos, están liberando a menores y civiles palestinos que Israel tiene en la cárcel por parte de Hamás", explica a RTVE.es el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IEACH), Jesús Núñez Villaverde.

¿Qué papel tiene un negociador de rehenes? ¿Cuáles son sus estrategias? ¿Cómo es una negociación y de qué depende que tenga éxito? En RTVE Noticias hablamos con tres expertos para analizarlo.

El alto el fuego y la liberación de rehenes como muestra de "sensibilidad humanitaria"

En los últimos días se han difundido continuamente imágenes de los reencuentros de rehenes israelíes, la mayoría niños, con sus familiares después de pasar más de 50 días en manos de Hamás. Abrazos y lágrimas que se han vuelto a ver en los centros médicos donde se han sometido los rehenes a exámenes de su salud física y mental.

Otra imagen repetida ha sido la de las multitudes de palestinos que han recibido en Cisjordania a los presos detenidos por Tel Aviv y liberados como parte del acuerdo. Con gritos de "Dios es grande", los palestinos han celebrado la llegada de los recién liberados en los autobuses del Comité Internacional de la Cruz Roja, a quienes ven como héroes que resisten la ocupación.

Según Núñez Villaverde, tanto Israel como Hamás han empleado la tregua y la liberación de rehenes como instrumento de propaganda. "Lo que añade en este caso Israel, igual que Hamás, es una imagen hacia la comunidad internacional de hacer ver que son actores que aparentan tener sensibilidad humanitaria y que, por lo tanto, están dispuestos a garantizar la vida de esas personas", subraya.

Para el analista de Seguridad y Defensa, Jesús Manuel Pérez Triana, ambos bandos "han empleado lo sucedido en el plano de la comunicación". "En el caso de Israel, presentando el sufrimiento, lo demacrados que estaban los rehenes, han presentado las emotivas escenas de reencuentros de familiares. Mientras, el bando palestino ha enseñado que los rehenes iban escoltados por la Cruz Roja y se les veía en una situación más o menos buena", recalca.

Abigail, de 4 años, una de las rehenes isrealíes liberada por Hamás

Sin embargo, el analista asegura que "la liberación de los rehenes y el alto el fuego no se han hecho pensando únicamente en el impacto que pudiera tener en la esfera cognitiva y en el campo de la información". "No es un acto de propaganda, pero genera acciones que se aprovechan por uno y por otro bando", subraya.

Por su parte, el investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, Félix Arteaga, señala que "Hamás siempre ha hecho especial hincapié en que iban a tratar bien a los rehenes, que les iban a cuidar y en que no corrían peligro", mientras que "del lado israelí han intentado presentar a los rehenes en situación de riesgo, incluso de muerte, pero no han llegado a conectar", subraya.

Arteaga cree que esta liberación de rehenes "ha generado un impacto asimétrico" y "ha salido ganando mucho más Hamás que Israel". "Lleva ventaja Hamás sobre Israel porque Tel Aviv está todavía en una posición reactiva, defendiéndose, quiere explicar lo que pasa. La estrategia de Hamás es más desinformativa. En la guerra cognitiva, Israel no tiene ventaja", opina.

Dos maquinarias de propaganda diferentes

Desde que comenzó la guerra el 7 de octubre, ambos bandos se han presentado como víctimas, mostrando imágenes duras del sufrimiento de los civiles y justificando sus acciones. Sin embargo, los expertos coinciden en que la propaganda de Hamás y de Israel tienen claras diferencias.

"Cada bando se presenta como una víctima, presenta sus víctimas, sus muertos, sus cadáveres. Han circulado cosas muy atroces. Cada bando justifica sus acciones atroces y violentas", señala Pérez Triana. "Estamos ante un conflicto asimétrico de un Ejército, de un Estado que tiene a su disposición toda la maquinaria bélica y enfrente hay un actor no estatal que tiene una red débil desde el plano militar. Evidentemente, en el caso palestino, la propaganda es muy importante. Se trata de compensar la falta de fuerza militar", señala añade.

En este sentido, el analista explica que, en el caso palestino, la propaganda es "un arma importante para llamar la atención sobre el propio conflicto, generar solidaridad y poder incidir específicamente en las sociedades occidentales".

"En el caso israelí es diferente, primero porque ellos tienen la fuerza y todo lo que tiene que ver con la opinión es secundario dentro de su campo. Tienen la percepción de que hay una opinión pública internacional que es tremendamente hostil a Israel y sienten que no actúan pensando en la opinión internacional, pero sí hay esfuerzos israelíes no tanto para convencer al contrario, sino para mantener el apoyo de los aliados", detalla.

Israel muestra a periodistas imágenes de la matanza de civiles a manos de Hamás

Además, Israel cuenta con una maquinaria burocrática y diplomática que le permite "moverse con eficacia en el caso de las cancillerías de los países occidentales, algo que para los palestinos no es posible", según Pérez Triana.

Uno de los ejemplos de estos recursos con los que cuenta Israel son las reuniones con periodistas para mostrar las imágenes grabadas por los propios militantes de Hamás el 7 de octubre. La Embajada de Israel en Madrid enseñó a reporteros de varios medios, entre ellos RTVE, secuencias sin editar de la matanza de civiles a manos de Hamás con el objetivo, según dijeron, de que "comprendan contra quién estamos luchando".

Dentro de la propaganda, uno de los aspectos más importantes es el lenguaje, un contexto que, según Núñez Villaverde, "lo tiene dominado Israel". "Hablamos de niños israelíes y, sin embargo, hablamos de menores palestinos. Hablamos en un caso de secuestrados, no de capturados. Siempre con un sesgo que parece dejar claro que los buenos son los israelíes y los malos los palestinos", afirma.

Según el codirector del IEACH, esta propaganda a través del lenguaje no va dirigido a los palestinos o a los israelíes, sino hacia otros países. "Lo que se busca es crear un estado de opinión internacional, fundamentalmente por parte de Israel que, desgraciadamente, muchos medios de comunicación occidentales asumen de manera absolutamente acrítica", opina.

La propaganda, tan importante como la guerra en el campo de batalla

En la guerra, la propaganda es también un instrumento para mantener la unidad y, en ocasiones, puede ser eficaz para inclinar la opinión de Estados neutrales hacia un bando o el otro, mientras que en zonas de batalla puede servir para mantener la moral alta entre los soldados.

Además, la habilidad para ganar el apoyo público puede ser tan relevante como la de librar la guerra.

"Todo lo que tiene que ver con la propaganda o la desinformación tiene una dimensión en cantidad y calidad que no se ha visto antes en ningún otro conflicto", indica Arteaga. "Cada una de esas dimensiones de propaganda va acompañada de una campaña de desinformación detrás, que es la que se vive en la narrativa entre Palestina e Israel", detalla.

Netanyahu entra en por primera vez desde que estalló la guerra con Hamás

En este sentido, Núñez Villaverde subraya que "la propaganda es fundamental". "No solamente en esta guerra, sino en todas. Cada vez más, en la medida que vivimos en una sociedad de información permanente y la llamada batalla por el relato es algo a lo que todos son muy sensibles porque saben que en muchos casos eso tiene tanta importancia o más que los hechos sobre el terreno", recalca.

"La propaganda se puede traducir en términos negativos en bloqueos o en términos positivos en apoyos internacionales. Por eso, es fundamental, un componente tan importante como la batalla militar, la política y la diplomática", asevera.