El papa sigue estable pero con "inflamación pulmonar" y sin fiebre, según el Vaticano
- El pontífice suspendio su viaje a la cumbre climática de Dubái por una enfermedad respiratoria
- Francisco cumplirá 87 años el próximo 17 de diciembre
Las condiciones de salud del papa Francisco continúan "estables", aunque persiste la "inflamación pulmonar" que le ha obligado a suspender su viaje a la cumbre climática de Dubái, según ha informado este miércoles la Santa Sede.
"Las condiciones del Santo Padre son estables, no tiene fiebre, pero persiste la inflación pulmonar asociada a los problemas respiratorios", ha informado el Vaticano en un comunicado. Por eso, el pontífice argentino, que cumplirá 87 años el próximo 17 de diciembre, seguirá con antibióticos.
Francisco, de 86 años, tuvo que someterse el pasado sábado a una TAC en un hospital del centro de Roma por una "inflamación pulmonar" debido a un "ligero estado gripal" que le obligó a suspender algunos actos de su agenda.
Esta misma mañana, Francisco ha aparecido ante miles de fieles en la tradicional audiencia general y ha asegurado que todavía no estaba bien, por lo que su catequesis ha sido leída por un colaborador. "Aún no estoy bien con esta gripe. La voz no es buena", ha explicado a los fieles presentes en el aula Pablo VI del Vaticano.
El pontífice anuló su presencia en la cumbre del clima
El papa Francisco anuló el martes su viaje del próximo viernes a la conferencia climática COP28 de Dubái por recomendación de los médicos por su reciente enfermedad respiratoria. Ese día, desde el Vaticano aseguraron que el cuadro clínico del pontífice mejoraba, pero que los médicos le habían recomendado no desplazarse hasta Dubai.
Esta iba a ser la primera vez que un papa participaría de manera activa en una cumbre de este tipo y también la primera ocasión en la que una delegación de la Santa Sede tomará parte en las negociaciones y no solo como observador, como ocurre en las cumbres de Naciones Unidas.
A pesar de los recientes problemas respiratorios, el martes recibió y charló durante más de dos horas con los obispos españoles, convocados para analizar la situación de los seminarios en España.