Sánchez defiende al mediador con los independentistas por la "extraordinaria desconfianza": "Es bueno que verifique"
- Primera entrevista de Pedro Sánchez tras ser investido presidente del Gobierno
- Reconoce que la amnistía "no era el siguiente paso" pero la defiende como "buena para el país"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido la figura de un mediador en las reuniones entre el PSOE y los independentistas que se recogen en los respectivos acuerdos de investidura con ERC y Junts porque es "bueno" que "cuando hay posiciones dispares, haya un tercero que verifique" ante la "extraordinaria desconfianza" entre el PSOE y estas formaciones.
Así lo ha afirmado en La hora de la 1 de TVE, donde ha ofrecido su primera entrevista tras ser investido presidente el pasado 16 de noviembre y en la que ha vuelto a defender la ley de amnistía a los encausados del 'procés' como un "paso coherente y consecuente" en su política de convivencia en Cataluña, aunque ha reconocido de nuevo que las elecciones del 23J y la necesidad de los votos independentistas han sido lo que ha marcado su cambio de posición con respecto a la medida de gracia que "va a ser buena para el país". "No era el siguiente paso que quería dar, pero es coherente", ha dicho.
Preguntado por la primera reunión entre el PSOE y Junts, que se celebrará este sábado, el presidente no ha confirmado que vaya a celebrarse en Suiza (Ginebra) y ha dicho que no puede adelantar el nombre del verificador, aunque este "se conocerá".
"Si tenemos posiciones muy dispares la buena noticia es que, al menos desde esas posiciones muy dispares y esa extraordinaria desconfianza, nos hemos emplazado a dialogar", ha destacado.
Justifica su cambio de posición con la amnistía. "Lo que ha pasado es el 23J"
El jefe del Ejecutivo ha sido preguntado por las declaraciones que hizo en plena campaña para las elecciones generales del 23J en una entrevista en TVE en la que dio un "no" claro a una posible amnistía para Cataluña. "El independentismo pedía la amnistía y no la ha tenido, lo que han tenido son indultos condicionados", afirmaba el entonces candidato, solo dos días antes de la cita con las urnas.
Ante la pregunta de qué ha pasado en estos meses para el cambio claro y evidente de posición, el presidente ha contestado: "Lo que ha pasado es el 23J".
No es la primera vez que Sánchez justifica su nueva postura con respecto a la ley de amnistía en la necesidad de los votos de partidos como Junts y ERC para volver a ser investido en la línea de "hacer de la necesidad, virtud".
Así, ha asegurado que, una vez que se frenó un gobierno del PP y Vox el 23 de julio y fue salvada esa "bola de partido", vio claro que existía una alternativa de progreso, que incluía negociar con los partidos independentistas catalanes, para lograr una mayoría parlamentaria estable.
"En política como en la vida hay que optar entre soluciones ideales o posibles, cuando no tienes la mayoría absoluta", ha afirmado.
En todo caso ha vuelto a admitir que conceder una amnistía a los independentistas "no era el paso siguiente que quería dar" pero ha insistido en la "coherencia" con la política "de normalización y estabilización" en Cataluña que, según ha defendido, ha aplicado en Cataluña en los últimos años, para volver a insistir en que la ley de amnistía es plenamente constitucional y se ampara en la ley.
"Los que se oponen a la amnistía la aceptarán como el divorcio"
Sánchez se ha mostrado convencido de que quienes se oponen a la ley de amnistía acabarán aceptándola "del mismo modo que ocurrió con la ley del divorcio o la ley de matrimonio homosexual".
Sánchez piensa que tanto las personas que se manifiestan en las calles como los partidos que se oponen, como PP y Vox, terminarán asumiéndola porque "va a ser bueno para el país en términos de convivencia" y además "reincorpora" al sistema a fuerzas políticas que desde 2017 estaban fuera, en referencia a Junts.
"España no se va a romper por mucho que digan PP y Vox, no hay más que pasearse ahora por Cataluña", ha dicho Sánchez.
Sobre el 'lawfare': "Se han instumentalizado instituciones"
El presidente del Gobierno cree que en España se han dado casos de 'lawfare' o instrumentalización de la justicia y ha puesto como ejemplo "el uso de la policía por parte del PP en el caso 'Kitchen'". Preguntado por este asunto ha dicho que "definitivamente se han instrumentalizado instituciones públicas para perseguir a adversarios políticos y ocultar pruebas en causas judiciales que afectaban al Partido Popular".
Así ha defendido que el PSOE aceptase incluir el polémico término en el acuerdo firmado con Junts a cambio de los votos para su investidura.
Además, respecto a las comisiones de investigación en el Congreso, pactadas en ese mismo acuerdo, ha remarcado que "no vinculan sentencias judiciales" pero sí pueden ser objeto de informe a la Fiscalía "para que las tenga en consideración".
La salida de Montero, la violencia machista o el CGPJ
Aunque el grueso de la entrevista ha versado sobre la política relacionada con Cataluña, otros asuntos de la actualidad se han colado.
De hecho la entrevista ha arrancado con el último posible caso de violencia de género este mismo jueves en Sagunto (Valencia), que ha lamentado Sánchez y ha asegurado que la violencia machista es un problema que "avergüenza a todos, particularmente a los hombres, aquellos que creen y apoyan la causa feminista", entre los que se ha incluido. Asimismo, ha defendido, desde el punto de vista político, "señalar" a quienes "banalizan" la violencia de género.
En otro orden de cosas, ha manifestado su "buena relación" con la exministra de Igualdad Irene Montero, la cual tiene su "respeto" y su "cariño". Al ser preguntado sobre si exigió que Montero no estuviera en el Ejecutivo de coalición con Sumar y tras sus declaraciones durante el traspaso de carteras, donde dijo que Sánchez las "echa" (a ella y a Ione Belarra), el presidente ha afirmado que es "profundamente respetuoso" con las organizaciones con las que llega a pactos, en este caso Sumar.
En relación a la renovación del CGPJ, caducado desde hace cinco años, Sánchez ha vuelto a dejar claro que "existe un mandato constitucional" para su renovación. "Tenemos un mandato de la Constitución y las mayorías están establecidas y yo no las voy a cambiar", ha aseverado el presidente, que se ha quejado: "Aquellos que dicen todo el día que yo no cumplo la Constitución son los que no cumplen con la Constitución". Sánchez va a "tender la mano" al PP y a su líder, Alberto Núñez Feijóo, para proceder a dicha renovación del órgano de los jueces.
Ha criticado además a la oposición por no aplaudir este miércoles el discurso de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y ha instado a una legislatura donde prime el diálogo y el entendimiento. Se ha mostrado crítico con declaraciones como las del nuevo portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, que dijo que Sánchez "debería irse de España en un maletero" porque no puede ganar "el insulto frente al respeto".