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'Sobre todo de noche': el noir poético y humanista sobre la herida silenciada de los bebés robados

  • La ópera prima de Víctor Iriarte tiene como protagonistas a Lola Dueñas y Ana Torrent
  • La cinta, reconocida por la crítica en la Seminci, llega a los cines este 1 de diciembre

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La película aborda el rescate de la memoria en el pasado reciente

En una escena de Sobre todo de noche el personaje de Lola Dueñas reflexiona: ¿quién preguntará cuando nosotros no estemos? Una cuestión que resuena como un golpe a las conciencias acerca de uno de los últimos tabúes de la Transición y el Franquismo: los casos sin resolver de bebés robados.

La ópera prima de Víctor Iriarte ilumina esta hérida abierta activando todos los recursos narrativos que la ficción despliega a su alcance, arranca como un noir puro donde hay persecuciones nocturnas, papeles que no llegan, llamadas anónimas, un robo y una mujer contra las cloacas del sistema.

Se desliza suavemente hacia el melodrama en una correspondencia filmada en cuatro capítulos, donde la política descansa en la potencia de la estética y su eco emocional.

"Yo no soy periodista ni historiador, ejerzo como cineasta y por eso la apuesta formal es tan importante. No es solo que contemos la historia sino cómo lo hacemos. El cine es un arte colectivo y popular. No va a arreglar el mundo pero sí puede generar ciertos ecos y reflexiones que no vienen de lo racional, que abordan lo sentimental y nos puede dejar un poso que es profundo", señala el director en una entrevista a RTVE.es.

"Una de las tesis de la película es un alegato a favor de la memoria, de la revisión de forma crítica, constructiva y creativa de ese pasado injustamente olvidado porque el relato de nuestros padres y madres es otro. Creo que mi generación, yo soy del 76, sí tiene que hacerlo y se está revisando desde otras disciplinas artísticas lo que nos contaron", añade.

El pasado reciente se sitúa en primer plano con la historia de Vera (Lola Dueñas), una madre rota que sigue el rastro a la desesperada del bebé que le arrebataron en busca de venganza, en el reverso del espejo hay otra madre, Cora (Ana Torrent), una profesora de piano víctima de un engaño que ha criado a su hijo Egoz sola.

Ambas se reencuentran en un bellísimo Portugal donde se reconocerán la una en la otra en sus secretos y sufrimientos en la revisión de sus vidas. Una amistad con el joven Egoz como puente que cose la reparación en un ángulo humanista ante la complejidad de una realidad sepultada.

"Queríamos generar ese espacio de encuentro con ese Portugal, la luz, esa pausa y la posibilidad de que las cosas hubieran sido de otra manera y quizás hubieran podido ser una familia. Estas dos mujeres tan diferentes entre sí ambas cuentan su historia de violencia", afirma Iriarte sobre una cinta que dejó buenas sensaciones en Venecia y ganó en la Seminci elPremio FIPRESCI de la crítica internacional.

Una realidad olvidada

Lola Dueñas buceó en testimonios de afectados para aportar fondo a su personaje y espera de la película que "las personas que han vivido esta situación se sientan un poco más acompañadas".

"La realidad luego es muy dura porque no se está ofreciendo ninguna respuesta. Estas mujeres que están buscando a sus hijos están olvidadas y es un capítulo muy triste. De vez en cuando aparecen en medios e igual deberíamos pensar qué ha sido de todas ellas, dónde están y qué están pidiendo", completa el realizador.

Egoz es el joven de 18 años que se enfrenta a su pasado

En este puzle sobre la memoria todo encaja en una transposición de géneros constante que solapa las fuentes cinéfilas con naturalidad. Contiene ecos de Madres paralelas, de Pedro Almodóvar, en su forma de extraer pura verdad de la casi inverosimilitud en imágenes a la par que es heredera de Hitchcock en planos de manos siguiendo un mapa (así arranca la película) y en el control del color.

"También hay una cinta de Luis López Carrasco, El año del descubrimiento, que habla del año 92, de la historia española reciente y de la cara B de las Olimpiadas y de la Expo y de cómo una crisis industrial terminó redefiniendo el país. Me interesa este acercamiento", explica el cineasta.

Un paso lógico en la explosión visual y narrativa del autor. Iriarte es artista y programador fílmico del Festival de San Sebastián desde 2015. Cuenta que la película comenzó como un "pequeño proyecto" que arrancó durante la cuarentena en el año 2020, pero que creció "rápidamente" hasta reclutar como productor a Isaki Lacuesta o como guionista a Isa Campo.

Sobre todo de noche es poética, doliente y original. Una de las gemas escondidas de los estrenos de final de año que llega a las salas este 1 de diciembre.

Vera es una mujer rota que busca venganza