De la 'chica yeyé' a 'Teresa de Jesús': las diez mejores interpretaciones de Concha Velasco
- La querida actriz y conocida por todos como la 'chica yé-yé' ha muerto a los 84 años
- Recordamos algunos de sus mejores papeles en cine, teatro y televisión
- Concha Velasco, memoria viva: mira todos los contenidos de la actriz en RTVE Play
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Concha Velasco ha fallecido este sábado a los 84 años de edad en Madrid, pero siempre nos quedarán sus inolvidables interpretaciones,gracias a las que se convirtió en una de las mayores estrellas del cine, el teatro y la televisión.
Escoger las mejores actuaciones de Concha Velasco, que protagonizó más de 80 películas y decenas de obras de teatro, musicales y series de televisión, es muy complicado, por lo que esta lista es una elección personal en la que damos prioridad al cine y las series, por ser lo más fácil de revisitar. Sin olvidar algunos de sus papeles más exitoso y emblemáticos. En la web de Televisión Española también encontraréis muchas de esas series que protagonizó, incluyendo la imprescindible Teresa de Jesús.
'Las chicas de la Cruz roja' (Rafael J. Salvia, 1958)
En su primera época, Concha destacó como actriz cómica, cantante y bailarina. Y su primer gran éxito fue Las chicas de la Cruz Roja, dirigida por Rafael J. Salvia, en la que daba vida a una voluntaria que el día de la banderita recogía donativos junto a otras tres chicas de diferentes estratos sociales (Luz Márquez, Mabel Karr y Katia Loritz) y que eran cortejadas por cuatro galanes. Fue la primera vez en la que trabajó con Tony Leblanc, con el que formaría una de las parejas de más éxito de la época en seis películas. La cinta también es recordada por su canción principal, obra de Augusto Algueró.
'Historias de la televisión' (José Luis Sáenz de Heredia, 1965)
Historias de la televisión fue un intento de repetir el gran éxito de Historias de la radio (1955), ambas dirigidas por José Luis Sáenz de Heredia. Y es muy inferior, por lo que cinematográficamente no debería figurar en esta lista, pero en ella Concha interpretó su canción más famosa, "Una chica yeyé", de Augusto Algueró (música) y Antonio Guijarro Campoy (letra). Su éxito superó al de la propia película y relanzó a Concha Velasco, a la que todos identificaríamos desde entonces con esa chica yeyé. Un éxito que también la llevó a grabar numerosos discos, de gran éxito. Aunque años después la actriz reconoció que dejó de hacerlo porque nunca se consideró una gran cantante. En esta película volvia a trabajar con Tony Leblanc y con otros mitos del cien español como José Luis López Vázquez, Antonio Garisa, Alfredo Landa, Gracita Morales, Antonio Ozores, Rafaela Aparicio, José Calvo, José Alfayate, Manuel Alexandre...
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y su profesión es... "compulsista". -Podría presentarme...
en ilusionismo. Hace unos años formé pareja con...
Aprende a ganar concursos.
Yo necesito ser famosa antes de siete días.
Grabando discos, firmando autógrafos y protegida por la Policía.
-Es extraordinaria. Si esta chica no canta yo tengo que pegarme un tiro
¡Han elegido por la televisión la canción de su novia!
-¿Ah, sí? ¡La chica ye ye!
Hola, buenas noches.
Y tanto. Es que es en esta película...
de Sáenz de Heredia donde se populariza "La chica ye ye",
que casi no se puede ser español sin haber bailado esta canción
o sin haberla cantado o escuchado al menos ¿no?
Es una canción que... que compone Augusto Algueró,
pero es muy curiosa la historia de cómo se hace famosa la canción;
y por supuesto está vinculada a... Concha Velasco,
que es la protagonista de "Historias de la televisión".
Ella en la película interpreta a una chica
que trabaja en un balneario pero que quiere se cantante,
y tiene un grupo que se llama "Los Botines", y con este grupo
de presenta a un certamen y ganan con una canción titulada ¡Oh John!
Pero tienen otra canción en el repertorio que es
"La chica ye ye"; y curiosamente, en un momento del rodaje,
en el que hay un problema con las cámaras,
cuando se está rodando en el Palacio de los Deportes
el certamen musical, Sáenz de Heredia le pide a Concha Velasco
que entretenga al público. -Me dijo José Luis
¿por qué no cantas "La chica ye ye" para entretener a la gente,
que se están aburriendo y hay que cambiar las cámaras? Y yo..
pues canté "La chica ye ye" con el conjunto "Los Botines".
Y fue un éxito tan grande, tan grande,...
que al día siguiente en televisión no se hablaba de otra cosa,
y volvimos a graba "La chica ye ye" y a rodar una escena con Tony Leblanc
que es el final de la película. Pero es que además,
estaba ese día en el rodaje, porque hacía un cameo en la película,
Luis Aguilé, y él listo, esa misma tarde no,
al día siguiente en TVE la canta versionándola como "Chico ye ye".
Concha Velasco se agarra un cabreo monumental,
porque ella sentía la canción como suya, y esa es la razón
por la que a partir de entonces la canta...
a la mínima oportunidad ¿no?, en galas, en conciertos,
en la televisión, en la radio. -Empezaron a ofrecerme galas,
pero yo me di cuenta de que eso no era lo mío. "Conchita,...
aquí va a terminar tu carrera". Y por eso dejé...
de cantar "La chica ye ye"; no porque lo lamentara,
sino porque creía que iba a perjudicar en el futuro.
Sí. Es que es un encargo de Pedro Masó
que le hace a Sáenz de Heredia porque lo admiraba mucho
desde que había sido su meritorio en el tiempo de...
"El destino se disculpa", y él le pide que haga
una especie de "Historias de la radio",
y Sáenz de Heredia piensa: "años 60, el fenómeno mayor que...
que ha existido en esta época pues es la televisión ¿no?,
cómo la televisión irrumpe en los hogares españoles
y se convierte en la reina". Y de hecho la película empieza ya
con una voz en off que habla de este asunto.
(En fin señores, que la televisión nos trae a casa todo;
nuestras diversiones, nuestra información...)
También da una nota, quizás un poco desafortunada,
machista, que... cuando dice que... claro, que las antenas
suponen una doble alegría para las mujeres, las amas de casa...
por un lado tienen la ropa en las antenas, y por otro lado
pueden escuchar a Carlos Gardel desde la cocina, sin salir de ella.
Es desafortunado pero yo creo que se lo podemos perdonar
a "Historias de la televisión" porque precisamente presenta
a un personaje femenino muy moderno y muy radical
que es el que interpreta Concha Velasco, que es una mujer que
para nada está preocupada por aprender a cocinar
o a las labores del hogar; le interesa triunfar profesionalmente
-Si hay que ser famosa lo seré.
Exactamente, sí; de hecho, la película está dividida
en dos historias; al final las dos historias se unen,
y las dos reflexionan sobre este asunto ¿no?
En la primera presenta a un vago que se gana la vida
con concursos en la televisión,
interpretado por Tony Leblanc. Luego la segunda historia,
que es la que protagoniza Concha Velasco,
e... su personaje gana un concurso,
un certamen musical, pero no le dejan interpretar su propia canción;
y entonces ella hace una reflexión muy acertada.
-Para que yo cante mi canción en ese festival
es por lo visto imprescindible que sea famosa. La fama hoy día,
como usted sabe mejor que yo, es de lo poco que puede adquirir
sin permiso de importación. Me exigen antes que lo sea. ¿No es divertido?
Están Alfredo Landa, Manuel Alexandre,
Gracita Morales, Rafaela Aparicio, Antonio Ozores,
y bueno, yo creo que la joya de la corona que es
José Luis López Vázquez, en un papel que mejor lo dejamos
como una sorpresa para los espectadores,
pero que sí podemos decir que es su papel más mono.
Y hablando de Concha Velasco, aunque esta es su película número 25,
todavía era Conchita Velasco en la época; y es...
es precisamente de la mano de Sáenz de Heredia,
con el que colabora en 11 películas, desde el año 60 hasta el 71,
cuando ya se consolida en la pantalla
Gracias a vosotros.
'Tormento' (Pedro Olea, 1974)
En los 70 Concha Velasco trabajó con Pedro Olea en dos de sus mejores películas: Tormento (1974) y Pim, Pam, Pum… Fuego (1975). Tormento es una estupenda adaptación de la novela de Benito Pérez Galdos, que cuenta la historia de Agustín (Paco Rabal), que vuelve a España tras hacer fortuna en América y se instala en casa de unos codiciosos parientes: Francisco y Rosalía de Bringas (Rafael Alonso y Concha Velasco). Allí empieza a cortejar a Amparo (Ana Belén), una atractiva joven que trabaja de criada y que oculta un secreto inconfesable: su relación amorosa con el padre Pedro (Javier Escrivá). Recibió el premio del Festival de San Sebastián de 1974 al mejor film de habla hispana.
(Música)
Primo.
Yo te ayudaría a refinarte, a entrar en el gran mundo.
Dicen que es usted pobre, sí.
Me sobran mérito, Amparo.
Pero quién te lo ha dado. Ya lo sabes.
Te juro que es un dinero honrado.
Lo que ocurre es que ese hombre es rico y yo no, ¡confiésalo!
Estás en pecado mortal.
Y si ahora te murieras irías derechito al infierno.
Buena lotería te ha caído, ¿eh?
Bueno, la película más o menos la colocaste tú en su momento correcto,
que es en 1974.
La novela pertenece al ciclo de novelas contemporáneas de Galdós.
Y ya que has mencionado, es el mismo ciclo de Tristana.
Son cada uno, digamos, en un subciclo diferente,
el de la materia y el espiritualista, la segunda,
pero, en cualquier caso, las dos se colocan precisamente en esa,
en esa época de ruptura.
De ruptura tanto en la historia de España como en su momento,
en el momento de Galdós,
como el momento que vivía España en ese momento.
De hecho, hubo quien rápidamente asoció el personaje principal,
que es el de Amparo Tormento.
Es una mujer que es maltratada
tanto por el clero como por las clases privilegiadas,
finalmente rescatada por la figura de un indiano que viene de fuera.
Y es ahí donde donde hinca el diente perfectamente Pedro Olea.
Pero una historia que funcionó, entre otras cosas funcionó,
porque en esa época estaba prohibido contar historias de los enamorados.
Pero se levantó la veda con "Tormento".
Él venía de hacer una película
que es una de esas películas perturbadoras,
No es bueno que el hombre esté solo con José Luis López Vázquez,
un guion de Garci, es una película que marca un punto y aparte.
Es raro decir que de repente,
encontrarse con una adaptación literaria
y una adaptación literaria que cumple con la ortodoxia
para revertirla de alguna manera.
La película forma parte
de lo que se ha venido llamar posteriormente
la trilogía de Madrid.
Y en cada una de ellas está colocada en un momento, digamos,
de ruptura en la historia de España.
Esta está en el Sexenio Democrático, en 1868, derrocamiento de Isabel II,
la que vendría después, que es Pim pam pum... ¡Fuego!
Es la que hace precisamente con el guión de Azcona
en la época de la posguerra.
Y la tercera, La Corea,
que es la peculiar e importante aportación al cine quinqui
de Pedro Olea, se coloca en el tiempo de la transición.
Todas ellas están, como digo,
en un momento muy determinado de la historia de España
y Pedro Olea se coloca para leerlo con justeza.
Es fiel a la obra original,
pero más allá de fidelidad o no, lo interesante es
como la lee por dentro Pedro Olea, es decir,
él utiliza un recurso que hasta cierto punto
es muy de Kirk Douglas, incluso de Almodóvar,
que es enmarcar todas las escenas colocarlas, digamos,
le coloca al espectador en un ambiente claustrofóbico.
Entonces, opresivo,
de alguna forma es una adaptación muy elegante, pero muy ácida por dentro.
Comerás con nosotros.
Lo poco que haya, y luego me terminas de coser la bata.
Uy, perdón, qué atrevimiento. No faltaba más.
Y además tiene su historia, cada uno de ellos,
especialmente Concha Velasco tenía muchísimo cine hecho hasta entonces.
Por supuesto que estamos en situación complicada,
porque se había vivido entonces la huelga de los actores
donde ella se significó de forma bastante importante.
De alguna forma, este papel significaba algo relevante
en su carrera, y está realmente soberbia,
como soberbia está, por supuesto, Ana Belén,
que está además en un momento muy determinado de su carrera.
Es decir, está haciéndose la gran actriz que finalmente es.
Y por supuesto, está Paco Rabal.
La confluencia de todos los actores realmente hace que el,
que la película quede como redonda y como casi un hito
dentro de la filmografía, tanto de por supuesto Pedro Olea
como del cine español,
El jurado estaba presidido por nada más y nada menos que Nicholas Ray.
Y fue, desde luego, un logro
dentro de la colaboración Pedro Olea, José Frade.
Y esto hace que la película, desde luego, luzca como, vamos,
como pocas.
'Pim, Pam, Pum… Fuego' (Pedro Olea, 1975)
Tras el éxito de Tormento, Concha Velasco volvió a ponerse a las órdenes de Pedro Olea en esta estupenda película escrita por el propio director y el genial Rafael Azcona. La actriz se convierte en la absoluta protagonista de la historia de una corista (Concha Velasco), que, en plena posguerra, aspira a entrar en la Compañía de Celia Gámez (con la que Concha actuó realmente en sus inicios profesionales). Pero se convertirá en la amante de un estraperlista (Fernando Fernán Gómez) para ayudar a un miembro del maquis (Josep Maria Flotats) de quien se ha enamorado. Una película sorprendente para su época y que Pedro Olea quiso rodar durante varios años, pero no pudo por la censura. Solo pudo levantar el proyecto después del enorme éxito de Tormento. No os perdáis la entrevista a la actriz y al director en Versión Española.
'La Colmena' (Mario Camus, 1982)
Una de las mejores películas españolas de la historia, que consiguió el Oso de Oro en el Festival de Berlín de 1983, y en la que Mario Camus adaptaba la popular novela de Camilo José Cela. Era difícil destacar en uno de los mejores repartos de nuestro cine (José Sacristán, Victoria Abril, Luis Escobar, Charo López, Ana Belén, Fiorella Faltoyano, Concha Velasco, José Luis López Vázquez, Francisco Rabal, José Sazatornil, Antonio Resines, Francisco Algora, Mary Carrillo, Emilio Gutiérrez Caba, Elvira Quintilla, Luis Ciges, Imanol Arias, Agustín González, María Luisa Ponte, Camilo José Cela...) pero Concha Velasco estaba fantástica, como siempre. Es una pena que todavía no existieran los Premios Goya (llegarían en 1987), porque habría arrasado. Os dejamos la película entera.
'Teresa de Jesús' (Josefina Molina, 1984)
Dirigida por Josefina Molina en 1984, esta biografía de Teresa de Jesús se basa en la película que Juan de Orduña dirigió en 1961. Esta serie sigue, con gran rigor histórico, la vida de esta monja carmelita, descendiente de judíos conversos, que emprendió, en pleno corazón de Castilla un movimiento en pro de la liberación del espíritu, dejando en sus escritos uno de los testimonios mas apasionantes de aquel tiempo en que, entre enormes tensiones, se estaban sentando las bases de la modernidad europea. Una de las series más recordadas de la historia de la televisión, rodada en escenarios naturales y monumentos históricos de Castilla, Andalucía y Extremadura. Y para la que se construyeron enormes decorados que reproducian los interiores del convento de la Encarnación y San José. Pero lo más impresionante de todo fue la interpretación de Concha Velasco, que nos transmitió toda la grandeza de ese personaje, sus conflictos internos y las dificultades a las que tuvo que enfrentarse. Si pensamos en Teresa de Jesús es imposible no imaginarla con los rasgos de la actriz. Un inolvidable papel con el que Concha consiguió la Antena de Oro, el Fotogramas de Plata y el TP de Oro a la mejor actriz. La serie también consigió el TP de Oro a la mejor serie nacional. Aquí podéis ver, gratis y online: Teresa de Jesús.
'Mamá quiero ser artista' (Teatro, 1986)
Como decíamos, la carrera de Concha está muy unida al teatro, como demuestra que en la década de los 80 rodase muy pocas películas para centrarse en el teatro y en una de sus obras más conocidas: ¡Mamá quiero ser artista!, una gran producción que estrenó en 1986 y con la que recorrió toda españa con un gran éxito. Fue dirigida por Ángel Fernández Montesinos, con dirección musical de Augusto Algueró, decorados de Emilio Burgos, libreto de Juan José de Arteche y coreografía de Giorgio Aresu. En ella interpretaba a una chica de provincias y su lucha por triunfar en el mundo del espectáculo. Fue tan exitosa que llegó a emitirse en Televisión Española en la Navidad de 1989.
'Esquilache (Josefina Molina, 1989)
Concha Velasco repitió con la directora andaluza Josefina Molina en Esquilache, una película que recrea el famoso motín de Esquilache, cuando un sector de la población se reveló contra las leyes establecidas por el Marqués de Esquilache (interpretado por Fernando Fernán Gómez), durante el reinado de Carlos III. La película se basó en la obra teatral Un soñador para un pueblo, de Antonio Buero Vallejo, y se rodó en el Palacio Real de Madrid. Concha interpreta a la mujer de Esquilache, Pastora Paterno. La cinta recibió 11 nominaciones a los Premios Goya y fue la primera nominación (en la categoría de mejor secundaria) para Concha. Aunque el galardón le fue arrebatado por María Asquerino (El mar y el tiempo). Sí ganó el Goya al mejor actor de reparto Adolfo Marsillach, que interpretaba a Carlos III.
Recuerda nuestra divisa, todo para el pueblo pero sin el pueblo.
Madrid era la pocilga de Europa.
Y ahora...
Va a ser la ciudad más hermosa el mundo.
Capas y sombreros.
El bando que descubrirá las caras.
El bando que evitará tanto crimen y tanta impunidad.
¿Qué piden?
Tu destierro.
No permitamos que unos cuantos asesinen el sueño de todo un país.
El marqués de Esquilache era Leopoldo de Gregorio un italiano
que llegó a España de la mano de Carlos III
para convertirse en el hombre más fuerte de su gobierno
en su ministro más importante.
Esquilache tenía la misión
de llevar a cabo una serie de reformas en España
para modernizar el país.
Y es ahí donde empiezan sus problemas y donde empieza a chocar
tanto con el pueblo llano como con nobleza.
Se instalarán puestos con alguaciles en todos los barrios
donde se llamará al orden a todos los madrileños que sigan empecinados
en el uso del embozo del sombreo...
Sí, Josefina Molina cuenta que ella en el año 58,
cuando estaba todavía en Córdoba, en su Córdoba nata,
Vio una representación de esta obra.
Y luego ya años después, esta película es del año 89,
y el texto le impresionó mucho porque encontró que tenía mucho que ver
con el país de entonces y con la actualidad, entonces, bueno,
decidió adaptarla junto a un entonces joven guionista
que era Oristrell, José Sámano que había comprado
los derechos de la obra y ella.
José Sámano y yo estábamos buscando hacer una película
y que queríamos hacer algo sobre política,
algo sobre el análisis del poder,
algo sobre la persona que está en contacto con el poder
y lo que puede pasarle.
No, Josefina Molina es una mujer, una cineasta curtida
tanto en la televisión como en el teatro.
Yo creo que todo el mundo recuerda su Teresa de Jesús,
protagonizada por Concha Velasco.
Es una serie emblemática de la historia dela televisión.
Y en cine, por ejemplo,
la que es probablemente su película más transgresora,
y más adelantada a su tiempo que es Función de noche,
es una película que tiene muchísimo que ver con el teatro,
porque tiene mucho ver con 5 horas con Mario
que es la obra que representa Lola Herrera y que es un poco la base
de esa película tan extrañamente moderna para su momento.
Si miramos su filmografía es una filmografía muy corta,
su última película es del año 93 que es Lola se va a los puertos,
y es una mujer que en realidad tendría que haber hecho
muchas películas que las que finalmente ha hecho.
Muchas gracias y un fuerte abrazo
a mis compañeras y compañeros de La Academia
que me han otorgado este premio.
Ella tiene un Goya de honor,
es una de las 3 mujeres que tienen un Goya de honor,
una es Imperio Argentina, otra es Rafaela Aparicio
y ella tiene el honor de tener el tercero.
Sí, Marsillach que ganó también un Goya por esta pelicula,
Adolfo Marsillach por Esquilache.
Hay ocasiones en las que se hace más cuesta arriba
perder a un hombre
que a todo un pueblo.
Esquilache es una película muy intimista,
es una película eh...,
de interiores de, de, de...,
no..., de un protagonista que está pensando que está recordando,
y el espectáculo de la película, esto lo dice la propia directora,
son sus actores, es su reparto, un reparto impresionante,
que es el que sostiene toda esta trama histórica muy compleja
y muy densa en el fondo.
Luego, también yo creo que es muy importante y que deberíamos recordar,
que es los escenarios que también obtuvieron un Goya
a la mejor dirección artística.
Hubo un enorme empeño
de que la película ocurriera en escenarios reales.
El Palacio Real es el Palacio Real, esto derivó en muchas negociaciones
con Patrimonio Nacional porque no es fácil rodar en el Palacio Real
y lo consiguieron
Más allá del jardín (Pedro Olea, 1996)
30 años después de sus recordadas colaboraciones con pedro Olea en Tormento (1974) y Pim, Pam, Pum… Fuego (1975), ambos se reunirían en esta adaptación de la popular novela de Antonio Gala. La intérprete nos conmovió con su interpretación de una mujer madura (Palmira) que es la insatisfecha mujer de un terrateniente sevillano que no la valora y ni siquiera se acuesta con ella. Además de tener una hermana y unos hijos que solo la dan problemas. Por lo que en un determinado momento lo deja todo, empieza a tener aventuras con otros hombres e incluso se va de voluntaria a Ruanda. Un papel para el que Gala quería a Catherine Deneuve (que rechazó la oferta). Concha nos fascina con esta interpretación en la que destacan las miradas, los silencios..., con los que nos muestra los sentimientos del personaje. Fue su segunda nominación a los Goya (ya había sido candidata por Esquilache), pero el premio se lo arrebató Emma Suárez por El perro del Hortelano, lo que no sentó nada bien a Concha y sobre lo que bromeó, años después, al recibir el Goya Honorífico. Sí ganó el Goya a la mejor actriz de reparto su compañera, Mary Carrillo.
'Gran Hotel' (2001-2011)
En sus últimos años, Concha Velasco participó en varias series de televisión, algunas de tanto éxito como Las chicas del cable. Pero nosotros nos quedamos con su interpretación de la estricta gobernanta de Gran Hotel, una serie de época con un gran reparto (Amaia Salamanca, Yon González, Adriana Ozores, Eloy Azorín, Fele Martínez), pero en la que Concha siempre brillaba con su intrepretación de esta mujer fría, reservada y muy exigente consigo mismo y con los demás. Un personaje que ella definía como "corto pero muy intenso".
Son solo diez de las grandes interpretaciones de Concha Velasco a las que habría que añadir casi todas sus obras teatrales y otros grandes títulos como Las largas vacaciones del 36 (Jaime Camino, 1976), El indulto (José Luis Sáenz de Heredia, 1961), Los pasos perdidos (Manane Rodríguez, 2001), París-Tombuctú (Luis García Berlanga, 1999), Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? (José Sacristán, 1992) y muchísimos más, porque ella siempre estaba fantástica, hiciera lo que hiciera.